SEMANA: ¿Qué pasó con Canacol?
Jorge Carrillo: Básicamente, nosotros firmamos un contrato en el año 2021, de suministro de gas. Es un contrato habitual. Eso tiene su historia desde el año 2018, en conversaciones entre EPM y Canacol. Pero obviamente, Canacol no estaba fungiendo como comercializador, sino como productor.
Eso quiere decir que nos tenía que marcar dónde eran los campos de producción, y esos campos estaban en el departamento de Sucre, en el sector de Jobo. Ese gas, para llegar al Citygate que es el punto donde nosotros lo tomamos en Medellín, tendría que dar la vuelta y subir primero casi que hasta Cartagena y después devolverse por el Magdalena Medio en una vuelta muy larga.
El contrato estaba basado en comprar gas en unas cantidades suficientes que le permitiera a Canacol construir un gasoducto desde Sucre directamente hasta un punto más óptimo cerca a Medellín. Por eso se habla de un gasoducto, pero nosotros no compramos un tubo. Nosotros compramos gas. Pero como era evidente que el gas que nos interesaba tenía que llegar de una forma más eficiente, le estábamos haciendo un control desde el contrato a la construcción del gasoducto. Entonces incluimos varios hitos.
SEMANA: ¿Cuáles?
J.C.: Un hito era que nos contaran quién iba a ser el constructor del tubo. Pero no tenían que consultarnos, sino que nos contaran quién. Otro hito era la consecución de la licencia ambiental. Y por allá había otro hito que era un porcentaje de avance mínimo en cierta fecha.
Eso era simplemente una supervisión para salvaguardar el suministro material del gas, por parte de EPM, de que todo iba bien.
SEMANA: Entonces, ¿qué pasó?
J.C.: El contrato se suscribe. y como nosotros no tenemos injerencia en las decisiones de Canacol, pues nosotros ni participamos en quién era el constructor del tubo, y les veníamos preguntando ¿ustedes cómo van con la licencia? Y no solamente les preguntábamos, sino que también nosotros podíamos verificar, porque es un trámite público, el estado de la licencia, ahí empezaron las preocupaciones nuestras.
Porque el hito de la licencia ambiental tenía que cumplirse a 15 de julio del 2023. Entonces, cuando empezamos a hablar, ellos básicamente nos dicen: “tenemos dificultades por temas de orden público, porque la autoridad de licencias ambientales también se está demorando un poco más”. Y nos pidieron de una manera informal, en el marco de una reunión, es decir, no por escrito, que les corramos el plazo de ese hito de control de julio. A nosotros, como en realidad nos interesaba era el gas les dijimos busquemos una negociación donde ustedes nos amplíen las garantías, nos traigan los contratos de respaldo, por si acaso ustedes fallan para que nosotros estemos tranquilos y les corremos la fecha.
SEMANA: ¿Y qué sucedió?
J.C.: Estábamos en esa discusión afinando detalles, y en el marco de esa discusión, ellos nos notifican que hay un evento de fuerza mayor que les impide cumplir las condiciones del contrato. Eso fue más o menos en mayo. Pero eso lo hicieron de manera unilateral y nosotros se lo rechazamos.
Ellos decían que por situaciones de orden público en la zona del proyecto, los contratistas de ellos que estaban a cargo de sus estudios, de la licencia, no hayan podido hacer sus actividades. Y nosotros le negamos esa fuerza mayor.
SEMANA: ¿Por qué se la negaron?
J.C.: Porque en nuestra consideración, el tema de orden público era algo que estaba ya latente desde el momento que firmamos el contrato. Después volvimos a sentarnos a conversar sobre los detalles de ese otro sí. Y básicamente acordamos, incluso en la minuta pendiente que nos trajeran la garantía ampliada y firmarlo. Y cuando estábamos esperando eso, lo que nos llegó fue la notificación de terminación unilateral por parte de Canacol del contrato. Esa es básicamente la historia corta del tema.
SEMANA: Hay dos escenarios. El primer escenario es un escenario legal. Ustedes, ¿qué acciones piensan interponer? Y el segundo es el plan B, desde el punto de vista operativo, para atender demanda de gas en Medellín.
J.C.: Arranco por el segundo. Nosotros tenemos gas suficiente y contratado, incluso hasta finales del 2024. Nosotros no estamos en una contingencia respecto al suministro de gas.
