Esta medida se adoptó en cumplimiento de dos artículos que fueron incluidos por el Congreso de la República, cuando se adelantaba el trámite del Plan Nacional de Desarrollo.  Esto quiere decir que desde ahora las prendas de vestir que vengan de países con los cuales no se tenga TLC, deberán pagar 37,9% de arancel, cuando el valor del kilo sea inferior a US$20 y 10% más 3 dólares el kilo, cuando el valor sea superior a US$20 dólares el kilo.

La Cámara Colombiana de la Confección y Afines (Cccya), fue uno de los actores que más presionó para adoptar esta medida proteccionista. Esto con el fin de imponer salvaguardar la industria nacional. Desde la Cámara consideran que esta medida no sólo frenará la destrucción de las fábricas y del empleo, sino que también servirán para mejorar los tributos que recibe el país por este concepto. “Los aranceles buscan proteger los empleos dentro del país, evitando que competidores de países con los que no tenemos TLC vendan productos a precios demasiado bajos, y para que las empresas nacionales resulten competitivas y rentables”, indicó la Cámara por medio de un comunicado. Sin embargo, esta medida puede pegarle al bolsillo de la mayoría de los colombianos, ya que según Fenalco Y Analdex, el precio de la ropa presentaría un aumento cercano a 25%. Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, considera que esta medida no solo afectará el consumo de los hogares, sino que también será un golpe para los comerciantes formales.

Cabal, también aseguró que la imposición de estos aranceles tendrá efectos negativos para la industria nacional, ya que sería un estímulo para el contrabando, teniendo en cuenta que se presentará un margen de más de 50% (arancel, más IVA, más menor precio del dólar callejero). Además de estas afectaciones, Fenalco pronostica que la economía puede sufrir una afectación considerable, pues una caída en las ventas sumada a la inestabilidad jurídica, generará una presión considerable sobre el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). Desde la Cccya han indicado que no creen que los colombianos se vayan a ver afectados por un incremento en los precios de la confecciones, pues el país cuenta con acuerdos comerciales con países como Estados Unidos, México, Ecuador y la Unión Europea. 

Según la Cccya lo que se busca con esta salvaguarda es desestimular las importaciones que provienen de China, India y África, lugares de mano de obra barata, que no cuentan con buenas condiciones de trabajo lo que facilita una producción a muy bajo costo. Sin embargo, puede que esta medida no dure en pie mucho tiempo. Esto, considerando que la Corte Constitucional ha aceptado varias demandas que solicitan la derogación de los decretos. Fenalco, Analdex y la Andi, quienes demandaron la medida, alegan que los artículos deben ser derogados por la Corte, pues estos no surgieron por iniciativa del Gobierno y el Congreso, quien los formuló y aprobó, no cuenta con la facultad para proponer tributos.