Estados Unidos nominará al alto asesor del presidente Donald Trump para Latinoamérica Mauricio Claver-Carone para presidir el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), una institución que nunca ha estado encabezada por un estadounidense en sus seis décadas de historia. Claver-Carone, de ascendencia cubana y actual asistente adjunto de Trump y director para asuntos de América Latina en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, es conocido por su activismo anticastrista de larga data y su firme oposición a la Venezuela de Nicolás Maduro. La administración Trump dijo que lo propondrá para el cargo que dejará vacante este año el colombiano Luis Alberto Moreno, al frente desde 2005, cuando el organismo con sede en Washington enfrenta una "coyuntura crítica" por la pandemia de covid-19. "La nominación del señor Claver-Carone demuestra el fuerte compromiso del presidente Trump con el liderazgo de Estados Unidos en importantes instituciones regionales y con el avance de la prosperidad y la seguridad en el hemisferio occidental", dijo el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en un comunicado. "Confiamos en que su liderazgo del BID fortalecerá su capacidad de generar impacto en el desarrollo de la región", añadió.

Claver-Carone, un abogado con trayectoria en temas económicos, encabezó la iniciativa del gobierno de Trump "América Crece", que busca atraer inversiones del sector privado para impulsar el desarrollo en América Latina y el Caribe. Además, promovió una ley bipartidista de 2018 sobre inversiones para el desarrollo, conocida por su acrónimo en inglés BUILD, que creó la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional de Estados Unidos, modernizando la otrora Corporación para Inversiones Privadas en el Extranjero (OPIC). Pasaje por el FMI Claver-Carone fue también representante de Estados Unidos ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), cargo desde el cual apoyó el préstamo de 57.000 millones de dólares para Argentina acordado con el gobierno de Mauricio Macri. Desde el Departamento de Estado, el jefe de la diplomacia estadounidense para Latinoamérica, Michael Kozak, celebró la nominación de Claver-Carone, subrayando en Twitter que "la prosperidad y la seguridad en el hemisferio occidental fluyen de mercados libres y liderazgo fuerte".

El colombiano Luis Alberto Moreno, actual presidente del BID, está al frente de la entidad desde el 2005. Su mandato termina este año. También aplaudieron el nombramiento los diplomáticos de Estados Unidos Ronald Johnson, embajador en El Salvador, y Mara Tekach, encargada de negocios en Cuba. El BID, principal fuente de financiamiento para el desarrollo de América Latina y el Caribe, nació en 1959 en el seno de la Organización de los Estados Americanos (OEA). Ha tenido cuatro presidentes: el chileno Felipe Herrera (1960-1970), el mexicano Antonio Ortiz Mena (1970-1988), el uruguayo Enrique Iglesias (1988-2005) y el colombiano Moreno.

Con la postulación de Washington, muchos analistas ven el fin del acuerdo tácito entre los países miembros del BID de tener un presidente latinoamericano y un vicepresidente ejecutivo estadounidense. Apoyo de Ecuador y Paraguay Entre los gobiernos extranjeros, Ecuador y Paraguay no tardaron en pronunciarse.  Desde Quito, el gobierno de Lenín Moreno consideró "muy positiva" la candidatura. "Ecuador ha trabajado de cerca con Claver-Carone durante los últimos años, lo cual le ha permitido conocer de cerca su liderazgo, capacidad de diálogo y empatía sobre la necesidades de la región", dijo la cancillería ecuatoriana en un comunicado. El gobierno de Mario Abdo también expresó su "apoyo" en un tuit del Ministerio de Relaciones Exteriores paraguayo. El sucesor de Moreno iba a surgir de la reunión anual del BID, prevista entre el 18 y 22 de marzo en Barranquilla. Pero la pandemia provocó la postergación de la cita para la primera mitad de septiembre, en el mismo lugar. El próximo presidente del organismo será elegido por sus 48 miembros y para ello debe reunir el respaldo de países que representen la mayoría del capital y tener el apoyo de la mayoría absoluta de los 28 países americanos.   Washington tiene el 30% del poder de voto en el directorio del BID, frente al 50% combinado para los miembros de América Latina y el Caribe, de los cuales Argentina y Brasil tienen el 11% cada uno y México, 7%. Canadá detenta el 4%. El BID también tiene como accionistas menores a países de fuera de la región que suman en conjunto un 15% de los votos.