Tras la pandemia y la oleada inflacionaria que ha vivido el país, la pobreza ha venido en aumento y al parecer la recuperación económica de 2021 y 2022 no fue suficiente para detener esa tendencia. Al menos esa es la percepción que tienen economistas como los del BBVA, que hicieron un estudio sobre la situación social de los colombianos y encontraron que 40 % de ellos vive en dicha condición.
De hecho, evidenciaron que 43 % de los hogares cuya cabeza es una mujer son pobres, lo mismo le ocurre al 48 % de aquellos cuyo jefe es una persona joven y al 60 % de las familias que migraron a Colombia. Igualmente, 52 % de los hogares víctimas de desplazamiento forzado registran altos índices de pobreza.
La precariedad económica es mayor en los departamentos periféricos y en las zonas rurales, afirma el estudio. En particular, en La Guajira, Magdalena y Chocó: la población en situación de pobreza supera el 60 % del total.
“Colombia tiene una brecha de género significativa en las cifras de pobreza: las mujeres, en promedio, son 6 % más pobres que los hombres. Además, si es una mujer migrante (62 %), la pobreza se acentúa.
Asimismo, en los hogares en que la cabeza del hogar es un empleado asalariado, la pobreza se reduce en la mitad hasta menos de 24% y si es afiliado a la seguridad social en pensiones se reduce en más del 60%. Por lo tanto, es necesario reducir la tasa de desempleo, integrar la población a la formalidad y reducir la brecha de las mujeres y los jóvenes”, explicó Juana Téllez, economista jefe de BBVA Research.
¿Qué hacer?
Según el informe de BBVA Research, tener una tasa de pobreza tan alta hace necesario que el Gobierno preste mayor atención a temas como: el crecimiento económico, la seguridad social, los subsidios, la digitalidad, la inclusión financiera, la infraestructura y el capital social.
Recomiendan ponerle la lupa al mercado laboral, pues es insostenible que 58,2 % de los trabajadores no tengan seguridad social, flagelo que se siente con más fuerza en capitales de la Costa Caribe como Riohacha, Valledupar, Sincelejo y Santa Marta, con cifras de informalidad cercanas a 67 %, 66 %, 65 % y 63 %, respectivamente, según el más reciente informe del Dane.
En el BBVA aclaran que si bien el trabajo reduce los riesgos de pobreza, las condiciones del mismo también inciden, lo que hace necesario formalizar a más personas.
En materia de educación, se han evidenciado grandes avances en los últimos años, pero el país aún mantiene brechas importantes que se deben reducir, dado que implican mayor desigualdad social y diferencias en las capacidades para adquirir capital.
Se estima que la cobertura de la educación terciaria, entendida como la educación técnica, tecnológica o profesional, pasó de una cobertura de 42,8 % en 2011 a 54 % en 2021. Pero se mantienen las brechas rurales (tasa de analfabetismo rural 12,6 % vs. tasa nacional 5,2 %) y con baja participación de los profesionales, que son necesarios para impulsar el aumento de la productividad y las condiciones sociales de los hogares.
“La cobertura educativa es de 90 % en primaria (vs. 99 % en la OCDE) y de 79 % en secundaria (vs. 98 % en la OCDE); sin embargo, se reduce a 47 % en educación media (vs. 93 % en la OCDE). La capacidad de la educación terciaria para reducir la pobreza es enorme: la tasa de pobreza de un colombiano con educación terciaria se reduce desde 42 % en personas con primaria hasta 7 % en personas con educación superior”, recalca el informe del BBVA.
¿Cómo mejorar?
Ante estas dificultades, los economistas de BBVA Research recomiendan trabajar en aumentar la productividad y el gasto público productivo, mejorar la calidad de empleo, impulsar la conexión en zonas aisladas, y fortalecer la cantidad y calidad de educación pública.
Como parte de su aporte a ese proceso la entidad financiera junto a Bancamía, entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA, ampliaron el alcance de su beca ‘Transformando Realidades’, que aplicará a partir de este año y que favorecerá a 100 jóvenes vulnerables del país para que puedan cursar estudios universitarios. Esta iniciativa beneficia a los hijos e hijas de microempresarios clientes de Bancamía y lleva tres ediciones.