La nueva fase de cuarentena por localidades, que comenzó en Bogotá esta semana, ha causado confusión y problemas en algunos sectores económicos. El más reciente caso fue denunciado por la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (Acodrés), que indicó que la Policía intentó sellar varios negocios. La cuestión es que, según el equipo jurídico del gremio, la nueva norma de confinamiento en la capital solo tiene una restricción para este tipo de negocios: el servicio a la mesa. "El artículo 12 (Decreto 169), que establece restricción horaria en algunas localidades de Bogotá, no aplica para los negocios gastronómicos por estar dentro de los sectores exentos (...). Así mismo, la compra para llevar no fue considerada dentro de las actividades limitadas en horario", explicó en un comunicado.

Aclararon que tal como viene sucediendo desde que comenzó la cuarentena general en marzo pasado, la única prohibición vigente es la de prestar el servicio de comidas a la mesa. Acodrés puso de presente esto, ya que este lunes —el primer día de cuarentena estricta en varias zonas— en la noche algunos directivos hicieron presencia en varios negocios afiliados, los cuales estuvieron a punto de ser multados y sellados por parte de la Policía.

Los restaurantes están tratando de sobrevivir con servicio a domicio y ventas para llevar. "Nos resulta incomprensible la ofensiva de las autoridades contra el comercio formal, cuando no estamos violando las medidas de aislamiento, mientras abundan denuncias permanentes de negocios informales con servicio a la mesa, sin el menor reparo", indicó. Incluso, Acodrés les hizo un llamado el secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez, y a la Policía Metropolitana de Bogotá, con el fin de que los uniformados tengan la "orientación debida" en las localidades con cuarentenas activas. En este sentido, aclararon que los restaurantes y otros negocios del sector pueden operar sin restricción horaria bajo las modalidades de domicilios, plataformas y compra para llevar, tal y como vienen operando desde hace varios meses. Los restaurantes se encuentran en una carrera contrarreloj frente a la insolvencia y vienen sobreviviendo, precisamente, a punta de entregas en los hogares y ventas para llevar. No obstante, aseguran que estas formas no son suficientes para cubrir sus gastos mensuales.

Por lo pronto, desde Acodrés esperan que el piloto para reactivar algunas zonas de Bogotá y otras ciudades principales pueda llevarse a cabo el próximo mes. Este plan, que irá del 6 al 9 agosto, busca la reactivación económica del sector gastronómico mediante el servicio en terrazas y andenes, entre otros espacios al aire libre. “El objetivo de este primer piloto en la ciudad es que los restaurantes cumplan con las medidas de bioseguridad del Gobierno nacional y del Distrito para garantizar que la apertura a esta nueva alternativa se presente de manera permanente. La idea es abrir para no cerrar, brindando una experiencia de servicio segura y agradable en espacios al aire libre”, indicó Carolina Durán, secretaria de Desarrollo Económico de Bogotá.