El informe anual Panorama Humanitario Mundial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) estimó que 235 millones de personas en todo el mundo necesitarán algún tipo de asistencia de emergencia EN 2021, lo que representa un aumento del 40% en el último año. "El incremento se debe casi enteramente a la covid-19", señaló a los periodistas el coordinador de ayuda de emergencia de la ONU, Mark Lowcock. El próximo año, una de cada 33 personas en el mundo necesitará ayuda, indica el informe. El llamado anual de las agencias de la ONU y otras organizaciones humanitarias presenta, por lo general, un escenario sombrío de las necesidades provocadas por los conflictos, los desplazamientos, los desastres naturales y el cambio climático. Visite: La Fed prevé meses "difíciles" para la economía de EE. UU. por repunte de covid Pero ahora, advierte, la pandemia de coronavirus, que ha matado a más de 1,47 millones de personas en el mundo, ha afectado desproporcionadamente a aquellos que "ya viven al filo de la navaja". "El panorama que presentamos es la perspectiva más desoladora y oscura sobre necesidades humanitarias en el próximo periodo que jamás hayamos presentado", declaró Lowcock. El dinero requerido sería suficiente para ayudar a 160 millones de las personas más vulnerables en 57 países, dijo la ONU. "Suenan las alarmas" Por primera vez desde los años 1990, la extrema pobreza aumentará, la esperanza de vida disminuirá, y el número de muertes anuales por VIH, tuberculosis y malaria podría llegar a duplicarse. "Posiblemente, lo más alarmante (...) es la amenaza del regreso de las hambrunas, probablemente en múltiples lugares", subrayó Lowcock. En lo que va de siglo, solo ha habido una verdadera hambruna, la de Somalia hace casi una década, y parecía haber quedado "asignada al cajón del olvido", añadió. Pero ahora, "las luces rojas están parpadeando y las alarmas están sonando", advirtió. Para finales de 2020, el número de personas con inseguridad alimentaria aguda en el mundo podría llegar a 270 millones, un incremento del 82% con respecto a la cifra anterior a la covid-19. Le puede interesar: ONU alerta que la covid-19 podría generar una "gran crisis" de deuda en 2021 La situación en Yemen, Burkina Faso, Sudán del Sur y el noreste de Nigeria indica que estos países ya están al borde de la hambruna, mientras que una lista de otros países y regiones, incluidos Afganistán y el Sahel, también son "potencialmente muy vulnerables", señaló. "Si logramos acabar 2021 sin grandes hambrunas, será un logro significativo", aseveró. El llamado del martes muestra que Siria y Yemen, devastados por la guerra, encabezan la lista de los países que más necesitan una ayuda humanitaria. La ONU busca cerca de US$6.000 millones para ayudar a millones de sirios dentro y fuera del país, asolado por una década de conflicto. Igualmente, solicita cerca de US$3.500 millones para 20 millones de yemeníes atrapados en la peor crisis humanitaria del planeta. "La hora más oscura" Entretanto, recaudar la totalidad de los US$35.000 millones que se necesitan en medio de una crisis económica global podría ser una ardua tarea: la cantidad duplica los US$17.000 millones recaudados en lo que va de año. Esta suma es ya un récord, pero todavía está muy por debajo de los casi US$29.000 millones solicitados el año pasado, antes de que estallara la pandemia. "La crisis está lejos de haber terminado. Los presupuestos de ayuda humanitaria se enfrentan a graves carencias, a medida que el impacto de la pandemia mundial continúa agravándose", declaró el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en un comunicado. Visite: La Opep estudia mantener su reducción de producción de petróleo "Juntos debemos movilizar recursos y seguir siendo solidarios con las personas que atraviesan su hora de necesidad más oscura", agregó. Lowcock insistió, por su parte, en que si bien la cantidad solicitada parece elevada, en realidad es poco comparada con las cantidades que los países ricos están inyectando para rescatar sus impactadas economías. "Lo que está en juego es la vida de un gran número de personas vulnerables y el coste de salvaguardar sus vidas es, en realidad, muy pequeño en relación con todos los otros desafíos que enfrentamos", concluyó.