Recientemente en el país ha habido mucho ruido relacionado con el manejo de las finanzas públicas, por temas como la ejecución, las normas que reglamentan el presupuesto de 2024 y los anuncios con respecto a un aumento del déficit fiscal y de la deuda pública.
“Nos preocupa el aumento de la deuda de 52,8 por ciento del PIB en 2023 a un estimado de 57 por ciento en 2024. Pensamos que el Gobierno es muy optimista frente a los ingresos por disputas legales, los cuales no deben considerarse como un ingreso estructural, así como frente a las políticas antievasión. También hay exceso de optimismo frente al desmonte de subsidios (con dificultad podrá desmontar los del diésel)”, dicen en la AFP Protección.
Igualmente, aunque los analistas consultados resaltan el compromiso del Ministerio de Hacienda con la responsabilidad fiscal, les preocupa que se establezcan metas ambiciosas de gasto público en un contexto de bajo crecimiento económico y con ingresos temporales (como los litigios).
En el Banco de Bogotá consideran que las cuentas fiscales solo cuadrarán si más adelante en el año se hace un recorte de gasto, pues de no hacerse se puede poner en riesgo el cumplimiento de la regla fiscal.
“Estimamos que se va a cumplir la regla fiscal. Sin embargo, llama la atención que estamos en el límite de lo que permite la regla, y menores ingresos o correcciones frente a los supuestos macro pueden suscitar alertas”, precisan en la fiduciaria y comisionista Alianza.
Evaluando funcionarios
Las políticas públicas son implementadas por individuos, por ende, tanto las acciones como las personas que las ejecutan son de gran importancia. Por esta razón, Dinero solicitó a los analistas evaluar, dentro del gabinete económico, al ministro, director de departamento o superintendente que está realizando un trabajo destacado, así como aquel que no está cumpliendo adecuadamente en esa área. Estos son los resultados:
Mejor trabajo
Aunque en este grupo se mencionaron nombres como los del superintendente financiero, César Ferrari; el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, y Mauricio Lizcano, ministro de las TIC, la respuesta que tuvo más votos fue la de Ninguno. El consenso de los analistas no considera que haya un funcionario que brille más que otros en el campo económico.
Peor trabajo
Acá fueron mencionados los nuevos directores de Planeación Nacional, Alexánder López, y del Departamento de Prosperidad Social, Gustavo Bolívar, por su desconocimiento de las entidades a su cargo. También se incluye a la vicepresidenta Francia Márquez. No obstante, el nombre con más votos fue el de Guillermo Alfonso Jaramillo, ministro de Salud, por la reforma que tramita en el Congreso, su tono beligerante y sus propuestas antitécnicas como la de una reforma tributaria para la salud.