Considerado como uno de los líderes de la industria de la moda en Colombia, fundador junto con otras personas visionarias, del instituto Instituto para la Exportación y Moda, Inexmoda, Guillermo Valencia Jaramillo falleció este miércoles en la madrugada, a los 92 años.
Economista y filósofo, antioqueño de pura cepa, hizo grandes aportes a la exportación textilera del país, en particular, cuando Colombia quedó en el limbo, tras la decisión del Departamento de Comercio Exterior de Estados Unidos (1984), de quitar los subsidios tributarios que el Gobierno colombiano daba a los textileros y confeccionistas por exportar hacia ese país (los certificados de reembolso tributario –Certs–).
Fue en ese momento que los empresarios colombianos empezaron a buscar salidas y deciden la creación de una institución de fomento del tema exportador de Colombia. Allí nacieron las bases de Inexmoda.
Por ello, toda la experticia de Valencia fue puesta después en el proceso que adelantó al país para la firma del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.
Su legado pasará a la historia de la moda y de las exportaciones en Colombia, pero en particular, pondrá en las páginas la participación de Medellín y Antioquia en este importante sector de la economía nacional.
Se le recuerda por haber sido presidente de Industrias e Inversiones El Cid, la primera exportadora de confecciones de Colombia. Además, Guillermo Valencia también fue miembro de la junta directiva de Analdex, el gremio de empresas exportadoras; integró otras juntas como las del Grupo Éxito y Bancoldex, y fue vicepresidente de la junta seccional de la Andi en Antioquia.
Fue revolucionario en su pensamiento, defensor a ultranza del libre mercado, por lo cual, ponía de presente la dificultad que había tenido Antioquia en avanzar más rápido, debido al proteccionismo local.
Defendió siempre las ideas serias, pero recalcaba en que no se podía ser tan trascendental como para no dejar espacio a nuevas ideas. “Uno puede tener preocupaciones y dolor por tanta pobreza pero no ser trascendental ni orgulloso más allá de lo soportable para los amigos”. Por eso sostuvo y aplicó teorías, según las cuales, para disfrutar la vida había que ser humildes y discretos, porque “tanto orgullo no permite reír”.