En una operación que ascendió a 380 millones de dólares la petrolera Petrobras vendió una parte de los activos que tiene en el país a la petrolera francesa Perenco, entre los que se encuentran 11 bloques en tierra firme, que tienen un producción promedio de 6.530 barriles de crudo por día, así como la red de oleoductos con capacidad de transporte de más de 20.000 barriles por día. La compañía conservaría su línea de lubricantes así como la red de estaciones de servicio que tiene en el país y que asciende a 99 establecimientos en Cundinamarca, Bogotá, Boyacá, Valle, Zona Cafetera, Meta y Casanare, así como los pozos off shore, es decir, mar afuera. En total la compañía tiene actualmente cinco campos de producción en tierra, tres de ellos en los departamentos de Tolima y Casanare y 14 bloques exploratorios, de los cuales seis son costa afuera. La venta de una parte de los activos en Colombia obedece a un proceso de desinversión que viene realizando el gigante brasileño en algunos países con el fin de conseguir recursos para invertirlos en el millonario programa de búsqueda de combustibles en las reservas que se encuentran atrapadas bajo kilómetros de sal, conocidas como Presal, frente a las costas de Río de Janeiro. Las inversiones que requiere superan los 230.000 millones de dólares en los próximos cinco años. Colombia fue el primer país al que arribó Petrobrás en 1971 cuando la compañía brasileña emprendió un proceso de internacionalización que la llevó a estar entre las petroleras más grandes de América Latina y del Mundo. Perenco inició operaciones en Colombia en 1993 y actualmente opera varios campos petroleros.