Sorpresivo resultó para varios analistas el hecho de que el Gobierno decidiera hacer un pare en el incremento en el precio de la gasolina, que venía aplicando desde octubre del año pasado.
Las suspicacias no se hicieron esperar. Aunque el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, sustentó que el descanso en los incrementos se decidió, teniendo en cuenta la coyuntura con los taxistas, pues no se inscribieron de forma masiva para que les devuelvan parte del incremento en el costo del galón, no son pocos los que señalan que la razón, en el fondo, sería que octubre es el mes de las elecciones regionales, las cuales son un termómetro para los partidos políticos, pues es sabido que el alza en la gasolina puede causar un costo político alto.
“El Gobierno nacional continúa avanzando en el compromiso de compensación de la gasolina para los taxistas acordado el 25 de agosto de 2023. Un acuerdo que compensa al gremio de taxistas el aumento del precio de la gasolina por lo que resta de 2023, teniendo en cuenta que las tarifas de los taxis contienen inflexibilidades que podrían afectar el ingreso de los conductores”, dijo el Ministerio de Hacienda a través de un comunicado.
Tasas de interés e inflación
De igual manera, también está el escenario de la inflación, que pese a haber disminuido, en la última medición mostró señales que dejan ver que continúan las amenazas, principalmente para el precio de los alimentos, debido a la presencia del fenómeno de El Niño, conjugado con la presión que ejerce sobre ellos el costo de la gasolina.
La decisión del Banco de la República de dejar estable las tasas de interés de referencia es otro signo que muestra que los nubarrones, en términos de inflación, no han pasado. El equipo que rige la política monetaria del país, por mayoría, prefirió no bajar los intereses (la tasa de referencia está en 13,25 % desde hace algunos meses), aunque así lo venían solicitando distintos sectores de la economía.
El incremento en el precio de la gasolina sería una de las razones por las cuales no ha bajado con mayor velocidad la inflación. Así que este receso en la senda alcista del combustible, además, serviría para establecer qué tanto le pone este hidrocarburo a la inflación, lo que, no obstante, se verá hasta el próximo mes, pues el resultado de septiembre se conocerá este 6 de octubre.
Control a la inflación también sirve políticamente
Tener la inflación bajo control es un resultado que sirve políticamente, ya que ese es el peor impuesto para los ciudadanos, principalmente para los más vulnerables.
En ese contexto, Colombia se encuentra en un dilema, pues no hay forma de no continuar las alzas en el precio de la gasolina, hasta el momento en el que se empareje con el internacional, pues el objetivo es cerrar la brecha en el FEPC (Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles). Tanto así que el propio ministro Bonilla sostuvo que aún faltan 3 alzas, lo que implicaría que se terminaría el ciclo alcista en enero de 2024, teniendo en cuenta que ya octubre pasará de agache.
Así las cosas, el aumento en el diésel, que tendrá que hacerse para poder enfrentar de forma integral el déficit que tiene el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), se vendría a dar en febrero, algo que desde ya debe empezar a preocupar.
Como es sabido, en cada inicio de año empiezan a aplicar diversos incrementos, toda vez que en diciembre de cada año se negocia el aumento del salario mínimo, lo que a su vez está indexado a otros incrementos. Es decir, se juntarían varios apretones, pero en particular, el del diésel, es uno de los más temidos, puesto que ese combustible es el que mueve el transporte de carga, con lo cual su mayor precio le pegaría a todo, en particular a los alimentos.