En noviembre se mantuvo la tendencia decreciente del Índice de Confianza del Consumidor (ICC), un indicador que mide mensualmente Fedesarrollo y que es fundamental para la economía, pues en teoría ayuda a predecir el consumo de los hogares, uno de los componentes claves del PIB. El mes pasado el balance entre respuestas positivas y negativas de las personas encuestadas sobre sus expectativas con respecto a la economía nacional y la propia, dio un resultado de -14,4%, lo que representa una reducción de 4,6 puntos porcentuales (pps) frente a octubre.  No obstante, es menos malo que el -19,6% de noviembre de 2018, época en la que el país ya había resuelto la incertidumbre electoral y no vivía las complicaciones del paro nacional. Lo que más jalonó a la baja el ICC fue el uno de sus componentes que se conoce como el índice de Expectativas del Consumidor, el cual se refiere a lo que prevén dentro de un año. La respuesta con más pesimismo fue ante la pregunta de si creen que en los próximos 12 meses van a tener buenos tiempos económicamente. Allí el balance fue de -36,8%. Así mismo, ante la pregunta de si dentro de 12 meses creen que las condiciones económicas del país, en general, estarán mejores, el resultado fue de -20,2%.

Si la confianza de los consumidores se analiza por ciudades, se evidencia que en Bogotá es donde hay mayor pesimismo con un dato de -21,4%, seguida de Medellín con -10,2% y Cali con -6,8%. Por el contrario, Barranquilla sigue siendo la ciudad con el indicador más positivo 5%, al tiempo que registra una mejora frente a octubre, cuando obtuvo 4,7% y frente a noviembre de 2018, cuando registró -9,7%. Bucaramanga también obtuvo un ICC positivo de 2,4%. Por nivel socioeconómico y contrario a lo que se vio en meses anteriores, el estrato alto fue el único que registró un dato positivo (6,6%), mientras que el medio y el bajo tuvieron resultados negativos, con -14,4% y -16,6%, respectivamente. Tal vez el estrato alto, cuya confianza hasta hace poco estuvo muy golpeada por la devaluación, ya se acomodó al nuevo precio del dólar y dejó de verlo tan negativamente.

En cuanto a la disposición a comprar vivienda, que se mide con la pregunta de si los consultados consideran que este es un buen momento para adquirir techo propio, el balance pasó de ser de 1,5% en octubre a -6,7% en noviembre. En Bucaramanga, Barranquilla y Medellín aumentó la disposición a comprar vivienda, mientras que disminuyó en Cali y Bogotá. Así mismo, aumentó en el estrato alto y cayó en el medio y el bajo. Paralelamente, la disposición a comprar bienes durables, como muebles y electrodomésticos, se ubicó en -13,1%, lo que implica que empeoró frente a octubre (-7,9%) y frente a noviembre de 2018 (-8,7%).

Pese a estas cifras, las estadísticas del Dane muestran que el comercio al por menor se mantiene al alza en el país, hasta octubre crecía a un ritmo de 7,1% anual. En la consultora Raddar, especializada en temas de consumo, explican que el mayor gasto de los hogares se debe a las remesas, el crédito y demanda que venía contenida del período 2015-2016.