El informe ‘Argumentos a favor de una inversión integral en niñas: mejorar vidas, realizar potencial, beneficiar a todos‘ de Plan International revela que una inversión total de solo US$1,53 por día por niña en las economías emergentes tendría un gran impacto en el potencial económico general de los países. Más de 130 millones de niñas en todo el mundo no iban a la escuela antes de la crisis de la covid-19 y, según la Unesco, es posible que más de 11 millones de niñas no regresen después de la crisis. Las adolescentes de todas partes, pero especialmente en las economías en desarrollo, enfrentan barreras para acceder y completar una educación de calidad, volverse económicamente independientes, participar en la fuerza laboral y llevar una vida saludable sin violencia. Lea también: Gobierno ha girado $217.870 millones al Fondo Solidario de Educación “Los planes de recuperación de covid-19 que prioricen la inversión en la educación y el bienestar de las niñas ayudarán a las comunidades y economías a tener una reconstrucción mejor y más fuerte”, dijo la directora ejecutiva de Plan International, Anne-Birgitte Albrectsen. “Pero aún más importante, esta debe ser una inversión integral no solo en la educación en sí, sino en desmantelar las diversas barreras que impiden el empoderamiento de las niñas, desde el matrimonio infantil y forzado hasta la violencia de género y el embarazo a temprana edad”, añadió. Incluso podrían obtenerse retornos económicos aún mayores después de 2030, gracias a los efectos acumulativos de los beneficios, si se tiene en cuenta el impacto que la educación de las niñas también tendrá en las familias y comunidades. Lea también: ¿Qué efectos tendría en la economía colombiana un nuevo confinamiento? El informe concluye que invertir en el desarrollo de las adolescentes tendrá implicancias positivas en los objetivos globales más allá del Objetido de Desarrollo Sostenible (ODS) #5, la equidad de género, y, de hecho, es clave para lograr el desarrollo sostenible en general. La importancia de la educación y el empoderamiento de las niñas se han relacionado con varios ODS, que incluyen la reducción de conflictos, la obtención de agua potable y saneamiento, así como la lucha contra el cambio climático.