A estas alturas, cuando en un año habitual el Presupuesto General de la Nación ya debería estar navegando en aguas más tranquilas, intentando que lo aprueben en primer debate en el Congreso, las cosas no andan sobre rieles para la carta financiera del país, aforada en 523 billones de pesos.
El paso por el Congreso de la República, de la carta presupuestal para la financiación del Estado, ha sido atropellado. Primero, cuando salió al ruedo la iniciativa, sucedió algo inesperado. En los estrados del Legislativo se pidió la devolución del proyecto, pues muchos consideraban que estaba desfinanciado, o al menos, sin claridad sobre todas las fuentes de ingresos, toda vez que incluye la reforma tributaria, por $15 billones, como soporte financiero.
La rápida maniobra para manejar la situación en el Congreso, por parte del Gobierno, permitió que pasara la iniciativa, de manera que pudiera surtir el trámite siguiente: la aprobación del monto, lo que debía darse antes del 15 de septiembre. Ese día, también los apuros se hicieron presentes.
En medio de reparos y peticiones de congresistas, para que se bajara la cifra y fuera así más acorde con nuestra realidad financista, el panorama quedó en el limbo, pues para que se apruebe o se rechace el presupuesto, debían estar todas las comisiones económicas en el recinto, votando y decidiendo.
No obstante, faltó una que no tenía la mayoría más uno, por lo que la decisión fue dejar que siguiera el curso de los acontecimientos, y en la sesión conjunta de las comisiones, poner a prueba la propuesta.
Este reciente trámite inició este lunes 23 de septiembre, donde ocurrió otro momento tenso para el proyecto de presupuesto: de nuevo faltó una comisión de 4 por completar quórum, lo que llevó a levantar la sesión y dejar para el siguiente día la tarea de votar.
Varios parlamentarios alzaron su voz para manifestar que había vicio de trámite, pues aún sin la venía de las 4 comisiones, fue aprobado el orden del día y anunciadas las ponencias para debatir al día siguiente.
Lo que dice el Consejo Gremial
Ya el Consejo Gremial venía alertando sobre circunstancias mayores que, además, se repiten año tras año. “Similar a lo sucedido durante la aprobación del presupuesto para el 2024, hoy enfrentamos la misma preocupación y es crucial tomar medidas. En aquel momento, el sector productivo advirtió que el Presupuesto General no solo era muy ambicioso, sino que dependía de ingresos fiscales transitorios e inciertos, como los litigios y la gestión de la Dian, que nunca se materializaron”.
Ahora, también sucede algo similar, con la inclusión de un soporte financiero como la tributaria, que no se sabe si se hará realidad.
Otro punto en el que detalló el Consejo Gremial es el que se refiere a los recursos, que son similares a los que tuvo Colombia durante la pandemia, en la cual se debió enfrentar una crisis sanitaria. “Como lo advierte el CARF (Comité Autónomo de Regla Fiscal), el Proyecto de Ley de presupuesto para el 2025 incluye mayores ingresos ($31,1 billones) frente a los estimados en el MFMP, que corresponden a $12 billones por Ley de Financiamiento, además de $14,6 billones adicionales”.
Para el Consejo Gremial, tal situación es aún más preocupante al considerar que de acuerdo con el informe de seguimiento fiscal del Carf, la Dian tuvo que revisar a la baja las metas de recaudo porque no se estaban cumpliendo, y aún después de ajustada la meta, el cumplimiento no se hace al 100 %. En concreto, el acumulado hasta julio de 2024 ha presentado una caída del -6,8 % comparado con el mismo periodo del año anterior, es decir, un cumplimiento del 97,1% hasta la fecha”.
Baja ejecución también se repite
Para el Consejo Gremial, también hay que considerar que ·el Proyecto de Ley no solo contempla un incremento del gasto proyectado frente al presupuesto ajustado, sino que “desconoce que la ejecución presupuestal del Gobierno ha sido baja. La ejecución a agosto de 2024 va en el 51 %, cuando en el mismo periodo la ejecución se ubicaba 54,6 % en 2023 y de 56,7 % en 2022. Según proyecciones de la Contraloría, con este comportamiento, la ejecución del 2024 puede estar por debajo del 90% nuevamente”.
Y los tiempos
También es repetitivo que el trámite se deja para las últimas campanadas del tiempo límite, como está ocurriendo en la actualidad. Último día de aprobación, lo que conduce a que la aprobación termine siendo a pupitrazos.