En el informe ‘Don’t Overlook Your Mature Consumers’ de Boston Consulting Group, se menciona que en el difícil clima económico actual, las empresas que subestiman a los casi mil millones de personas entre 50 y 70 años que constituyen los consumidores maduros se están perdiendo un mercado multimillonario.
Actualmente, este gran segmento en expansión genera el 27 % del gasto anual, o aproximadamente 7 mil millones de dólares, en nueve categorías de productos y doce mercados importantes. Los consumidores adultos compran bienes de alta calidad, son comparativamente resistentes a las crisis económicas y tienen un impacto significativo en las decisiones de compra de los consumidores más jóvenes. Sin embargo, los expertos frecuentemente los ignoran.
Según el informe realizado en 12 mercados, incluidos Brasil, China, Francia, Alemania, India, Italia, Japón, España, Suecia, Tailandia, Reino Unido y Estados Unidos, hay 870 millones de consumidores entre 50 y 70 años. En conjunto, estos mercados representan casi la mitad de toda la población de la Tierra. En las próximas décadas, el tamaño de este grupo demográfico de consumidores seguirá creciendo, llegando a casi mil millones en estas naciones para el año 2050.
“Los consumidores maduros, por lo general, son más leales a las marcas y buscan argumentos sólidos de beneficios claros para probar un nuevo producto o cambiar de marca, lo que los diferencia de la mentalidad de los jóvenes. Los especialistas en marketing subestiman su valor al no reconocer el poder y el sentido de lealtad que este segmento tiene ante las marcas y productos”, indicó Andrés Giraldo, Managing Director & Partner de Boston Consulting Group.
Colombia no se queda atrás, pues SEMANA habló con Oliver Velázquez, CEO de Autorrepuestos y Campanas SAS, quien garantiza que el mejor comprador es la persona de la tercera edad “Un joven no compra mercancía grande, aún no tiene una empresa establecida o local para vender como una persona de la tercera edad, la cual ya trabajo y esta con disfrutando los ingresos económicos que ha hecho a lo largo de su vida, puede invertir en temas que sabe cómo le van a generar más ingresos. El joven en ocasiones es impulsivo, y piensa que al comprar al por mayor cierta mercancía ya va a poder empezar a generar una empresa o un local, pero no, son más cosas las que debe hacer y pensar”
De igual manera, en el informe destacan los “consumidores maduros vibrantes” se refieren al subgrupo de personas en este rango de edad de 50 a 70 años que gasta más en general, representando alrededor del 55 por ciento del monto total gastado por el grupo en todas las categorías de productos. Este subgrupo está compuesto por el 20 por ciento de los que más gastan en el segmento. Los porcentajes precisos por categoría van desde el 50% del gasto en automóviles y viajes hasta el 54% y hasta el 68% en productos de inversión. En comparación con otros consumidores maduros, los consumidores vibrantes tienden a ser más felices, llevar estilos de vida más activos y preocuparse menos por el dinero.
SEMANA habló con ciudadanos dentro de cada segmentación dado en el informe, de ese modo Melissa Peña, joven de 24 años, quien menciona que desde que entró a trabajar a logrado un alcance económico que no espera a su edad “actualmente soy directora de proyectos, inicie en la empresa este año y me han permitido escalar. Ahora estoy a cargo de varios proyectos de animación y recibo más o menos 3 salarios mínimos. Busco gastar el dinero en cosas que me gustan, pues no tengo una responsabilidad, soy muy impulsiva, y en ocasiones mi mamá influye en mis compras, para ahorra un poco más”.
Sin embargo, en el análisis del Índice de Inclusión Financiera (IIF) de Credicorp para el cierre de 2022. Una de las conclusiones más importantes para el país es que los jóvenes entre 18 y 25 años tienen un nivel de inclusión financiera de 51,2 puntos, significativamente superior a los 31,4 puntos que registran los adultos mayores de 60 años y entre 26 a 42, los ubican con un índice de 48,1 puntos, esto quiere decir que esa primera segmentación los superan en número.
Por otro lado, Julio Huiza, ciudadano de 54 años, manifiesta que en todos los años que ha trabajado no ha logrado superar los dos salarios mínimos “He trabajado en diferentes instituciones y aunque tenga la experiencia y el conocimiento nunca se me ha ofrecido más de dos millones, esto me ha llevado a conseguir en ocasiones dos trabajos. Es por esto que cuando gasto, gasto en lo que realmente necesito, para así lograr un capital más adelante. Es así, como también le enseño a mis hijos que deben y que no comprar, para que no gasten mucho”.
Contrariamente a la creencia popular, en todas las categorías de productos del estudio de Boston Consulting Group, es mucho más probable que el grupo de consumidores de entre 50 y 70 años influya en los consumidores más jóvenes que al revés. Los artículos de alto valor son una excepción a esta regla. En comparación con sólo el 15 % de los consumidores maduros, el 3 % de los consumidores más jóvenes dijeron que los consumidores maduros influyeron en su decisión de comprar un automóvil, y el 31 % de los consumidores más jóvenes dijeron lo mismo sobre su decisión de invertir.
Es así, como se puede identificar que los datos de ambos informes influyen en la economía colombiana, ya que los jóvenes pueden ganar más pero ese dinero lo gastan en sus gustos, y una persona mayor busca gastar su dinero en cosas que realmente necesita construyendo un capital sólido para el futuro.