Cada semana, Monómeros trae nuevas noticias. Su historia aún no tiene fin. Tras el anuncio de la toma de control por parte de la Superintendencia de Sociedades, la empresa se movió en varios frentes: por un lado, interpuso recurso de reposición y apelación ante la decisión del ente de vigilancia, y, por otro lado, apenas unos días después se acogió al Decreto 560 de 2020, un mecanismo más expedito y ágil en los procesos de insolvencia.

Es el trámite de emergencia de negociación con los acreedores. En esencia, permite que un deudor con problemas de liquidez, como Monómeros, tenga un espacio de tres meses, periodo en el cual negociará con acreedores, proveedores, clientes y trabajadores para llegar a un acuerdo extrajudicial y reestructurar sus pasivos, sin que lo embarguen ni lo ejecuten. De hecho, como explican algunos expertos, en la búsqueda de estos acuerdos no intervendría nadie más y el papel de la misma Superintendencia es menor, pero lo más importante es admitir a la compañía en ese trámite de negociación. Al cierre de esta edición, la Supersociedades aún no se había pronunciado.

Monómeros, además, anunció una alianza comercial con Daabon, una de las empresas más importantes del sector agroindustrial nacional, ubicada en la costa atlántica. Se trata de un acuerdo para explorar la manera de operar conjuntamente en el mercado colombiano de fertilizantes “y consolidarse como la mejor opción de abastecimiento de productos y servicios para el sector agrícola del país”, señalaron en un comunicado. El acuerdo busca asegurar el suministro de materias primas para la producción de fertilizantes complejos, simples y mezclados, y promover su comercialización en Colombia y la región.

Acogerse al Decreto 560, como la alianza con Daabon, le abre nuevas perspectivas a Monómeros: acuerdos con sus acreedores, nuevas posibilidades de negocios, fuera de inyectarle recursos a la compañía, que podrían derivar en una nueva estructura y vehículo societario.

De acuerdo con expertos en el tema societario, con el decreto hay una ventana de oportunidad para que en esos tres meses también puedan llegar inversionistas o financiadores a la empresa e, incluso, tengan prioridad frente a otros acreedores. “Monómeros tiene estrechez de caja, problemas de liquidez como otras compañías en Colombia, y la solución no es el control que anunció la Supersociedades.

Por el contrario, podría agravar y profundizar la situación de liquidez de la compañía. La solución es el trámite de emergencia para negociar en esos tres meses, buscar nuevos financiadores y mecanismos que le permitan a la empresa salir adelante”, señaló uno de estos expertos. Para él, la compañía tiene mucho potencial, reflejado en los resultados del año pasado en medio de la pandemia: más de 800.000 millones de pesos en ingresos y utilidades por 32.000 millones. Asimismo, hoy es una de las principales productoras de fertilizantes en Colombia, con una participación de 40 por ciento del mercado, y atiende a más de 800.000 agricultores y un millón de hectáreas.

La alianza con Daabon es comercial, pero, como señaló una persona cercana al proceso, “por ahora”. Guillermo Pérez, vocero de la junta directiva de Monómeros, confirmó a SEMANA, ante la eventualidad que brinda la ley de reestructurar el tema societario, que “por supuesto, es una posibilidad”. “En nuestro plan hay varias opciones en este sentido. Son opciones muy técnicas que no quisiera adelantar porque justamente están en un proceso de ejecución y depuración”, agregó.

Monómeros es una empresa con limitaciones propias por el tema político. Su propiedad la disputan dos Gobiernos: el de Nicolás Maduro y el del presidente interino Juan Guaidó. Además, para poder operar, está sujeta a unas licencias del Departamento del Tesoro de Estados Unidos mediante un mecanismo llamado OFAC, sin estar sujeto a las sanciones a las que está sometido el Gobierno de Maduro.

En consecuencia, no tiene acceso a la banca comercial y para operar ha tenido que financiarse con sus proveedores, con algunos de los cuales, como Nitron, la relación está en dificultades. A esta empresa se la acusa de impulsar una toma hostil de Monómeros. “Nitron ha mandado cartas a la Supersociedades, actuando de una forma agresiva incluso contra el Gobierno de Colombia, y ellos mismos han desvelado sus intenciones. El presidente o gerente o dueño de Nitron está en Colombia, y la información que tenemos es que está recorriendo el país tratando de tomar el mercado que es nuestro. Así que todo aparentemente indica que ellos son los que están detrás de esa toma hostil. Como dicen en Colombia: blanco es, gallina lo pone y frito se come”, dijo Pérez.

