Protección, fondo de pensiones del GEA, vendió la totalidad de sus acciones en Nutresa en la primera OPA por aproximadamente 31.000 pesos por acción. Entre la primera y segunda OPA por Sura, vendió las acciones que poseía en el conglomerado financiero. Así cumplieron con su deber fiduciario. Mientras tanto, administradores y miembros de la junta de Argos, Sura y Nutresa parecieran estar actuando en grupo.

Fuentes le confirmaron a SEMANA que la transacción sospechosa en la Bolsa de Valores de Colombia (BVC), el día previo a que terminara la segunda OPA de Nutresa, habría sido una venta por parte de Amalfi, de la familia Scarpetta. Aquí es donde se pone complejo todo este asunto.

Claudia Betancourt actúa como miembro independiente de la junta de Grupo Argos y, a la vez, es representante legal y dirige Amalfi. SEMANA se contactó con ella y alegó que le dijo a la asamblea de Grupo Argos que se declararía impedida en la decisión de Amalfi.

Las compañías del GEA están llenas de conflictos de interés, como lo han expresado algunos de sus directivos. Por ejemplo, Sergio Michelsen, director independiente de Sura, es socio de la firma de abogados que representa a Sura. Esa firma recibe jugosos honorarios. Además, su hija trabaja en Nutresa.

Pero Michelsen no encontró motivos para declararse impedido en las decisiones de las OPA. ¿Por qué sí les parece bueno un precio para sus pensionados, pero no para las empresas?

Por ejemplo, la participación de Cementos Argos en Sura es similar a la que tenía Protección, y la de Grupo Argos en Nutresa es un poco más de la que tenía Protección.

Una de las tesis que se empieza a desarrollar es que los administradores de las compañías del GEA podrían estar actuando en grupo, lo cual sería ilegal. ¿Qué les preocupa? ¿Viajes de directivos con sus parejas en aviones privados a costa de los accionistas?

Administradores, que les hicieron perder una fortuna a sus accionistas durante diez años, tal vez quieran aferrarse al poder. Cabe recordar que los orgullosos directivos de Sura sacaron un comunicado escueto diciendo, palabras más, palabras menos, que SEMANA faltaba a la verdad. Cuando se le envió un mensaje de WhatsApp a Gonzalo Pérez, presidente de Sura, preguntándole que especificara de qué se trataba su queja, decidió no contestar y dejar el mensaje en visto.

Tal vez se puso nervioso. SEMANA se ratificó en todo lo que ha publicado respecto al Grupo Sura.

Habrá que ver si contesta las preguntas acerca de presuntos usos de los aviones del GEA a costa de los accionistas minoritarios, tal como lo reveló el exvicepresidente Germán Vargas Lleras en su columna dominical en El Tiempo.

*Gabriel Gilinski es accionista de Publicaciones SEMANA.