Ante la contracción esperada en la demanda de los hogares y la inversión, la pérdida de tracción en casi todos los sectores y el fuerte deterioro del mercado laboral, Asobancaria revisó a la baja sus perspectivas en materia de cartera crediticia para 2020. El gremio de la banca proyecta que ante el difícil entorno la cartera total crecerá alrededor de 0,5 % real anual, 3,4 puntos porcentuales por debajo de lo registrado en 2019. Esto significa, un muy bajo crecimiento real del crédito este año. Al comenzar el año, cuando las perspectivas de crecimiento eran favorables, el gremio de la banca esperaba un crecimiento de la cartera de 6,3 % real anual, 2,4 puntos porcentuales por encima del crecimiento de 2019. Este menor crecimiento de la cartera total vendría acompañado por aumentos en la cartera vencida ante la exposición de la cartera a los segmentos más vulnerables por lo que esperan un aumento en el Índice de Alerta Bancaria (IAB) a lo largo de año, alcanzando un nivel de riesgo medio-alto para 2020.
Asobancaria señala, además, que habrá una desaceleración de todas las modalidades de la cartera bancaria, excepto por la cartera comercial. La cartera de consumo presentaría la mayor desaceleración, pues pasa de crecer a niveles de dos dígitos a un repunte cercano a 1,1 % en 2020, una cifra que no se observaba desde finales de 2009 tras la crisis financiera internacional y la desaceleración económica local. La reducción del consumo de los hogares y el fuerte deterioro del mercado laboral son las razones del ajuste. La cartera de vivienda presentaría variaciones anuales cercanas a 0,2 %, debido a la caída tanto del segmento VIS como del No VIS, ante el deterioro del mercado laboral y la postergación prevista en la compra de bienes durables como la vivienda.
Los colombianos postergarán la compra de vivienda, debido al aumento del desempleo y la inestabilidad económica. La cartera comercial exhibiría un crecimiento real de 0,5 %, una cifra que si bien no representa un deterioro marcado en un contexto de fuerte ajuste de los canales de inversión, si evidencia una corrección importante frente al escenario previo y frente a la recuperación que ya venía exhibiendo. “Las numerosas líneas de apoyo crediticio a las empresas, como el paquete de garantías del Gobierno a través del FNG y los recursos que han dispuesto las entidades financieras para esta modalidad, contribuirían en gran medida a que esta cartera, que representa alrededor del 52% de la total, no experimente una drástica caída a lo largo del año”, afirma el gremio. Por último, el microcrédito decrecería a un ritmo real de 3,6 %, 2,8 puntos por debajo del registro de 2019, también en terreno negativo. Esta es la única cartera que presentaría una contracción en 2020 dada la sensibilidad de los nuevos emprendimientos y pequeños negocios a los ciclos económicos y a pesar de los numerosos alivios a esta modalidad.
Todas las carteras de los bancos presentarán deterioro y desaceleración este año, según Asobancaria. La Asobancaria recalca que a pesar de los alivios hay grandes posibilidades de una importante expansión de la cartera morosa ante la exposición de la banca a clientes vulnerables y que se verán afectados por la emergencia sanitaria. Por ejemplo, cerca de un tercio de la cartera de consumo está en manos de independientes en sectores altamente vulnerables, como comercio, recreación, hotelería, restaurantes y transporte, cuya apertura gradual aún no tiene periodo establecido. Ante esto estiman que el indicador de calidad de cartera total se ubicará en 7,2% en 2020, 2,9 puntos porcentuales por encima del registro en 2019. Por modalidad, todas las carteras presentarán deterioros en materia de calidad: microcrédito (12,1%), cartera de consumo (8%), cartera comercial (7,2%) y cartera de vivienda (4,2%).
La Asobancaria resalta que en todo caso la caída en el crédito no se daría al mismo ritmo de caída del PIB ante los cuantiosos alivios para los clientes por periodos de gracia y la extensión en el plazo de los créditos, elementos que permiten esperar un mayor stock de cartera, la promoción de nuevas líneas de crédito por parte de las entidades y el volumen de desembolsos bajo el esquema de garantías y la transmisión de las menores tasas de interés, junto con el mayor espacio expansivo de la política monetaria. El gremio espera que la actividad económica se contraiga en cerca de 4,8 % en 2020 y que la tasa desempleo ascienda a niveles de 22,5 %, niveles superiores a la crisis de 1999. Con las medidas, se han beneficiado hasta el momento cerca de 8,5 millones de colombianos por un monto cercano a los $ 174 billones, lo que representa más de la tercera parte de la cartera total. Así mismo se han otorgado créditos con garantías del FNG por $ 1,43 billones, correspondiente a 22.174 créditos. El monto consumido entre desembolsos y reservas asciende a los 8,96 billones (64 % del total de recursos). El volumen de otorgamientos continuará aumentando a medida que las entidades surtan los procesos de aprobación, verificación y desembolsos. Finalmente, señala que una política monetaria más expansiva podría acotar parcialmente el deterioro esperado de la cartera.