Luego de algunos análisis preliminares, la segunda línea de metro que iría hasta Suba y Engativá, tendría un costo de construcción y financiamiento de 16 billones de pesos. La cifra definitiva se conocerá luego de los análisis que se adelantarán en 2021.

Este jueves, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, y el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, dieron a conocer en rueda de prensa algunos detalles sobre este proyecto como el trazado y el cronograma.

“Está segunda parte del metro de Bogotá la discutí con la alcaldesa la primera vez que hable con la ella. De puño y letra ella hizo una proyección que ahora se está cumpliendo luego de muchos análisis, así que si necesitan una ingeniera, piensen en ella”, dijo el MInistro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, bromeando un poco en el evento de hoy.

En el evento también estuvo y participó la ministra de Transporte, Ángela María Orozco, el gerente de la Empresa Metro de Bogotá, Andrés Escobar y el director de Planeación Nacional Luis Alberto Rodríguez.

La Alcaldesa anunció que el trazado escogido para la segunda línea de metro iniciará en la calle 72 y bajará hasta la Av Ciudad de Cali y ahí hasta Suba. Se trata de mejor alternativa en función del número de pasajeros que se pueden movilizar y la que menos líos genera en temas ambientales y sociales. Además permite una mejor integración con los Regiotram. La otra opción que se analizó con detenimiento fue bajar por la calle 80 hasta la Av Ciudad de Cali y luego a Suba. Se estudiaron 18 opciones o recorridos iniciales, se tuvo que recurrir a modelos matemáticos y estadísticos para filtrar las mejores.

SEMANA también conoció que durante el próximo año, se tiene previsto adelantar los estudios de factibilidad del proyecto, mientras que en el 2022 se realizaría la estructuración financiera y el diseño de pliegos de licitación.

En el primer trimestre de 2021 se tiene previsto adelantar el diseño a nivel de prefactibilidad y los estudios de ingeniería básicos del corredor y trazado escogido. La localidad de Suba es la prioridad que se definió como destino final de esta segunda línea de metro, debido a la población y necesidades de movilidad.

Esta última fecha coincide con el final del mandato del presidente Iván Duque, por lo que la segunda línea de metro será tema de discusión entre la alcaldesa Claudia López y el gobierno saliente para ese entonces.

Asimismo, tendrá que discutir los avances y desarrollos del megraproyecto con la persona que reemplace a Duque en la Casa de Nariño, a partir del 7 de agosto del 2022.

En todo caso, según los planes del Distrito, si todo marcha bien, para el segundo trimestre de 2023 se estaría adjudicando esta segunda línea que llegaría al occidente de la ciudad.

En cuanto a si esta continuación del metro sería subterránea o elevada, SEMANA supo que ese tipo de decisiones se tomarán luego de adelantar otros estudios.

Con respecto a la primera línea de metro, actualmente en construcción, en junio de 2024 tendrá que estar listo el 40 por ciento del avance de obra y todas las 123 intersecciones de redes de servicios públicos resueltas, así como la totalidad de los predios entregados al consorcio constructor.

La Administración actual se comprometió a ejecutar los primeros 6,3 billones de pesos de esta primera línea de metro.

¿Va o no va?

A pesar de los anuncios que se realizarán este jueves, en el Concejo de Bogotá han puesto en tela de juicio la potencial realización de esta obra.

Desde el recinto de esta corporación le lanzaron una alerta a la Administración Distrital y a los ponentes del proyecto de presupuesto para que la iniciativa se corrija, especialmente, en lo relacionado con los recursos que se deben garantizar a través de las vigencias futuras, que según estimativos deben llegar a los 4,8 billones de pesos para que esa obra sea una realidad.

El concejal Emel Rojas, del movimiento Colombia Justa Libres, le dijo SEMANA hace unos días que de vigencias futuras Bogotá solo tendrían asegurados 720.000 millones de pesos y “faltarían más de 4 billones de pesos. Esos 4,8 billones de pesos es la contrapartida que necesita el Distrito como garantía para firmar el convenio con la Nación para la construcción de la segunda fase de la primera línea del Metro”.

Y añadió que “es muy preocupante que hoy el Distrito no sepa cuáles son las fuentes de financiación para la extensión del Metro, además, que terminando el primer año de gobierno no tengan claro el tema de las vigencias futuras y que mucho menos exista un plan de acción elaborado para poder cumplir con la promesa de adjudicar esta obra antes de finalizar el gobierno”, agregó Rojas.

Estas y otras dudas quedarían despejadas en las próximas horas, cuando López y Carrasquilla realicen los anuncios de la hoja de ruta para construir la segunda línea del metro capitalino, una de las obras banderas de la actual administración.