¿Qué es lo que pasa? Que habíamos comprado gas por 10 años, empezando tal vez en diciembre del 2024. Y como nosotros somos una empresa pública, estamos comprometidos presupuestalmente. Es decir, el contrato de Canacol no nos dejaba ir a comprar más gas porque teníamos el presupuesto comprometido. Con esta terminación, ya se nivela el presupuesto. Y nosotros, en las subastas que vengan y en el mercado secundario, vamos a ir comprando gas de acuerdo a las mejores condiciones. De la forma habitual, como EPM se ha abastecido.
No hay un riesgo como tal para los usuarios.
SEMANA: ¿Y en el tema jurídico?
J.C.: A la primera pregunta, cuál es la estrategia legal, pues básicamente nosotros hemos hecho una revisión del contrato, donde en nuestra interpretación hay unas garantías en beneficio de EPM cuando la contraparte, en este caso Canacol, decida terminar el contrato unilateralmente. Esas garantías son del orden de 10 millones de dólares. En nuestra interpretación nosotros tenemos derecho a eso. ¿Y por qué se pactó así? Básicamente porque todo contrato con EPM tiene garantías. Eso es lo primero.
Lo segundo es que eso pretende recoger los perjuicios que pudo habernos ocasionado esta situación respecto a haber podido comprar gas en unas mejores condiciones.
Que es básicamente lo que estamos analizando y mirando. Y eso garantizaba la primera fase de ese contrato, de la parte antes del suministro.
SEMANA: ¿Quiénes podrían ser los nuevos proveedores de gas de ustedes? Obviamente será Ecopetrol. ¿Algunos otros nuevos proveedores?
J.C.: Hasta ahora estamos empezando la exploración. Es una cantidad de gas importante. Estamos en una época donde hay una aparente escasez, sobre todo para este periodo de El Niño, que no es nuestro problema. En este momento nosotros no estamos buscando gas para esta etapa porque lo tenemos. ¿Qué aspiramos? Que el otro año, primer trimestre, estemos comprando gas, probablemente a Ecopetrol, como el mayor productor de gas en Colombia, pero también estamos abiertos a que cualquier otro agente del mercado nos ofrezca gas en buenas condiciones, teniendo en cuenta que nosotros somos un excelente cliente.
¿Cuál ha sido la preocupación nuestra siempre? En el gas, en el caso de un distribuidor como lo somos nosotros, el precio del gas se traslada al usuario. Entonces aquí no está ganando ni perdiendo EPM. Si nosotros consiguiéramos gas más barato, el que gana es el usuario. Y si conseguimos gas más costoso, el que pierde es el usuario.
Por eso la estrategia de abastecimiento es siempre conseguir gas confiable al menor precio posible.
SEMANA: ¿Ustedes están de acuerdo con la planta de regasificación que han planteado en el Pacífico?
J.C.: Creo que más allá de estar de acuerdo, nosotros conocemos que la situación en el Pacífico tiene unas limitaciones superiores a las que tiene el resto del país para abastecerse de gas. Que esa sea la mejor solución técnica posible, no hemos llegado a ese nivel de detalle. Pero tal vez el llamado que sí hacemos es a priorizar un poco los esfuerzos, a atender la demanda de gas a nivel nacional, que hoy en día tiene dificultades de acceder a gas en el 25 y en el 26. EPM estaba mejor que todos, en términos de los contratos de gas que tenía. Desapareciendo Canacol queda en las mismas condiciones, que la mayoría de distribuidores del país. Y lo que va a pasar es que en el 24 y el 25 todos vamos a pujar por un gas que está escaso, que está costoso. Y entonces, si la planta regasificadora tiene unos beneficios para todos los usuarios, pues bienvenida. Pero un poco el llamado es que no nos despreocupemos de la solución integral para todo el país.
SEMANA: ¿Ellos podrían también poner alguna acción jurídica?
J.C.: Pues de poderla poner, sí. Cada quien tiene su autonomía para definir qué acciones emprender. Pero en nuestra interpretación no tiene ninguna posibilidad de prosperar. ¿Por qué razón? Porque nosotros compramos gas. Nosotros no compramos un tubo. Entonces, el compromiso de ellos era suministrarlo. Los otros temas eran elementos básicamente de estar monitoreando y supervisando la obligación primaria que les suministra el gas, no como tal el tubo. Nosotros no vemos ese riesgo. Tampoco es que tengamos ganas de confrontar. Sí nos sentimos sorprendidos por la notificación por parte de ellos, pero la responsabilidad de la construcción, de los trámites, de todo era exclusivamente de ellos. Es que nosotros en eso no revisamos un estudio, un papel, nada. Era exclusivamente de ellos con plena autonomía. Además, nosotros ni siquiera controlamos el tamaño, el volumen, el trazado, el precio del tubo. Nosotros pactamos cantidad de gas a un precio determinado. Eso es lo único que pactamos nosotros.
