Ni archivo ni propuesta alternativa triunfaron en la jornada que tuvo este 15 de abril la reforma pensional en el Congreso de la República.
De estar prácticamente en las puertas del abismo, luego de que la semana pasada el presidente del Senado, Iván Name, levantara la sesión en la que se buscaba tomar la decisión de continuar o no con el trámite de la iniciativa del Gobierno Petro, la reforma pensional salió a flote, al menos, para ser estudiada y debatida en segundo debate.
Después de que la ponencia alternativa, presentada por la senadora Norma Hurtado, fuera negada en la plenaria, Martha Peralta procedió a sustentar el texto oficial del proyecto de ley del Gobierno. Finalmente, este recibió el visto bueno, con 49 votos a favor y 33 en contra.
Esa votación con mayoría positiva implica que se le dará continuación al debate, el segundo de los cuatro que tendrá que surtir el proyecto de ley.
Sigue viva
La reforma pensional continuará su trámite para recibir el visto bueno, previo a los ajustes que buscan los partidos políticos que decidieron apoyar la iniciativa del Gobierno.
En horas de la tarde, cuando ya la plenaria del Senado había iniciado la sesión, el partido Liberal anunció que acompañaría la reforma. Teniendo en cuenta que se trata de una necesidad, tanto social como financiera, 9 parlamentarios habían llegado a un acuerdo con el presidente Gustavo Petro: bajar el umbral de salario a partir del cual se pasarán los cotizantes de los fondos privados a Colpensiones.
Baja el umbral de 3 a 2,3 salarios mínimos
En los inicios del trámite, en octubre del año pasado, el Gobierno tenía previsto que dicho techo fuera de 4 salarios mínimos. Luego, cedió a 3 salarios mínimos. Y aunque la ministra de Trabajo argumentaba que, si ese umbral se bajaba más, la reforma no tendría sentido, de nuevo, se movieron (el Gobierno) de esa posición.
El acuerdo de los liberales con el presidente Petro consiste en que el mencionado umbral ahora será de 2,3 salarios mínimos. Hay que recordar que la propuesta alternativa de la senadora Hurtado buscaba que el umbral bajara a 1,5 salarios mínimos, buscando evitar que los fondos privados queden descapitalizados.
Carlos Chacón tomó la vocería del partido Liberal para sustentar la posición que adoptaban, toda vez que no faltaron las críticas. El parlamentario dijo que no importaba de qué gobierno provenía la reforma, lo clave era tener en cuenta que el país necesita solucionar los problemas pensionales, que han sido reiteradamente diagnosticados: baja cobertura con un gasto enorme; concentración del gasto en subsidios en los quintiles más altos de la pirámide socioeconómica y desamparo de muchos adultos mayores que no lograron cotizar para su seguro en la vejez.
Otros ajustes varios fueron expuestos por los partidos que finalmente decidieron ayudar a salvar la reforma. Los que intervinieron exaltaron la tarea realizada por Norma Hurtado de elaborar una propuesta alternativa, la cual, al fin de cuentas, fue la que abrió el camino para evitar el hundimiento de la pensional.
Hurtado, por ejemplo, planteó que la vigencia del proyecto de ley, de lograr ser aprobado, no podría ser inmediata y propuso el 2026. De igual manera, enfatizó en el tema del Fondo del ahorro que se creará para manejar los recursos de los cotizantes que pasarán de los fondos privados a Colpensiones.
Justamente, la ponencia alternativa y la petición de los liberales coinciden en que sea el Banco de la República u otra entidad distinta a Colpensiones la que se encarge de administrar los recursos.
Con lo sucedido en la Plenaria de Senado, el proyecto de reforma pensional, en cuyo debate estuvo desde las gradas la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, ahora entra a la batalla de los ajustes previos a su aprobación.
La tarea no será fácil, pues, al menos en esta jornada, partidos como Cambio Radical anunciaron que no acompañarán la iniciativa.