Más de la mitad de las compañías que hacen parte de la lista Fortune 500 nacieron en medio de una crisis económica y unas 50 empresas unicornio –aquellas que valen más de 1.000 millones de dólares– se crearon en la recesión de 2007.

Hoy, en medio de una crisis sin precedentes, ese contexto genera optimismo en el mundo emprendedor que está llamado a ser uno de los grandes jalonadores de la recuperación económica. Ese es el factor ‘E’: el de los emprendedores.

Expertos afirman que 2020 fue un año de resiliencia y grandes oportunidades para los emprendedores. Por un lado, en tiempo récord adaptaron sus modelos de negocio a las nuevas circunstancias para seguir operando. Y por otro, la digitalización catapultó las empresas de base tecnológica.

Freddy Vega, colombiano fundador de Platzi, lo considera así. Para él, la gran digitalización que impulsó la covid-19 hizo que miles de personas y empresas en el mundo eliminaran las excusas para no adaptarse a los medios digitales, lo que abrió las puertas al comercio electrónico, la banca digital, la telemedicina y la educación en línea, entre otros.

Muchos de los negocios que explotaron en medio de la pandemia eran de base tecnológica y la situación hizo que sus propuestas de valor tuvieran más sentido. Por eso, se vieron crecimientos exponenciales de servicios de empresas como Rappi, Merqueo, 1DOC3, Platzi y hasta de empresas de inteligencia artificial y analítica de datos.

Esa explosión hizo que el ecosistema se fortaleciera. Al mismo tiempo que crecían las startups, se vieron grandes movimientos en inversiones, política pública y apuestas por acelerar a las empresas en etapa semilla.

Según la firma TTR, en lo corrido del año las transacciones de venture capital han aumentado 25 por ciento; y datos de Crunchbase, en colaboración con Velum Inverlink, revelan que en 2020 se han dado unas 52 operaciones, la gran mayoría en startups de e-commerce, delivery y fintech. Resultaron atractivos también sectores como logística y proptech.

Juan Gabriel Pérez, director ejecutivo de Invest in Bogotá, destacó que a octubre de este año los emprendimientos bogotanos habían recibido inversiones por más de 600 millones de dólares, una tercera parte de lo que habían podido levantar durante toda la última década.

Julián Torres, emprendedor y fundador de Fitpal y Ontop, también destaca que 2020 fue un año importante para el ecosistema emprendedor, pues se dieron a conocer más incubadoras y aceleradoras, así como fondos dispuestos a apostarle al ecosistema y lograr mayor relevancia en la conversación nacional.

2020 fue un año en materia de inversión en startups. Según Invest in Bogotá, a octubre los emprendimientos de la capital recibieron más de 600 millones de dólares en inyección de capital. | Foto: iStock

Hacia la recuperación

El 2021 será un año dinámico para el emprendimiento. Se verá el surgimiento de nuevas ideas de negocio que den solución a los problemas y necesidades que dejó la pandemia en el país.

La gran mayoría estarán direccionados en vertientes digitales. Pero también se espera un boom por empresas enfocadas en sostenibilidad. Camila Salamanca, de Endeavor, afirma que será un año de oportunidades para emprendimientos direccionados a la transformación energética y todos aquellos que permitan hacer la vida de las personas mucho más sostenible.

Y no se escatima que sectores como la economía naranja también encuentren una oportunidad. Javier Darío Fernández, director ejecutivo de Ruta N, señaló que las ideas que comenzaron este año se irán decantando el próximo y consolidándose en emprendimientos que comenzarán a llamar la atención.

Cree que, en ese camino, las economías creativas y culturales serán uno de los sectores que podría dar grandes sorpresas el próximo año.

Así mismo, los expertos consultados esperan que en 2021 la inyección de capital en startups se duplique y más actores internacionales vean en Colombia un mercado importante para impulsar a las nuevas compañías en la región.

En esto desempeñará un papel crucial la política pública planteada por el Gobierno nacional en el Conpes 4011 y la Ley de Emprendimiento, los cuales se espera tengan un impacto positivo en el ecosistema, ya que además de modernizar la normativa vigente, busca solucionar algunos de los dolores de cabeza de los nuevos empresarios en el país como el acceso a financiación, costos en la formalización de la empresa, ingreso a nuevos mercados y formación en negocios.

De hecho, de ser aprobado el proyecto de ley, que al cierre de esta edición estaba pendiente de su último debate, los esfuerzos de iNNpulsa se concentrarán en implementar los instrumentos que se contemplan en el proyecto de ley como la modificación de tarifas del Invima, la devolución bimestral de saldos a favor del IVA, la creación de un sandbox regulatorio para experimentar con modelos de negocio de base tecnológica, facilitar la participación de los empresarios en los procesos de compras públicas y la enseñanza de emprendimiento en los colegios, entre otros.

Si bien la política pública dará un impulso al ecosistema, hay factores como la conectividad que cumplirán un papel crucial.

Esto, según Ignacio Gaitán, presidente de la agencia, permitirá hacer del emprendimiento un factor dinamizador de la economía y el desarrollo.

Pero hay otros factores en qué pensar, como por ejemplo la conectividad. Vega, de Platzi, señala que cambiar ciertas estructuras tendría poco impacto en el ecosistema, mientras que si se logra conectar al ciento por ciento de la población a internet la explosión de emprendimientos sería mucho mayor.

Incluso, el efecto se sentiría en las zonas rurales de Colombia, donde el talento existe, pero los mecanismos para sacar adelante las ideas de negocio son casi nulos.

Al respecto, Ruta N señaló que están explorando mecanismos de articulación con diferentes instituciones de ciencia, tecnología e innovación, así como con entidades territoriales, con el propósito de llevar aprendizajes y fortalecer un ecosistema de innovación y emprendimiento en todo el país.

Aquí también serán claves iniciativas como CEmprende, que lidera iNNpulsa, y que precisamente busca articular los ecosistemas regionales.

Sumado a esto, los emprendedores que han tenido éxito empiezan a liderar iniciativas para dar visibilidad y apoyo a los empresarios regionales, como la Copa Chocó, que estuvo encabezada por Andrés Gutiérrez, de Tpaga, y en el que participó con mentorías Simón Borrero, de Rappi.

El fortalecimiento del talento es una tarea por cumplir. Matias Laks, gerente general de Rappi para Colombia, señala que es necesario continuar trabajando en este punto para que los ciudadanos tengan las habilidades necesarias que exigen hoy las empresas y puedan así contribuir a llevarlas un paso más allá.

Finalmente, otro de los puntos que deberán tocarse el próximo año será en materia de regulación. El país tiene una deuda pendiente con la normatividad para aplicaciones y empresas de base tecnológica, las cuales, como se ha dicho, cumplirán un papel clave en la tan anhelada recuperación.

¿En qué emprender?

El coronavirus abrió enormes oportunidades para crear negocios digitales de gran escalabilidad e impacto. En ese sentido, y según los expertos consultados por Dinero, habrá varios sectores atractivos para emprender, pero sin duda los que marcarán tendencia en 2021 son el comercio electrónico, servicios financieros, salud, educación y entretenimiento. También todas las soluciones de inteligencia artificial tendrán un gran auge el próximo año y sectores como el proptech serán de suma importancia, teniendo en cuenta que el sector inmobiliario y de construcción también está llamado a transformarse. Finalmente, habrá grandes oportunidades en industrias como energías renovables, servicios de consultoría tecnológica y en logística y transporte.