Las cifras financieras de Ecopetrol para el segundo trimestre de 2024 siguieron de capa caída: los ingresos fueron de 32,6 billones de pesos, disminuyendo 4,9 por ciento frente a los mismos meses de 2023, mientras que las utilidades cayeron 17,4 por ciento y el acumulado en el semestre registró una reducción del 24 por ciento.
Ricardo Roa, presidente de la petrolera, atribuyó los resultados al comportamiento del dólar: “La tasa de cambio tuvo una variación de 650 pesos en el primer semestre. Esto impacta 3,3 billones de pesos la utilidad”. Agregó que también hay un efecto del precio de los combustibles, de la sobretasa del impuesto de renta –pasó de 10 a 15 por ciento– y una repercusión asociada al fenómeno de El Niño por mayores precios de gas y energía. “¿Cómo hemos contrarrestado esa diferencia? Con una política de ahorro, eficiencia y economía”, aseguró (ver entrevista de Ricardo Roa).
Pero para el exministro y rector de la Universidad EIA, José Manuel Restrepo, “en términos financieros, los resultados son malos. La utilidad cae 24 por ciento en el primer semestre, pero cuando se suma esa caída con lo que sucedió en 2023, la baja es de más del 70 por ciento de utilidades en año y medio. Operativamente, está cayendo en el primer semestre el 9 por ciento, en generación de caja también desciende casi al 4 por ciento y las ventas caen al 5 por ciento”.
La otra preocupación es el nivel de los costos, que están subiendo de forma dramática. “Los costos fijos aumentaron 9,6 por ciento. Lo que se conoce como lifting cost, el costo de levantamiento, que es para producir los barriles, el costo más importante, subió 28 por ciento. Eso es malísimo. De los seis primeros meses de 2023 a este primer semestre, pasó de 9,4 dólares barril a 12,08 dólares. Definitivamente, hay un tema de eficiencias y de costos”, manifestó Felipe Bayón, expresidente de Ecopetrol.
En las cuentas, la buena noticia para la petrolera fue el incremento en la producción de 4,1 por ciento, superando los 758.000 barriles diarios, un dato que no se veía desde 2015, señaló Daniel Guardiola, director de equity research de BTG Pactual. Roa lo destacó como una “cifra histórica”.
Sin embargo, este resultado tiene un matiz: el crecimiento en la producción no viene de Colombia, sino de la operación de Ecopetrol en la cuenca del Permian, Estados Unidos, en alianza con la Oxy desde 2019, pues los campos en el país están declinando.
“La producción total del trimestre fue de 758.000 barriles, lo que en sí mismo es bueno. Esto equivale a una subida de 30.000 barriles por día entre el segundo trimestre del año pasado y el mismo de este año. Lo que no explican de manera clara es que la producción en Colombia se redujo en ese periodo en 9.500 barriles por día, y el Permian, donde hacen fracking, subió 39.500 barriles por día. Es decir, toda la subida viene del Permian, que es el campo que está jalonando los números de producción. Si Ecopetrol no tuviera esa operación de fracking en Estados Unidos, habría producido 98.000 barriles por día menos y sería una compañía de 650.000 barriles por día de producción; sería mucho más pequeña”, afirmó Bayón.
Precisamente, el escenario de una producción que aumenta gracias al Permian contrasta con la decisión de Ecopetrol de no comprar el 30 por ciento de CrownRock, una empresa valorada en más de 12.000 millones de dólares y en la que Oxy tiene la mayor participación.
Para Ecopetrol hubiera sido el negocio más grande de su historia, con una inversión cercana a 3.700 millones de dólares, solo comparable con la compra de más del 50 por ciento que hizo de ISA. Según un informe interno de la empresa, la iniciativa conocida como Proyecto Oslo ofrecería importantes beneficios: la producción aumentaría 9 por ciento, las reservas crecerían en la misma proporción, la utilidad neta se incrementaría en 14 por ciento, el ebitda subiría 6 por ciento y el impacto ambiental sería casi ocho veces menor que el de las operaciones en los pozos de Colombia. A pesar de ello, en un comunicado Ecopetrol anunció la decisión de no adquirir esa participación.