SEMANA: ¿Un nuevo proveedor no tendría otra vez los mismos problemas de licencias y todo eso? ¿Eso retrasaría mucho más el tiempo que estaba previsto para diciembre del 2024?
J.C.: Hay una situación que ellos escriben de orden público, pero yo también quiero dar tranquilidad, porque esa no es la única ruta que les suministra el gas de la que depende EPM. O sea, nosotros a lo que le apostamos es a tener una diversificación de las fuentes de gas que consumimos. Si por ejemplo nosotros tenemos un gasoducto que es operado por Transmetano, que nos provee el gas que se produce en la costa o que se produce en los llanos. Si nosotros tenemos acceso a eso.
Si alguien más produce gas en esta zona de la costa Caribe, en Sucre, en Córdoba, y nos lo quiere poner, nosotros lo vamos a comprar en el Citygate de aquí. Nosotros no tenemos interés en construir tubos, en nada de eso. Es en el Citygate de acá. Con el interés que hemos tenido siempre que es favorecer al usuario.
¿Nosotros qué queremos? Nosotros sentimos que, si tenemos más acceso a la oferta, podemos negociar mejor en beneficio del usuario, no en los márgenes de EPM.
SEMANA: ¿Ya no hay ninguna posibilidad de diálogo? Le escuchamos al ministro de Minas que estaban conversando con ustedes y con ellos y daba la sensación de que querían buscar una alternativa para que no se parara esto en este momento.
J.C.: Esto no parte de un conflicto. Nosotros no es que nos hayamos agarrado en la mesa, en nada de eso. Esto parte básicamente de un contratista de EPM que toma la decisión unilateral de terminar el contrato. Nosotros hubiéramos preferido mantener ese contrato porque fue en unas condiciones de precio y cantidades muy favorables para los usuarios de EPM. Pero, por supuesto, estamos incómodos con la situación. Y además es que el contratista nos está diciendo que tiene una imposibilidad para cumplirlo. Entonces, la forma de mitigar los riesgos que le corresponde a la EPM es básicamente buscando el gas de la manera tradicional. En eso estamos.
Nosotros no tenemos expectativa en este momento de retomar ese suministro.
SEMANA: Hace unos días, el senador José David Name anunció que van a presentar un proyecto de ley al Congreso para permitir la integración vertical de Ecopetrol para que pueda generar energía. Pero además que le permitirían con ese proyecto de ley a Ecopetrol también entrar al negocio de transporte de gas. ¿Usted cómo vería eso en este momento en el que ustedes tienen precisamente una dificultad no sólo en el transporte de gas sino también en un proveedor de gas confiable para su negocio de gas en Medellín?
J.C.: Yo creo que los monopolios, solo por el hecho de ser monopolios, no son malos. Los monopolios o las posiciones dominantes son malos cuando se abusa de las posiciones dominantes. En ese sentido, si las leyes y la normatividad generan elementos de control, balances e imposibilidad de abuso y lo que se pretende es facilitar que empresas con carácter público puedan hacer un despliegue mayor, nosotros no tenemos problema. Mal lo haríamos porque nosotros somos integrados verticalmente en muchas actividades y no hemos nunca abusado de esa posición. Si esas premisas se mantienen, yo creo que es sano que lleguen estos nuevos actores proponiendo ideas con su capacidad económica y ojalá en el marco de alianzas con otros actores a resolver todos los escollos de infraestructura, transporte que hay tanto en el sector eléctrico, generación y gas.
SEMANA: ¿Definitivamente EPM no está interesado en entrar al negocio de transporte de gas y tampoco al de producción de gas?
J.C.: Nosotros no estamos gestionando ninguna norma para que EPM lo pueda hacer.
Si llegáramos a quedar habilitados por carambola, pues haremos las mismas evaluaciones que hacemos de todos los proyectos en cuanto a rentabilidad, en cuanto a qué tan bueno y alineado con la estrategia es, pero no estamos haciendo ninguna gestión en ese sentido.