Pocas regiones con tantas riquezas naturales y posibilidades de crecimiento –como las que tienen los países de América Latina– conservan grandes dificultades, las cuales fueron enumeradas por el empresario panameño Stanley Motta, dueño de Copa Holding, durante un panel liderado por Vicky Dávila, directora de SEMANA, en el VII Congreso Iberoamericano Ceapi, que reunió a más de 400 empresarios de la región.
Además del potencial natural, las naciones de este continente están llenas de juventudes, son productoras de alimentos, que es lo que el mundo necesita. Eso, sin contar con que tienen lo que destacó el empresario Jaime Gilinski: “El mejor talento humano que yo he visto en muchas partes del mundo”, principalmente en Colombia. No obstante, son presa de una aguda problemática en seguridad, costos y disponibilidad de la medicina, transporte público, agua potable y gestión de la basura. Todo ello se junta con inconvenientes para el acceso al trabajo, la vivienda y la educación, según expuso Motta, quien mencionó que la solución es asunto de gobernanza.
Hay que ver el vaso medio lleno
Con ese contexto en mente, el Congreso se desarrolló bajo el lema ‘Creer, crear y crecer’, alrededor del cual los empresarios participantes debatieron durante tres días para tratar de encontrar los caminos que permitan volver a darle dinamismo a la inversión privada, que en el caso de Colombia viene cayendo desde el año pasado y es parte de lo que requiere reanimar el país para lograr una reactivación.
Por ello, si alguien debe ver el vaso medio lleno en los tiempos difíciles es el empresariado, para quien el crecimiento económico debe volverse una obsesión, como lo sugiere Núria Vilanova, presidenta de la firma Atrevia y líder del Ceapi.
De hecho, el congreso realizado en Cartagena fue un espacio para tratar de estrechar los lazos con Iberoamérica, de manera que se llegue así a una ganancia de doble vía que ya tiene estadísticas optimistas. “España es puerta de entrada de las inversiones latinas hacia Europa, y la inversión latinoamericana en ese país ha aumentado un 142 por ciento en el último año”, dijo Vilanova.
Las condiciones están dadas. “Los jóvenes tienen la capacidad de ver el mundo de una manera diferente, mucho más amplia, con muchísima más educación, porque todo está muy disponible”, manifestó Gilinski, quien agregó que la clave para hacer empresa a partir de la obtención de inversionistas que apoyen los proyectos es “maletear” hasta lograrlo. “Conseguir socios para la compra de Nutresa nos tomó tres años, pero finalmente llegó a buen puerto. La primera vez no lo reciben a uno, la segunda tampoco. Tal vez en la tercera sí, pero hay que insistir”, aseguró.
En medio de los análisis y de cierta dosis de optimismo, los empresarios señalaron que no se pueden perder de vista los nubarrones. Más aún, si lo que se trata es de visibilizar las debilidades para mejorar.
‘Cambios bruscos de gobierno no ayudan mucho’
Antonio Huertas, presidente de Mapfre, puso el foco en lo que también podría estar causando impactos negativos. “Los cambios bruscos de gobiernos de un extremo a otro no ayudan muchas veces. Y, desde luego, también las propias condiciones de seguridad en la región deben mejorar para que el mundo empresarial y, por supuesto, el mundo laboral caminen en un entorno mucho más optimista”.
Durante el panel que condujo Vicky Dávila, al ser cuestionado sobre el aporte de la corrupción al actual escenario de poco crecimiento, Huertas dijo que “ya es hora de que Colombia deje de poner excusas como país. Tiene capacidades enormes que están siendo infraaprovechadas, mientras la población no tiene acceso a medios productivos de calidad, no logra la formalidad y falta en muchos casos la educación en medio de una alta vulnerabilidad social”.
Retroceso en confianza en las democracias
Para Sergio Diaz-Granados, presidente de la CAF, banco de desarrollo de América Latina, no se pueden desconocer las correcciones que se han hecho en las naciones durante los últimos 30 años. Claro está, falta mucho más por mejorar y en el escenario actual se requiere recuperar la confianza del empresariado.
“Tenemos un déficit de crecimiento y de esperanza que hay que corregir. En la región persiste un serio problema de productividad, pues producimos apenas un tercio de lo que produce Estados Unidos. Se observa un retroceso de la confianza en las democracias, y otro factor que está afectando la región es la seguridad”.
Las experiencias empresariales son determinantes para armar soluciones en los países. Omar González, presidente y chairman del Grupo Trinity, que les ha apostado a grandes inversiones locales e internacionales pese a las crisis, señala que su estrategia es, primero que nada, “proteger a nuestra gente. Estamos muy centrados en el ser humano, en que, a pesar de la adversidad, la gente esté tranquila. Logramos mantener el empleo, lo que juntamos con medidas de austeridad. Tuvimos circunstancias retadoras, como la de tener como línea de negocio el acero en un contexto de disminución en la construcción y la infraestructura. Todo lo pudimos neutralizar”, sostuvo.
Los inversionistas, sin duda, tienen el ojo puesto en los países que cuentan con grandes riquezas, como Colombia.
Mohamed Abdulla Ali Binkhater, embajador en Colombia de Emiratos Árabes, la región que solo en fondos soberanos de inversión tiene tanto dinero como el que representa el tamaño de la economía de América Latina en un año, habló sobre la alianza de ambas naciones: “En abril firmamos el Acuerdo Integral de Asociación Económica, que se enfoca en energía renovable, energía en general, turismo, comunicaciones, producción de alimentos e infraestructura”.
La participación de los territorios en todo ese engranaje que se requiere para que Colombia vuelva a crecer a tasas mucho más altas de la que tendrá en 2024 (1,7 por ciento según el Marco Fiscal de Mediano Plazo del Ministerio de Hacienda) es determinante. Pero “los Gobiernos no están dando en el punto para que ese crecimiento vaya por el 3, 4 o 5 por ciento”, sostuvo el presidente de Mapfre.
En parte, porque no se está materializando una gobernanza territorial, en la que prime una centralización con delegación, lo que impide que las regiones levanten las alas, agregó el directivo de Copa Holding.
Ante esos mensajes, y en medio de circunstancias de polarización política como las que se viven en Colombia, varios mandatarios locales que participaron en el Congreso Ceapi coincidieron en que desde las regiones, si se lo proponen, pueden sacar al país adelante. No en vano, “hay cinco o seis ciudades que representan el 40 por ciento del PIB del país”, recordó el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez. La talanquera para lograrlo estaría en la escasa autonomía de las regiones, como se observó en la fricción que hubo entre el Gobierno de Bogotá y el de la nación alrededor del metro con la discusión de si era elevado o subterráneo.
En conclusión, para que el pedal que ponga a correr la inversión y la economía funcione, es necesario establecer puentes de todo tipo.