“Estamos jugando con fuego”. Esa fue la expresión que utilizó Alfonso Medrano, presidente de la Cámara Intergremial del Transporte (Unidos), durante la audiencia pública realizada en la Comisión Cuarta del Senado, donde se escudriñó el álgido tema de incremento en el precio del ACPM, que viene andando desde hace más de un año y nada que sale humo blanco.
Tras la realización de 10 mesas técnicas, las posiciones están en el mismo lugar: el gobierno, principalmente a través del Ministerio de Hacienda, argumenta que hay que hacer incrementos en el diésel, al igual que se hizo con la gasolina. En parte, por un gran hueco que se generó en el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), por cuenta de los subsidios que se aplicaron por años mientras el precio internacional subía y se estabilizaba en el país.
En el otro extremo, los transportadores, representados a través de varios gremios, abogan por un cambio en la fórmula para establecer el precio del combustible, principalmente en el componente que va al productor, que recibe el 63 % del ingreso, mientas que otro 15 % se va en impuestos y los costos de logística y operación del sector se cubren con un 22 %.
Por esa razón, Medrano dijo que, tal como lo han expresado en las mesas técnicas, “no vamos a negociar alzas, vamos es por una reformulación”.
Los transportadores expusieron, a través de varias voces, que su alternativa, puesta sobre la mesa, es el llamado precio Colombia, es decir, que no se establezca una paridad con el precio internacional.
Para sustentar sus argumentos, pusieron en el debate no solo la condición de Colombia como productor de crudo y trajeron a colación las cifras que entregó el vocero de Ecopetrol, según las cuales en las dos refinerías del país se produce todo el diésel que se necesita.
Adicionalmente, con la vocería de Nidia Hernández, presidenta de Colfecar, gremio de transportadores, también se expuso la realidad que los conductores viven en las carreteras, donde, en 2023, se produjeron 742 bloqueos viales, a razón de 2 diarios (si se hiciera el cálculo lineal). Pero no es todo, la inseguridad, las vacunas que les están aplicando los grupos ilegales, también ponen sobrecostos a la operación del servicio que cada vez se encarece más y, en consecuencia, no aguanta una carga más, dijeron los voceros.
Medrano, por su parte, fue quien más insistió en que “el tema con este combustible está delicado en las calles”, mensaje que envió luego de una manifestación que se realizó recientemente, en la que los conductores sacaron sus tractomulas en las principales ciudades del país, no para trabajar, sino para protestar.
¿Qué dijo el Gobierno?
Por parte del Ministerio de Hacienda, la intervención la hizo María Fernanda Valdés, viceministra de esa cartera, quien habló de la transición energética, pero, principalmente, del déficit del Fepec, que en 2022 acumuló un faltante de $ 36 billones, y en 2023, registró cifras preliminares de $ 20,6 billones. Con esos recursos (los 36 billones de pesos que ya cubrieron el déficit) se podrían hacer 25.706 kilómetros de vías terciarias; 9 millones de estudiantes podrían ser cubiertos con educación básica y media, o se podrían irrigar en la población más vulnerable 851.000 subsidios de vivienda prioritaria (VIP) y de interés social (VIS).
Desenrollar la madeja con el ACPM no será nada fácil.