El panorama de la economía parece dirigirse inevitablemente hacia una recesión de graves consecuencias, advirtieron diferentes organismos internacionales que mostraron su preocupación por el empeoramiento de las perspectivas para los próximos meses.
Sin embargo, para el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y otras organizaciones, de lograrse una reapertura de China, podría contribuir al crecimiento mundial.
Y es que la economía del gigante asiático se está desacelerando debido, entre otras razones, a la estrategia de covid-cero con lo que se busca detener la propagación del virus y al debilitamiento de la demanda mundial.
La preocupación es que si la segunda mayor economía del mundo se contrae, será inevitable una recesión mundial, lo que arrastrará cifras negativas y generará serias dificultades, especialmente a los países en desarrollo.
Por lo pronto, el objetivo del Gobierno de China de lograr una tasa de crecimiento anual del 5,5 %, está por fuera de su alcance real, aunque las autoridades, por el momento, no han expresado mayores preocupaciones por no alcanzar el objetivo.
Aunque China evitó que en el trimestre de abril a junio se presentara la temida contracción económica, para finales de este año, los especialistas no prevén ningún crecimiento.
Recesión mundial
Ante ese panorama, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, FMI, Kristalina Georgieva, advirtió que los indicadores muestran que es probable que el crecimiento mundial siga empeorando.
Así lo dio a conocer luego de una reunión que sostuvo con el primer ministro chino, Li Keqiang, en la provincia de Anhui en la que se analizó la situación interna del gigante asiático.
La funcionaria del FMI señaló que la recalibración de China de sus políticas covid-cero sería algo bueno para la economía nacional y el resto del mundo.
El organismo ha pronosticado que el crecimiento mundial será del 2,7 % el próximo año, una desaceleración respecto el 3,2 % de este año.
Georgieva se refirió también a las conversaciones con China sobre el alivio de la deuda de los países en desarrollo, al calificarlas como “fructíferas”, tras estimar que ve potencial para un tratamiento de la deuda más sistemático en el futuro.
Este encuentro hace parte del diálogo “1+6″ que China realiza anualmente con los jefes del FMI, el Banco Mundial, la OCDE y la Organización Mundial del Comercio (OMC), entre otros.
Precisamente, el jefe del Banco Mundial, BM, David Malpass, también se refirió al panorama que se prevé para la economía global en los próximos meses.
“Estoy profundamente preocupado de que el mundo esté en riesgo de una recesión global”, señaló, tras advertir sobre la posibilidad de que el crecimiento lento en los próximos años y la revalorización generalizada de activos.
“Esta es una verdadera crisis a largo plazo para las personas en los países en desarrollo”, enfatizó de directivo del BM.
Igualmente, aseguró que se deben adelantar más acciones concretas para sacar al mundo de la estanflación e hizo un llamado a China a reducir su exceso de reservas de alimentos y fertilizantes para ayudar a paliar la escasez en otros países del mundo.
Por su parte, la directora general de la Organización Mundial del Comercio, Ngozi Okonjo-Iweala, aseguró que ese sector enfrenta desafíos reales y que el crecimiento está perdiendo impulso, pese a que a nivel global se preveía una recuperación tras levantarse las restricciones adoptadas por la presencia de la pandemia del coronavirus.
La funcionaria estimó que el comercio mundial de bienes solo crecerá un 1 % el próximo año, lo que significa una fuerte desaceleración de la expansión estimada del 3,5 % en 2022.
En ese mismo sentido se pronunció el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, Mathias Cormann, quien reconoció que el panorama económico mundial sigue empeorando.
Sin embargo, destacó que la flexibilización de China de algunas reglas covid-cero, con lo cual se podrán mejorar las cifras globales.