El sector de la infraestructura, compuesto por edificaciones, obras civiles y servicios de construcción, pasó de representar el 6,3 % del PIB en el 2019, a ser el 4,3 % del PIB en el 2023, de acuerdo con cifras del DANE. Si esta tendencia se mantiene, el decrecimiento del sector va a afectar directamente la generación de empleo y a la economía como un todo.
Y las perspectivas del sector para el futuro inmediato no son las mejores y ya preocupan. Una reciente encuesta realizada por Control Risk -firma de origen británico con alcance global, especializada en la gestión y administración de riesgos- y la consultora Jaime Arteaga & Asociados -compañía de desarrollo fundada en Colombia, y que opera en 10 países de América Latina, y dueña de los estudios sindicados de la industria extractiva- entre expertos del sector, que incluyen cerca de 250 directivos de empresas relacionadas, así lo demuestra.
Según la encuesta, 2 de cada 3 expertos (el 64% de los encuestados) consideran que el próximo año será de estancamiento o decrecimiento para el sector de la infraestructura. Ese mismo porcentaje afirmó que, en el último año, sus empresas sufrieron suspensiones significativas de operaciones por bloqueos de carreteras o protestas sociales: esta situación es aún más significativa para concesionarios, constructoras y empresas de servicios públicos y de transporte masivo.
Solo el 27 % de los expertos está de acuerdo con que el gobierno reconoce la importancia del sector de la infraestructura y fomenta su crecimiento. De hecho, entre los consultados existe una gran preocupación por la falta de apoyo del gobierno al sector de la infraestructura, lo que repercute, para la mayoría de ellos, como la principal razón para que no proyecten un crecimiento de las operaciones de sus empresas en los próximos 5 años. Además, para la gran mayoría de los expertos, no ha habido avances en materia de política pública en el año.
“Quiero rescatar que, a pesar de las malas proyecciones para el sector de la infraestructura, según los expertos, Colombia sigue siendo un país atractivo para invertir: esto se debe, en gran medida, a que es un sector que ha incorporado la cultura de gestión de riesgos permitiéndole proyectar estrategias para enfrentar los retos coyunturales y estructurales del país” señaló Oliver Wack, gerente general para la región Andina de la firma Control Risks. Así mismo, agregó que, “dada la estrecha relación que existe entre el gobierno y las empresas del sector de la infraestructura, decidimos aliarnos con Jaime Arteaga & Asociados para ofrecer en Colombia, y próximamente, en los demás países de la región Andina una plataforma independiente que permita consultar a los grupos de interés sobre el presente y futuro de este sector”.
El panorama
Un análisis de Corficolombiana establece que, luego de contraerse cuatro años consecutivos, el PIB del sector de obras civiles cayó 12,3 % en 2023, y se ubica en un nivel 42 % inferior al observado en 2019. “Para 2024, estimamos un crecimiento de 0,5 %. La baja ejecución pública del Invías y la desaceleración en el ritmo de ejecución de los proyectos 4G, por el ciclo normal de los proyectos, ha determinado en gran medida el desempeño del sector en los últimos años”, señala la firma.
En los proyectos de 4G, a enero de 2024, el CAPEX ejecutado acumulado es de 36,9 billones de pesos. Se han entregado 11 proyectos, 5 de las concesiones presentan un avance de obra superior al 90 % y el avance agregado es de 78 %. “Dada la maduración de los proyectos, la inversión evidencia una desaceleración”, advierte.
Por el lado de Invías, la ejecución presupuestal acumulada en inversión registró un avance de 60% en 2023. Con cifras a febrero de 2024, la ejecución presupuestal en inversión alcanzó un 0%, el peor dato desde que se tiene información (2013), dice Corficolombiana.
Agrega en su informe que el incremento en los costos de construcción arrancó 2024 con una desaceleración importante, alcanzando registros que no se observaban desde marzo de 2022. “Para cierre de 2024 estimamos que los costos cierren con una expansión anual de 4,0%”, añade.
Según esta firma, la construcción de obras civiles es de los sectores más vulnerables al incremento de tasas de interés (por su alto nivel de endeudamiento y por el impacto ante un choque de aumento de tasas). Esto implica que un contexto de elevadas tasas de interés afecta su recuperación.
Sin embargo, a nivel regional, Corficolombiana espera que en 2024 los proyectos locales -Metro de Bogotá, las obras a cargo del IDU y de Transmilenio (en la capital de la República), el metro de Medellín (en la capital antioqueña) y el Regiotram de Occidente (en la región central), entre otras- soporten la recuperación del sector.
Por el lado de la vivienda, Camacol en un reciente informe establece que las ventas del primer trimestre de 2024 son las más bajas en un primer trimestre en los últimos 15 años. El mercado de vivienda se ha reducido en cerca de un 30% frente al promedio 2013-2019 y un 46% de cara a los niveles de 2021-2022. Las ventas de marzo 2024 sumaron cerca de 10.500 viviendas, un valor inferior al de la pandemia.
Entre enero y marzo del 2024, las ventas de vivienda registraron una contracción del -17,7% frente mismo periodo de 2023, con un total 32.017 unidades comercializadas. Este valor, se suma al mal desempeño de los lanzamientos (-34 %) y las iniciaciones (-26,7 %).
En su momento, Guillermo Herrera, presidente de Camacol, destacó que la industria edificadora ha venido sorteando los principales retos macroeconómicos, entre ellos la inflación, los costos de la construcción y las altas tasas de interés. “Los factores asociados a los costos y las tasas seguirán mejorando de manera paulatina durante el 2024, con lo cual la dinámica económica empezará a ser más favorable para la actividad. Sin embargo, la incertidumbre actual proviene de la ejecución de la política de vivienda, la ausencia de un plan de reactivación claro y una ejecución presupuestal que sigue siendo baja”, advirtió.