La decisión de permitir que los servicios de apuestas puedan entrar a operar ha generado críticas. Ante ellas, el presidente de la Asociación Colombiana de Operadores de Juegos (Asojuegos), Juan Carlos Restrepo, explicó que claramente la posibilidad de entrar a operar con más puntos de servicios depende estrictamente de cumplir con los protocolos que defina el Ministerio de Salud y los cuales aún no están disponibles.Además, Restrepo señaló que desde que empezó el aislamiento obligatorio, la red de juegos ha mantenido operatividad porque a través de ella prestadores como Baloto han venido entregando los subsidios de programas como Colombia Mayor e inclusive las devoluciones del IVA.
“Por eso, en el estricto sentido nosotros no vamos a ‘entrar’ a operar, porque ya veníamos haciéndolo para estos servicios. Lo que consideramos es que lo de apuestas es otro producto más que podemos entrar a ofrecer”, destacó Restrepo.Adicional a esto, el dirigente gremial consideró que hay otra razón importante para que los juegos de suerte y azar entren a operar paulatinamente a un mayor ritmo. Recordó que de esta actividad proviene una parte importante de recursos para la salud.“Solo en chance, hasta febrero pasado se venían recaudando $76.000 millones mensuales que iban al sector salud. Eso solo teniendo en cuenta los derechos de explotación e IVA y sin contar lo que las compañías puedan pagar por renta y otros impuestos”, señaló.Recordó que el sector emplea directamente a unas 65.000 personas que igualmente prestan sus servicios en unos 20.000 locales que están en arriendo y que en la mayoría de los casos pertenecen a pequeños propietarios que devengan su sustento de esta renta.
Enfatizó en que la apertura del sector no se dará de manera precipitada sino que irán abriendo lentamente locales en la medida en que la demanda de servicios se vaya recuperando.“Hay otro factor: en las regiones, el juego ilegal está disparado. Nosotros somos un gremio que ha venido avanzando fuertemente en la formalización durante los últimos 20 años”, señaló y explicó que todo esos avances están en riesgo si el sector no empieza a normalizar paulatinamente sus operaciones.
El sector de las apuestas emplea directamente a unas 65.000 personas.Para el dirigente gremial, las empresas del sector tienen claro que deben cumplir con unos protocolos estrictos para garantizar la salud de sus operarios y de los clientes y dijo que se trata de los mismos requisitos que ya venían aplicando para la operación con la que entregan recursos a los segmentos más vulnerable de la población.Las empresas de estas redes transaccionales habían buscado otras formas de prestar sus servicios y habían logrado en algunos casos domiciliar la entrega de los recursos a los beneficiarios de los programas sociales de los gobiernos nacional y regionales.