En el ambiente quedó la idea de que el presidente Gustavo Petro había vetado la movida, causando incertidumbre en el gobierno corporativo, y se sustentó en la posición del Gobierno contra el fracking al no permitir el desarrollo de los pilotos y promover un proyecto de ley para su prohibición en el país, que, aun cuando se hundió en la pasada legislatura, quiere presentar de nuevo.
Roa manifestó que la decisión es del resorte de la junta directiva y que le antecedieron instancias de evaluación y recomendación. Negó que el presidente Gustavo Petro hubiera impuesto la determinación que se comunicó.
No obstante, esta afirmación del presidente de Ecopetrol discrepa con la de la presidenta de la Oxy, Vicki Hollub, quien en una conferencia con inversionistas señaló que desde marzo se venía trabajando este proyecto, pero que “el presidente Petro, de Colombia, no lo aprobó”. “Ha dejado muy claro al mundo que está en contra del petróleo y el gas, del fracking y de Estados Unidos. Y con esos tres ataques prácticamente sacó a Ecopetrol del acuerdo”, agregó.
Sobre la negativa a la operación, Roa dijo que por el tamaño de la inversión se requeriría una aprobación de un endeudamiento por 3.700 millones de dólares y, como lo advirtió una calificadora, así la empresa alcanzaría el tope de deuda sobre ebitda que impactaría su situación crediticia y podría perder el grado de inversión. Además, señaló que existía la posibilidad de que no se aprobara una colocación de bonos de largo plazo por parte del Gobierno. Y si hubiera avanzado y, posteriormente, tuviera que deshacer el negocio, tendría que pagar una multa superior a los 270 millones de dólares.
“Quedamos como el mismo trasero ante el mundo entero con las decisiones y con lo que viene diciendo este Gobierno. Petro les viene haciendo un daño a los accionistas de Ecopetrol, al mismo erario, a los mercados, porque esa es la acción ancla del mercado colombiano y esto en algún momento se revienta y se cae”, dijo Luis Guillermo Echeverri, expresidente de la Junta Directiva de Ecopetrol. Por su parte, José Antonio Ocampo, exministro de Hacienda, calificó como un error del Gobierno Petro no haber hecho la inversión en CrownRock y subrayó que el mandatario no debió haber tomado esa decisión.
“A mí me parece que esa inversión con Oxy se debió haber hecho. A mi juicio, la decisión debió haber sido tomada por la junta directiva. Me parece que era un buen proyecto y muy rentable para Ecopetrol, por lo tanto, se debió haber continuado”, manifestó inicialmente.
Con este panorama, varias inquietudes quedan sobre Ecopetrol. La primera, el gobierno corporativo y qué va a pasar con los accionistas minoritarios que vieron cómo en apenas tres semanas, en medio de la información sobre el Proyecto Oslo, el precio de la acción cayó 3 por ciento, y desde que Gustavo Petro pasó a segunda vuelta en las elecciones presidenciales ha disminuido más de 30 por ciento.
La segunda inquietud es qué viene para Ecopetrol. El exministro Restrepo se preguntó: “Cuál es el futuro de la empresa cuando no firma nuevos contratos de exploración de gas y de petróleo y bloquea proyectos de exploraciones no convencionales, que son los que hoy explican los buenos resultados en producción”.
Guardiola, por su parte, aunque destacó que las inversiones de la empresa siguen en el negocio del petróleo y el gas, y no las ha desviado, como pasó con PDVSA en Venezuela, “desafortunadamente, Ecopetrol no está maximizando lo que podría hacer con estos precios de petróleo altos. Y maximizarlo también es fortalecer su portafolio. Ecopetrol no tiene otra oportunidad así de tangible como la del Proyecto Oslo ni en el corto ni en el mediano plazo y su portafolio de activos es muy débil”.
Bayón añadió que hay una incoherencia y una contradicción cuando anuncian que van a producir un millón de barriles en el país, pero no saben cómo lo van a hacer y agregó que la actual administración no ha tomado ninguna decisión relevante.
Además, proyectos estratégicos offshore tardarán en entrar en operación y solo hasta 2029 se verá esa producción.
Por ahora, el debate sigue abierto acerca del futuro de Ecopetrol, y la empresa tendrá que buscar victorias tempranas para revertir los números de la operación.