El ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, fue contundente este lunes al decir que lo peor de la crisis económica actual ya pasó, y el país viene entrando en una fase de recuperación. De hecho, según las cuentas del gobierno, para finales de agosto la economía estará funcionando en un 91 por ciento. Sin embargo, el Ministro no le restó importancia a la crisis y aseguró, indudablemente, el 2020 es el peor año de la historia económica reciente. Asimismo, confirmó que el cálculo de crecimiento para el 2020 continuará en -5,5 por ciento y agregó que los márgenes de incertidumbre siguen siendo amplios.
En cuanto a los niveles de desempleo, indicó que “las cifras son aterradoras, la tasa llega a niveles extremos”, y que por lo tanto se tendrán que adoptar estrategias para mitigar la situación. “El diseño del plan de reactivación se enfocó en los sectores que tienen una alta generación de empleo”, indicó. En materia tributaria, reveló que, a corte de julio de 2020, los ingresos del país cayeron en cerca de 10 billones de pesos. Además, se espera que en el segundo semestre caiga en otros 10 billones. También, se refirió a la misión tributaria que fue instalada la semana anterior y explicó que esta dará uno de los insumos más importantes de cara a la próxima reforma fiscal. Aclaró que el grueso de las exenciones no son gabelas a las empresas, sino que la mayoría de estas están relacionadas con los regímenes especiales y exenciones del IVA. Para Carrasquilla, el tema fiscal será uno de los principales determinantes de la recuperación económica e insistió en que harán todo lo necesario para garantizar la inversión y la recuperación del tejido empresarial. “El Gobierno redoblará esfuerzos para asegurar que los proyectos privados se puedan ejecutar (...). Una mala transmisión de la política fiscal puede afectar el ambiente inversionistas”, indicó.
En cuanto al nivel de inversión que ha hecho el gobierno para enfrentar la pandemia, que para algunos sectores ha sido austera, el jefe de la cartera de Hacienda dijo que esta está por el orden de los 3 puntos del PIB y que esto está en línea con lo que han destinado los países emergentes. “En el futuro hay que ir rebajando los gastos extraordinarios por la emergencia para enfrentar el alto nivel de deuda”, advirtió. Finalmente aseguró que, a diferencia de otras crisis, el sistema financiero continúa con solidez, lo que facilitará que los actores de la economía puedan acceder a liquidez y permitirá una recuperación económica más efectiva. ”El sistema financiero ha sido habilitador importante para sortear los efectos de la endemia y lo continuará siendo en el proceso de recuperación”, concluyó.