Los organizadores del World Economic Forum (WEF) quieren dejar atrás la imagen de millonarios y estrellas de todo el mundo llegando cada mes de enero en jet privado a la exclusiva estación de esquí de los Alpes suizos. Para la edición de 2020, la número 50, que empieza el martes (21.01.2020), los organizadores han invitado a jóvenes activistas como la sueca Greta Thunberg o el estadounidense Micah White, uno de los fundadores del movimiento Occupy Wall Street. En internet, Micah White reconoció que su participación podría ser "un suicidio" para su reputación pero que apuesta por la "difícil alianza" entre los activistas y la élite.
Desde que en 1971 el economista alemán Klaus Schwab organizó el primer foro en Davos, la población del mundo pasó de 3.700 a 7.700 millones de personas, de las que más de la mitad usan internet. No nació aún un nuevo orden mundial En paralelo, la temperatura terrestre aumentó de un grado, la cuota de China en el PIB mundial se ha multiplicado por cinco y terminó la Guerra Fría sin que haya nacido todavía un nuevo orden mundial. Como apunta el historiador Pierre Grosser, "a partir de 1989 hemos sido incapaces de calificar el mundo". Por otra parte, Davos se ha convertido en "una especie de ‘speed dating‘" para responsables políticos y económicos, según Pierre Moscovici, un antiguo ministro en Francia y luego comisario europeo.
La semana que viene, Klaus Schwab, de 81 años, que todavía no ha elegido sucesor, acogerá entre otros al presidente estadounidense, a la canciller alemana o a los directores de gigantes económicos como Microsoft, Google o BlackRock. Para ser miembro o socio del WEF hay que desembolsar entre 55.000 y 550.000 euros. El evento está gestionado por una organización privada con sede en Suiza que decide quién puede ir a Davos.