Una recomposición de las cuentas públicas está planteando el Plan Financiero 2024, destapado por el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, en el que se reflejan los efectos que ha tenido sobre las cuentas macroeconómicas, la desaceleración.
El tema tributario, en particular, que además ha sido motivo de ciertos roces entre algunos funcionarios y ha puesto a hablar a los políticos y analistas, es uno de los que llama la atención.
Bonilla señaló que con los ingresos tributarios el vaso está medio vacío, ya que no se cumplió la meta prevista en 2023, lo que atribuyó a el hecho de que se juntaron los efectos de la reforma tributaria de 2021, tramitada por la anterior administración, con los de la de 2022, la primera del actual gobierno.
En plata blanca, implica una reducción de ingresos de 11 billones de pesos, pese a que la Dian cumplió -en buena parte- su tarea, “aumentó el recaudo tributario”, según expresó el ministro de Hacienda.
Dentro de las cuentas revisadas por Bonilla se destacan tres datos: el déficit fiscal pasa de -4,2 % (según Ley de Presupuesto) al -5,3% en el Plan Financiero 2024. La deuda pública, como porcentaje del PIB, variará de 52,8 % al 58 %.
El bajo crecimiento económico, con altas tasas de interés; la fluctuación del precio del petróleo, estarían entre las causas del menor ingreso por impuestos. No en vano, el Ministerio, en su nuevo Plan Financiero 2024 estima que el PIB del año anterior (se conocerá el 15 de febrero) sería de 1,2 %, previendo que el cuarto trimestre (dato que aún no se conoce), sea positivo. Esto, además, teniendo en cuenta que en el tercer trimestre las cifras estuvieron en rojo. Hay que recordar que en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, que es un documento más amplio de proyecciones (a una década), la estimación con la producción de los sectores era de 1,8 %.
Pese a la reducción de ingresos tributarios, que es la principal fuente de financiamiento del Estado, paralelamente surgieron otras circunstancias que llevaron a reducciones en los gastos públicos (menos pago de intereses: $8 billones menos, por ejemplo), con lo cual, esperan reequilibrar la cuentas frente a la contracción del recaudo.
¿Cuánto se recaudó?
Los ingresos totales para 2023 estaban estimados en 309 billones de pesos y se obtuvieron 296 billones (12 billones menos), de los cuales, los impuestos pusieron 262 billones. “Hay que observar que en 2022 se recaudaron 211 billones de pesos, con lo cual, hubo un incremento de 51 billones”, sostuvo Bonilla, quien subrayó que es una cifra sustancial, en parte por las dos reformas que juntaron sus efectos.
El funcionario dijo que la evaluación definitiva de la reforma tributaria 2022, la primera del gobierno Petro, solo se podrá tener cuando las personas naturales aporten su impuesto de renta, es decir, en el segundo semestre de 2024.
¿Y el año en curso?
En el año que apenas empieza se prevé un ingreso total de 320 billones de pesos. Entre tanto, por impuestos se espera obtener 290 billones, lo que es equivalente a 25 billones de pesos menos de lo previsto en la ley de presupuesto para esta anualidad que fue aprobada en el Congreso de la República. “Si el recaudo mejora, los problemas se irían resolviendo, pues dejaríamos de tener algunos problemas de financiamiento”, mencionó Bonilla, quien además enfatizó en que “la situación económica no es angustiante”.