Según él, Monómeros no ha valorado adecuadamente sus activos. Pero, de acuerdo con sus cálculos y personas expertas que han estado al frente de la empresa, el potencial en función de sus activos y la rentabilidad de su negocio no debería valer menos de 600 millones de dólares. Advirtió que Nitron, firma a la que le deben 23 millones de dólares, “quiere apropiarse de Monómeros, aprovechando las circunstancias que ellos mismos están creando”.

Por eso, los planes hacia el futuro se están ajustando. “La idea es que entren otras empresas proveedoras que podrían, de alguna forma, incorporarse al plantel de Monómeros. Como tenemos esas restricciones de acceso a líneas de crédito, hemos estado atendiendo a los proveedores no solo para que nos den plazo para pagar, es decir que nos den financiamiento, sino para que nos den producto. En la reestructuración, una cosa que quisiéramos lograr es tener acceso a recursos financieros para poder comprarles directamente a los fabricantes mundiales y así ahorrarnos dinero, haciendo más eficiente el negocio. Y si tenemos acceso a las divisas, por el cambio societario, pues también nos ahorramos el tener que pasar por un intermediario financiero para la compra de divisas y pagar nuestras obligaciones”, agregó Pérez.

¿Qué pasa al interior de Monómeros? El interrogante que no ha sido resuelto. | Foto: Monómeros

En el plan legal, una de las prioridades es actuar en el tema societario “para buscar una figura que nos permita, justamente, quitarnos el problema de ese tema de propiedad. Y, como consecuencia, entonces, en ese momento también se eliminaría el tema de la OFAC. Ese es uno de los aspectos legales que debemos emprender”, añadió Pérez.

De hecho, la estrategia casaría con una propuesta de Julio Borges, representante del Gobierno interino de Juan Guaidó. “Desde hace más de un año, hemos hecho una propuesta de lograr una protección de esos activos contra Maduro y los acreedores, creando una especie de fideicomiso. Buscamos que los activos sean manejados por los gerentes más profesionales y tengan una vigilancia de un organismo internacional como el Banco Interamericano de Desarrollo; y sacar lo que está pasando ahora, que es la conducción por parte de la oposición venezolana de esas empresas y esos activos. Eso es perder el foco. Los partidos políticos no están para manejar empresas, ni Monómeros, ni Citgo. Hay que sacar la política de allí; y proteger a los activos de Maduro y los acreedores”, señaló Borges en entrevista con un periodista venezolano, recogida por otros medios.

Pero la disputa no es solo entre el régimen de Maduro y la oposición. Entre los grupos que respaldan a Guaidó está el famoso G4, y cada uno, con fuerzas poderosas, tiene representantes en la junta y no siempre las visiones coinciden, como sucede con la oposición en el vecino país. Un claro ejemplo de ello ocurrió hace unos días cuando Humberto Calderón Berti, exembajador de la administración de Juan Guaidó en Colombia, aseguró, durante una entrevista con el periodista César Miguel Rondón, que la situación de Monómeros se debe a la “extrema politización” del líder de Voluntad Popular Leopoldo López, “quien politiza exageradamente todo a lo que le pone la mano”.

Al cierre de esta edición, la Supersociedades no se había pronunciado para admitir a la compañía en ese trámite de negociación. | Foto: GUILLERMO TORRES REINA

Mientras se espera la respuesta de la Supersociedades en torno a los recursos de reposición y apelación frente al control que decidió asumir el ente de vigilancia y a la respuesta de la solicitud de la empresa para acogerse al Decreto 560, Monómeros construye sus planes para el futuro.

Pérez explicó que la estrategia abarca varios pilares: legal, financiero, comercial y social. “Queremos no solo recomponer el negocio actual de fertilizantes sólidos, nutrición animal y comercialización. También buscamos entrar en foliares y líquidos, al igual que en el mejoramiento de suelos y cultivos, en regeneración ambiental y, además, en alimentos para exportar productos de talla mundial”, puntualizó el vocero de la junta.

Por ahora, Monómeros sigue, en medio de las tensiones políticas y empresariales, a la espera de aclarar su futuro.