Recientemente, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público publicó el Informe de ejecución del Presupuesto General de la Nación acumulado a diciembre de 2023, donde se observó que el nivel de inversión en la ejecución presupuestal de 2023 fue la más baja en los últimos diez años.

En ese sentido, al finalizar diciembre, de las apropiaciones definitivas de funcionamiento ($ 261,3 billones) se comprometió 97,7 %; se obligó 90,4 % de lo apropiado y 92,5 % de lo comprometido, y se pagó 90,2 % del total apropiado y 99,8 % de las obligaciones contraídas, según el Ministerio de Hacienda.

Respecto a la inversión, la apropiación definitiva fue de $ 83,3 billones, y en inversión se comprometió el 90 %, es decir, $ 75 billones, obligó 71,3 % ($ 59,4 billones) y pagó 70,5 % ($ 58,8 billones).

Los doce sectores con mayores apropiaciones concentraron el 86 % ($ 71,7 billones) del presupuesto de Inversión.

Sobre el servicio de la deuda, hubo apropiaciones definitivas por $ 78,5 billones, en el período analizado se comprometió 95,9 %, se obligó y pagó el 95,7 % del servicio de la deuda.

Vale la pena recordar que a menos de dos meses para finalizar el año, el Presupuesto General de la Nación de la vigencia 2023 alcanza apenas una ejecución del 71 %, según el reporte mensual de la Contraloría General de la República, realizado por la Dirección de Información, Análisis y Reacción Inmediata (Diari).

El porcentaje de ejecución total es del 71,5 %, mientras que el porcentaje de ejecución sin el servicio a la deuda pública es del 67,1 %. En cuanto al gasto, se ha ejecutado el 54,4 % en inversión, el 71,2 % en funcionamiento y el 90,5 % en servicio a la deuda.

El porcentaje de ejecución total es del 71,5 %, mientras que el porcentaje de ejecución sin el servicio a la deuda pública es del 67,1 %. | Foto: Alejandro Acosta

Por sectores, la Presidencia de la República y el sector de Planeación presentan los indicadores de ejecución más bajos. La Presidencia ha ejecutado solo el 13,3 % de su presupuesto total vigente, con un 21,2 % en gasto de funcionamiento y un 2,3 % en inversión.

En cuanto al sector de Planeación, se ha ejecutado el 30,9 % del presupuesto total vigente, con un 65 % en gasto de funcionamiento y un 17,1 % en gasto de inversión.

S&P bajó perspectiva de calificación crediticia de Colombia de estable a negativa por débiles expectativas de crecimiento económico

S&P Global Ratings revisó la perspectiva de sus calificaciones de largo plazo de Colombia de estable a negativa.

La entidad confirmó las calificaciones crediticias soberanas de largo plazo en moneda extranjera de ‘BB+’ y ‘BBB-’ en moneda local de largo plazo para Colombia y también las calificaciones de corto plazo en moneda extranjera de ‘B’ y de ‘A-3′ en moneda local de corto plazo.

“Esperamos una amplia continuidad en las políticas fiscal y monetaria dentro de un entorno político estable. Nuestra perspectiva es negativa porque una confianza potencialmente débil y persistente de los inversionistas (que afecta la inversión del sector privado) puede representar riesgos para nuestras expectativas de que el crecimiento del PIB regrese a su tasa tendencial de poco más del 3 % en los próximos dos años. El bajo crecimiento económico puede indicar una menor resiliencia económica y, en ausencia de medidas correctivas, podría contribuir a un deslizamiento fiscal o a mayores vulnerabilidades externas”, dijo la entidad.

S&P advirtió que se podría rebajar la calificación de Colombia durante los próximos dos años si el crecimiento económico está por debajo de sus expectativas.

También, explicó que se podría bajar la calificación si los déficits de cuenta corriente (CAD) mayores a lo esperado empeoran el ya débil perfil externo de Colombia o si un deslizamiento fiscal inesperado contribuye a debilitar las finanzas públicas.

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“Por el contrario, podríamos estabilizar la calificación durante los próximos 12 a 24 meses si percibimos menos riesgo para la tendencia de crecimiento económico esperado de Colombia, probablemente junto con medidas de política que mejoren el perfil financiero del soberano”, afirmó S&P.

Un sector exportador más grande y diverso, que ayude a reducir la vulnerabilidad externa y fortalecer la resiliencia económica, podría ayudar a estabilizar la calificación, resaltó la calificadora.

“Las calificaciones de Colombia se basan en su democracia e instituciones políticas estables, que han sostenido políticas económicas predecibles durante muchos años, a pesar de varios shocks económicos. También incorporan flexibilidad de la política monetaria basada en objetivos de inflación y un tipo de cambio flexible, que siguen siendo amortiguadores económicos clave contra los shocks externos. Nuestras calificaciones están limitadas por la elevada deuda externa del soberano y sus términos de intercambio volátiles, así como por su limitada flexibilidad fiscal”, agregó S&P.

Advirtió que no impulsar el crecimiento económico podría erosionar gradualmente el perfil financiero del soberano.

Advirtió que no impulsar el crecimiento económico podría erosionar gradualmente el perfil financiero del soberano. | Foto: 2013 Bloomberg