La organización sin ánimo de lucro ProPacífico presentó este miércoles un proyecto de iniciativa privada para construir una carretera que atraviese toda Colombia de occidente a oriente. Así lo dio a conocer la entidad, al revelar el estudio de impacto socioeconómico de la conexión Pacífico-Orinoquia (CPO), una ambiciosa iniciativa que se viene gestando desde hace unos años. El actual Gobierno anunció que este proyecto de infraestructura de transporte —de 1.490 kilómetros de longitud— es fundamental para el desarrollo del Pacífico colombiano y la Orinoquia. La vía también le daría la posibilidad a Venezuela de contar con una salida terrestre al Pacífico. El corredor iría desde el puerto de Buenaventura hasta Puerto Carreño. De los 1.490 kilómetros ya hay 268 kilómetros en ejecución y otros 373 kilómetros ya están construidos; es decir, cerca del 25 por ciento del total del trayecto. Sin embargo, el 57 por ciento del corredor —unos 850 kilómetros— no están construidos y requieren una millonaria inversión, ya que incluiría obras de todo tipo, incluidos túneles, viaductos, puentes y miles de kilómetros de vía.

Tres grandes tramos o segmentos a construir serán los más retadores no solo por la magnitud de las obras y el reto en ingeniería, sino por el significado para estas regiones que se han visto afectadas por el conflicto armado y la pobreza durante décadas. Dos de estos atraviesan Tolima y Huila hasta llegar a La Uribe, Meta. El otro gran tramo por construir es entre Puerto Arimena (Meta) y Puerto Carreño (Vichada), lo que permitirá atravesar el departamento de Vichada. Según los estudios preliminares divulgados por ProPacífico, en el corto plazo se calculan más de 7 billones de pesos en actividad económica indirecta derivada de la ejecución del proyecto. 

De acuerdo con el estudio, la realización de este proyecto conectará los departamentos de Valle del Cauca, Tolima, Vichada y Meta, y permitirá que el país incremente su frontera agrícola hasta en 4 millones de hectáreas. Además, permitirá tener una disminución aproximada del 27 por ciento en el costo de transportar una tonelada desde Puerto Carreño hasta Buenaventura, entre otros beneficios.  Una de las ventajas es que evitaría el paso por Bogotá para los camiones y vehículos que hagan todo el recorrido entre Buenaventura y Puerto Carreño. Proyecto ambicioso Los retos por superar son muchos. Desde el Gobierno anterior hay dificultades para sacar adelante el tramo Mulaló-Loboguerrero, en el Valle del Cauca. En varias oportunidades el concesionario contratado intentó conseguir la licencia ambiental y consulta previa sin éxito. En cualquier caso, la presentación de esta iniciativa tiene un efecto positivo adicional y es que se trata de uno de los proyectos más ambiciosos en momentos en que es necesario reactivar el empleo y la inversión. Si se maneja bien, podría ser uno de los símbolos de la recuperación. Para lograrlo, será clave la socialización del proyecto con las comunidades afectadas (positiva y negativamente), previo a la apertura del proceso.

Los beneficios son claros y contundentes: mejor conectividad para decenas de municipios y millones de habitantes que tendrán más oportunidades de desarrollo. “Si miramos de norte a sur, el territorio colombiano se encuentra interconectado, lo que facilita el tránsito de personas y de bienes y servicios. No obstante, si lo hacemos de occidente a oriente, por la topografía montañosa de nuestro país y por la forma como se pensó su comercio y la conexión entre centros urbanos, ha existido una desconexión histórica", aseguró María Isabel Ulloa, directora ejecutiva de ProPacífico.  Y concluyó diciendo que la conexión "cobra aún más relevancia si pensamos en el contexto actual de reactivación económica, que nos exige tomar medidas para impulsar el empleo con visión de impacto territorial y nacional".