Si hay un componente importante a la hora de analizar la economía colombiana, es el gasto que realizan mes a mes los hogares del país.
Cuando el indicador muestra signos de recuperación significa que hay buenas noticias, porque el consumo de las familias es uno de los motores que impulsa a las empresas a producir más y, así, generar más empleos.
Este miércoles, la firma consultora Raddar, experta en consumo, reveló que en septiembre las familias colombianas gastaron cerca de 54 billones de pesos, es decir, 0,4 por ciento más que el mismo mes del año pasado en términos reales.
Un aumento de esta magnitud puede sonar marginal, pero si se mira la película completa, es decir, teniendo presente que la pandemia sigue activa y la demanda afectada, los resultados son más que positivos.
Detrás de cada peso gastado por los ciudadanos hay recuperación económica, reactivación de la economía y, sobre todo, repunte del empleo. De hecho, para Raddar, las cifras de septiembre reflejan que tanto el mercado laboral como el financiero se movieron fuertemente.
“Este crecimiento frente al mes anterior (0,62 por ciento más que en agosto) es más alto del promedio esperado, causando una buena dinámica para este mes, como consecuencia de una mayor generación de empleo y una mejor dinámica del crédito”, dice la firma.
Dinámica de las compras
Esto es el resultado de una mayor reactivación económica y del levantamiento de medidas de confinamiento para sectores como el turismo y la gastronomía. Ambos tuvieron las puertas cerradas durante casi seis meses y, en septiembre, pudieron retomar paulatinamente, tras el aval del Gobierno nacional y los mandatarios territoriales.
Precisamente esto llevó a Raddar a concluir que la estructura de gasto de septiembre de 2020 ya es muy parecida a la de 2019, lo que muestra que la ‘nueva normalidad’ ya es muy parecida a la anterior a la pandemia. Ahora bien, eso no quiere decir que el panorama sea igual a la realidad que se vivía en el país antes de marzo y en los meses anteriores.
Por ejemplo, en septiembre los hogares ajustaron al alza su gasto en elementos de aseo y en pedidos a domicilios, como corresponde a la coyuntura. Estos dos rubros aumentaron su prioridad en la canasta mensual de los hogares por cuenta de la pandemia y la necesidad de seguir con las medidas de distanciamiento social.
Pese a ello, las compras físicas no cayeron. De hecho, el gasto en tiendas de barrio continuó liderando las cifras en septiembre. Le siguieron las adquisiciones en grandes cadenas y centros comerciales, respectivamente.
En contraste, durante las dos fases del aislamiento (estricto e inteligente) se puede evidenciar la caída en el gasto de los hogares, referente a bienes semidurables, durables, servicios, centros comerciales, moda, entretenimiento y transporte.
En otras palabras, cambiaron los patrones de gasto.
Algo de esta tendencia se mantendrá en lo que resta del año, cuando el país se acerca a la que es la mejor temporada del año para el comercio. En Navidad, el gasto de los hogares ha registrado históricamente algunos de los datos más elevados; no obstante, la situación de la pandemia podría generar un leve bache para el fin de 2020.
“En 2019 tuvimos un gran gasto en Navidad y será difícil crecer sobre esa cifra. Si se da un nuevo aislamiento, podría caer dicho gasto en los meses de noviembre y diciembre, con un impacto mucho más alto en la industria y el comercio, por la temporada de fin de año”, señala Raddar.
Todo dependerá de la necesidad o no de que los gobiernos refuercen las medidas de aislamiento, por cuenta de una segunda ola de contagio de coronavirus. Expertos del sector salud han señalado que el país vivirá un rebrote hacia noviembre próximo, pero eso no necesariamente tiene que implicar que haya una nueva cuarentena estricta.
Es más, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó hace unos días que las cuarentenas no sean la principal solución para mitigar la covid-19, con lo cual las administraciones deberán sopesar la balanza entre salud y economía.
La reactivación mundial dependerá, en gran medida, de que los mandatarios logren este equilibrio mientras llega una vacuna.