Hace ya más de una década que en Colombia, con una sentencia de la Corte Constitucional, les pusieron fin a las estrambóticas mesadas con las que quedaban congresistas y magistrados, las cuales eran liquidadas a partir de 40 y hasta 45 salarios. Posterior a ello, las megapensiones tuvieron como tope máximo 25 salarios mínimos, lo que sigue sonando excesivo en un país en el que solo hay un poco más de un millón de ciudadanos pensionados y el 80 % con uno o dos salarios mínimos.

Las leyes fueron hechas por los mismos beneficiados, quienes, no contentos con gozar de un régimen especial, que permitía obtener la pensión con 20 años de servicio y a una edad de 50 años (hoy hay que cotizar mínimo 1.300 semanas, equivalentes a 27 años de trabajo, o hasta 1.600 semanas, intentando que la mesada no quede tan pobre), echaron mano de una vieja legislación que permitía hacer equivalencias: por publicación de un libro le ‘perdonaban’ dos años de cotización.

Como si fuera poco, cuando se buscaba corregir lo inaudito de la situación, los beneficiarios daban la batalla para no dejarse quitar la gabela que demandó billonarios recursos públicos.

Estos son 8 casos emblemáticos de pensiones hechas con libros, muchos de los cuales pasaron inadvertidos (no los leyó casi nadie). En la mayoría de los casos, cuando las millonarias pensiones eran demandadas por el Estado, los beneficiarios intentaron revivir la megapensión interponiendo hasta acciones de tutela.

Foto ilustrativa Pensiones | Foto: Jamie Grill Photography

1. Héctor José Moreno Reyes.

Fue senador durante 4 meses, entre 1990 y 1991, según información suministrada por Fonprecon (Fondo de Previsión Social del Congreso de la República).

Moreno Reyes acreditó 17 años de servicio y aportó dos libros: “Hombres y Aeroplanos” y “Llanos de Colombia”.

En los registros del caso figura una sentencia proferida el 14 de abril de 2016, a través de la cual, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca declaró la nulidad del acto administrativo que le reconoció la pensión, y al resolver el recurso de apelación, el Consejo de Estado en sentencia del 7 de octubre de 2021 confirmó la decisión.

En virtud de la sentencia dejó de recibir pensión de tope. Interpuso tutela con la cual obtuvo pensión de jubilación por aportes.

2. José Manuel Vergara Contreras

Fungió como senador durante 7 años, entre 1974 y 1982. Para solicitar la pensión acreditó 10 años y 6 meses de servicio. Como se otorgaban dos años por libro publicado, aportó cinco: “Apuntes especiales”; “Alejo Durán”; “La patria boba”; “El principio de algunas cosas”, y “Poetas de Córdoba”.

Este caso, también manejado jurídicamente en el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, declaró la nulidad del acto administrativo que reconoció la pensión. La sentencia fue proferida el 9 de octubre de 2015, pero hubo apelación. El caso fue a parar al Consejo de Estado, donde se resolvió hasta el 7 de abril de 2019, fecha en la cual se confirmó la decisión del Tribunal.

La persona interpuso tutela, la cual fue fallada a favor de Fonprecon.

'Chuleado'. Los actos administrativos para otorgar megapensiones recibían visto bueno. Años después de haber disfrutado de la pensión, en muchos casos, surgieron demandas. | Foto: Redacción Semana

3. Julio Bahamón Vanegas

De manera discontinua, laboró como senador y representante a la Cámara, en el periodo que va de 1981 a 1998. A la hora de solicitar su pensión, acreditó 18 años y 3 meses de servicio. Para completar el tiempo requerido presentó dos libros: “Paz o insurrección” y “Una reflexión para la convivencia nacional”.

En marzo de 2016, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca anuló el acto administrativo que le reconoció la pensión. De igual manera, el ciudadano apeló, pero el Consejo de Estado, respaldó la decisión de primera instancia.

También hubo tutela de por medio, pero el fallo fue a favor de Fonprecon.

4. Juan Hernández González

Con dos publicaciones: “El hombre y el medio ambiente”, y “Periódico didáctico”, este senador y representante a la Cámara que estuvo en el Congreso de la República de manera discontinua (entre 1978 y 1990, completó el tiempo requerido para solicitar la pensión. En febrero de 2018, el Tribunal de Cundinamarca falló en contra del acto administrativo pensional. Casi tres años después, el Consejo de Estado resolvió la apelación y el ciudadano dejó de recibir pensión de tope.

La tutela no se hizo esperar, pero fue fallada a favor de Fonprecon.

El ahorro pensional, clave para el aseguramiento en la vejez.

5. Emith Montilla Echavarría

Fue representante a la Cámara durante 4 años (1998-2002). A los 18 años de servicio que acreditó, al momento de solicitar la pensión, le sumó el libro “Tendencias criminológicas”, que le valía por 2 años de cotizaciones.

También hubo fallo del tribunal, en contra de la ciudadana, apelación y confirmación de la sentencia en el Consejo de Estado. De igual manera, apareció la tutela que fue resuelta a favor de Fonprecon.

6. José Alfonso González López

Con 16 años y seis meses de servicio, este senador de la República entre 1982 y 1986, quien hacía suplencias, aportó dos libros: “Lecciones inmobiliarias” y “Testimonios inmobiliarios”. El Tribunal declaró la nulidad del acto administrativo que le otorgó la pensión.

REUTERS | Foto: Peter Dazeley

7. Luis Bernardo Elejalde (q.e.p.d.)

Fue representante a la Cámara entre 1973 y 1974. Acreditó 18 años y 5 meses de servicio. El libro aportado para utilizar los dos años de equivalencia fue “El ingeniero delgado Don Quijote de la Mancha”, una adaptación del Quijote de Cervantes. Además de no ser un texto de enseñanza, como lo exigía la ley (inaudita), fue publicado por Colcultura, es decir con dineros públicos.

Este caso está pendiente de sentencia.

8. Alberto Dangond Uribe

Este representante a la Cámara en el periodo comprendido entre 1964 y 1979, de manera discontinua, acreditó 12 años y 2 meses. Aportó 4 libros: ”Mi diario de la Unión Soviética”; “Introducción al estudio de la democracia”; “Hacia una nueva política-Memorias de iluso”, y “Rafael Núñez, regenerador de Colombia”.

Sentencia, pendiente.

* INFORMACIÓN SUMINISTRADA POR FONPRECON