Al alcalde Enrique Peñalosa presentó al Concejo de Bogotá el Plan de Desarrollo considerado la hoja de ruta de sus cuatro años de Gobierno y el cual contiene una ambiciosa lista de proyectos para la ciudad.Pero tal vez, el hecho más relevante es la solicitud al cabildo para vender la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá. Una compañía emblemática para los bogotanos.La propuesta de Peñalosa no es nueva. Luego de la posesión, el alcalde dijo que la administración necesitaba recursos por eso era necesario verder las acciones de esta empresa que no tenía la rentabilidad de antaño.En el presentación del plan de desarrollo en el cabildo, Peñalosa señaló que era muy difícil para una empresa pública competir con las compañías de comunicaciones más grandes del mundo. Adelantó que los “recursos van a inversión”.No son pocos los argumentos que presentó Peñalosa para solicitarles a los concejales que le autoricen la venta. Para la Administración Distrital, la ETB no pudo adaptarse a los cambios en el mercado de las telecomunicaciones como sí lo hicieron empresas como Telecom o UNE. “A pesar de haber invertido montos importantes desde 2013 (más de 2,1 billones de pesos, equivalente al 92 % de su patrimonio hoy) en tecnologías de punta -fibra óptica, móviles y televisión- no logró vincular los nuevos clientes esperados con esa inversión, ni sostener su participación de mercado”, se lee en la justificación. Según las cuentas de la administración Peñalosa, a pesar de ser un patrimonio de los bogotanos, la empresa ha perdido clientes. Desde el 2011 a mediados del 2015, ETB pasó de tener el 73 % del mercado de líneas fijas en Bogotá al 55 %. A pesar de tener fibra óptica y buenos planes, las ventas en internet muestran descensos, pasó de 50 % a 34 %; clientes que migraron a los competidores privados. “Los ingresos de la entidad se redujeron en 6 % en los últimos diez años mientras que el PIB del sector de las telecomunicaciones creció 110 % en el mismo periodo y los tres principales competidores multiplicaron sus ingresos”, se lee en la comunicación. A los expertos de la administración quiere decir que la empresa capitalina no tiene hoy escala para innovar, realizar las inversiones necesarias y crecer. Además, con una participación tan disminuida de mercado, hace muchos años perdió su papel como operador dominante del mercado, y pasó de ser el líder a seguidor de los competidores privados en precios y tecnología. En resumen, en la última década la empresa viene perdiendo valor y las recientes inversiones no han logrado reversar esa caída.Por estas razones, se ha decidido presentar al Concejo una solitud para enajenar parte o la totalidad de la participación del Distrito Capital en ETB, para así salvar el patrimonio que aún le queda a los capitalinos en la empresa y lograr un uso eficiente de estos dineros que genere mayor valor para la ciudad y mejor cohesión social.Para algunos concejales la venta de la ETB no es la solución a los problemas financieros de la ciudad. El cabildante de la Alianza Verde Antonio Sanguino dijo que es necesario buscar otras alternativas. “Hay que hacer una examen muy riguroso del verdadero estado de la ETB y si se hace necesario, lo más aconsejable es buscar un socio estratégico que nos ayude a conservar el patrimonio de los bogotanos”.El concejal liberal Horacio José Serpa consideró que "nadie duda que Bogotá tiene un rezago en infraestructura y que estos recursos podrían dinamizar el desarrollo de la ciudad, pero estamos esperando que la Administración socialice los estados financieros de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá para tomar la decisión más responsable con Bogotá".Con el dinero de la venta y otros recursos, el alcalde tiene previsto construir 30 colegios, cuatro hospitales que beneficiarán a 1,5 millones de personas. Instalar 4.000 cámaras de seguridad y edificar el centro de comando y control. Además megacentros deportivos, canchas de pasto sintético y vías.