La Comisión Nacional de Televisión (Cntv) deberá resolver, en mes y medio, la lluvia de interrogantes que los aspirantes al tercer canal presentaron a los prepliegos de la licitación. Desde asuntos técnicos, temas jurídicos y hasta la pauta publicitaria fueron consignados en las casi 200 objeciones.La cantidad de críticas tomó por sorpresa a los comisionados y eso explica que hayan decidido aplazar la publicación de los pliegos definitivos, aunque se mantuvo el cronograma general y se dice que la adjudicación será en la primera semana de octubre. Sin embargo, en el ambiente está quedando la sensación de que el tiempo está avanzando y no se concretan las respuestas.Las preocupaciones planteadas se refieren a varios temas clave. El primero tiene que ver con la frecuencia. Los aspirantes están preocupados porque el tercer canal saldrá por la frecuencia 31 en UHF que exige más inversiones para alcanzar el mismo cubrimiento que una VHF, como las que tienen actualmente Caracol y RCN. Sergio Michelsen, quien defiende los intereses del grupo conformado por Prisa y los diarios regionales, dice que en UHF será más difícil lograr niveles de audiencia importantes como para luchar por la tajada publicitaria. Por eso pidieron a la Cntv que el nuevo canal se transmita por VHF.La situación es tan clara, que el gobierno y la Cntv ya están analizando el tema. La opción más realista es tomar la frecuencia del que hoy se conoce como Canal 13 (antigua TV Andina) y dársela al nuevo canal privado. El presidente de la Cntv, Juan Andrés Carreño, confirmó que el Ministerio de Comunicaciones está realizando un estudio sobre cuál sería el impacto económico de cambiarle la frecuencia al 13. Pero este no es un tema que se pueda definir de manera tan rápida como lo exige el proceso y, por el contrario, este análisis lo único que hace es agregarle demoras a la licitación.Hay otros temas de preocupación. Por ejemplo, los aspirantes no están de acuerdo con que uno de los criterios de calificación sea el tipo de programas que van a producir. Según ellos, los actuales canales tienen libertad para definir su parrilla y por eso el tercero entrará en inferioridad de condiciones comerciales, al exigirles un alto contenido de programas educativos e infantiles. Otro de los participantes en la licitación señaló que "es muy fácil deducir quién va a ganar la competencia por la pauta cuando estén compitiendo unos canales con programación a base de telenovelas y 'realities' y otro con programación familiar y educativa. Si nos van a obligar a presentar unos determinados contenidos, esa obligación debería ser para todos".Pero si RCN y Caracol recibieron puyas, ellos también las lanzaron en sus observaciones presentadas ante la Cntv. Los canales privados creen que el precio base de la licitación (69.000 millones de pesos) es muy bajo, en comparación con los 187.000 millones que tuvieron que pagar ambas cadenas para la renovación de sus licencias, Este es un tema crucial, pues esos recursos son el principal ingreso para financiar la televisión pública. El ex comisionado de televisión Eduardo Noriega recuerda que vienen gastos importantes para la televisión pública, como la transformación digital, el pago del pasivo pensional y la producción misma. "Se rebajó de 600.000 millones de pesos que pagó cada uno de los concesionarios hace 10 años, a 69.000 millones. Es decir, lo que van a pagar tres concesionarios es lo mismo que pagó sólo uno 10 años".Además de estas críticas, siguen las dudas sobre la conformación de los grupos. Ni siquiera es claro cuándo deberán quedar consolidados los consorcios. El tema es fundamental para el grupo Rendiles, del venezolano Gustavo Cisneros, que considera que los grupos deben mostrar todas sus credenciales en el momento de la firma del contrato. De hecho, la tarea de conformación de grupos aún está en marcha y varios todavía están buscando socios inversionistas.La adjudicación del tercer canal parece una película de suspenso. Pero Andrés Carreño dice que el cronograma se mantendrá y que en octubre habrá un nuevo concesionario. Pocos creen en esa apuesta.