Cero corrupción con la plata para la primera infancia. Esa es la búsqueda con la herramienta Betto, adoptada por el ICBF (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar), para garantizar la transparencia en la contratación de los que prestarán servicios para la atención de los niños.
Este jueves Betto dio un gran salto. Seleccionó por primera vez los operadores que podrán ser elegidos para -a través de ellos- adquirir los servicios que demandan los distintos programas, tanto de educación como de nutrición, que maneja el ICBF.
Dos días, el 28 y 29 de enero, tienen los oferentes de servicios integrales para presentar algún reparo a la selección de operadores que hizo Betto.
El listado, que deja a 1.153 contratistas únicos habilitados, es el primer resultado de esta herramienta que fue lanzada en noviembre del 2020.
Betto es una herramienta tecnológica que se basa en inteligencia artificial y algoritmos. De esa manera, se intenta eliminar todo el riesgo de adjudicaciones ‘a dedo’ o con alguna irregularidad, para proveer servicios relacionados con la atención de la primera infancia.
Los operadores seleccionados por Betto brindarán atención a los niños de 0 a 5 años en los 1.103 municipios del país. El proceso de selección de oferentes se realizó a partir de las 11.845 manifestaciones de interés que presentaron los operadores, previamente habilitados en el Banco Nacional de Oferentes, para prestar sus servicios en cuatro modalidades: Institucional, Familiar, Hogares Infantiles y Propia e Intercultural.
Sobre este y otros temas de la niñez habló en SEMANA la directora del ICBF, Lina María Arbeláez.
SEMANA. Qué avance tiene para mostrar el ICBF con Betto y qué hará para que cambie el escenario para la atención de los niños.
LINA MARÍA ARBELÁEZ. La novedad es que en este día estamos publicando los que van a estar encargados de prestar los servicios de la primera infancia, la etapa clave que es motor para el desarrollo cognitivo de los niños entre 0 y 5 años. Con ello, las distintas modalidades de atención de la primera infancia: centros de desarrollo infantil, hogares comunitarios, hogares infantiles y la modalidad familiar, podrán tener a los mejores oferentes.
Betto es una estructura novedosa, una herramienta que usa la inteligencia artificial para seleccionar de manera objetiva y transparente, y bajo los mayores estándares de calidad, a los operadores que están habilitados en el banco de oferentes de primera infancia que tenemos en el ICBF.
SEMANA. ¿Cuántos oferentes hay en ese banco y cómo recibieron la entrada a Betto?
L.M.A: Cuando llegamos al Instituto, en el 2020, el banco de oferentes acababa de ser actualizado. Hay 1.420 fundaciones y otras organizaciones sin ánimo de lucro que están allí.
Esa base de datos se agrupó en varias categorías, de manera que tengan la posibilidad de competir en igualdad de condiciones, según su tamaño y capacidades, pero siempre, anteponiendo dos criterios: el conocimiento y la calidad en la prestación de los servicios.
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SEMANA. ¿Qué sucede si un oferente tiene sanciones por haber cometido alguna irregularidad en el pasado?
L.M.A. Si un oferente tiene sanciones le va bajando puntos y empieza a quedar por fuera de la selección.
SEMANA. ¿Quién audita a Betto si se trata de una herramienta de inteligencia artificial que suena a algo muy sofisticado?
L.M.A. Hemos venido trabajando de la mano de los organismos de inteligencia del mundo. Hemos trabajado con Microsoft, que está certificado con sellos de alta calidad y seguridad (ISO 9001, por ejemplo). Es decir, es una herramienta totalmente blindada, que no tiene forma de que pueda ser manipulada.
Además de esto, tenemos un auditaje de la Policía, a través de su unidad de delitos informáticos. En ese sentido, Betto está anclado con espías digitales que no permiten que se presente ningún tipo de manipulación en la información. Si esto llegara a ocurrir, de inmediato envía una alerta para que la policía accione.
SEMANA. Bueno, Betto es inteligencia artificial y parece estar muy blindado, pero que es lo que realmente garantiza que ya no habrá más manipulación en la contratación.
L.M.A. Para la implementación de Betto hemos tenido acompañamiento de organismos internacionales, como el Banco Mundial, el BID, Unicef. Todos verifican que se pueda garantizar la transparencia. Betto es uno de los elementos que vamos a utilizar en la transformación del ICBF. El año pasado también sacamos Bienestar App, que permite que los beneficiarios del servicio de primera infancia califiquen a los operadores. Con todo esto sumado, lo que buscamos es que los servicios para la niñez sean de óptimas calidades.
SEMANA. En el país se han desatado escándalos con platas para la infancia. Las denuncias y sanciones con el PAE (Programa de Alimentación Escolar), entre otros hechos de corrupción. ¿Qué más caminos hay para frenar eso que afecta tanto a un país?
L.M.A. Todos Los recursos que impliquen la garantía del desarrollo de los niños de Colombia tiene que ser blindada. En el caso del PAE, lo maneja el Ministerio de Educación. En cuando a los servicios de primera infancia que maneja el ICBF, creo que son claves, pues con ello se garantiza, tanto el desarrollo cognitivo y motor de los menores, como un porcentaje de la alimentación diaria, que tiene que tener un niño para su adecuado crecimiento. Estamos hablando del 70 % del valor calórico.
Ese tema tan crucial para un país es el que queremos mantener, en la integralidad, para la transparencia.