Los ciudadanos de Bogotá y la economía capitalina, amanecen este jueves con una noticia positiva: los manteles vuelven a las mesas de los restaurantes. Así quedó establecido en los recientes decretos de la nueva normalidad en la capital del país, que fijó el 3 de septiembre como fecha de inicio para el piloto del sector gastronómico, tanto a puerta cerrada como a cielo abierto. El clima no le ha jugado a favor a Bogotá en los últimos días, sin embargo, el día comenzó con el firmamento azul, lo cual vaticina un buen inicio para los resturantes, que llevan cinco meses y medio esperando este momento.
La propia alcaldesa, Claudia López, celebró que, tras varios días, el sol volviera a hacer parte del panorama bogotano. Si bien puede parecer un tema menor, el mal clima puede empantanar las ganas de miles de empresarios, que quieren reabrir sus locales más allá de los domicilios. Se trata de más de 1.600 establecimientos del sector gastronómico que están autorizados para operar en la ciudad y los demás (en la ciudad hay unos 48.000) pueden inscribirse de manera gratuita en bogotaacieloabierto.gov.co para recibir el aval del Distrito. Eso sí, en todos los casos habrá límites de personas y controles de bioseguridad para que dichos espacios no se conviertan en focos de contagio del coronavirus. El plan inicia con el sector gastronómico permitiendo que restaurantes, cafés, cafeterías y gastrobares brinden servicio a la mesa en lugares abiertos con un aforo de 30 por ciento y al interior del 25.
“Bogotá a Cielo Abierto hace parte de la nueva realidad para disfrutar la ciudad de una forma diferente. La cultura ciudadana, el auto cuidado y la corresponsabilidad son el 50 por ciento del éxito de esta estrategia de reactivación económica que tendrá vocación de permanencia hasta diciembre”, indica Carolina Durán, secretaria de Desarrollo Económico. Y agregó que los negocios deben habilitar métodos de pago virtuales, contar con sistemas de reserva, cumplir con desinfección constante de mesas y garantizar que los empleados y/o meseros usen elementos de protección y bioseguridad.
En este piloto está permitido el consumo de licor en restaurantes, pero solo como acompañante de las comidas. No se venderán bebidas alcohólicas si no se consumen alimentos. Por su parte, los comensales tendrán la sencilla, pero no menor tarea de promover el autocuidado. Deben usar implementos de protección como tapabocas y/o caretas, realizar reserva previa de forma virtual, llegar 15 minutos antes de la hora de la cita, no exceder las dos horas de estadía en el establecimiento y asistir en grupos de máximo seis personas. Desde la industria gastronómica, señalan que tienen todo listo para comenzar a operar y que su servicio no será propagador del coronavirus. Según Guillermo Gómez, presidente de Acodres, se hará toma de temperatura, se recomienda mantener el tapabocas hasta que llegue el servicio y habrá zonas de desinfección.
Bogotá A Cielo Abierto contempla pilotos en 100 calles de la ciudad, agrupadas en 7 zonas y 25 tramos. Las localidades que ya tienen autorización son: Chapinero, Santa Fé, La Candelaria, Usaquén, Kennedy, Tunjuelito y Teusaquillo. El servicio funcionará de jueves a domingo hasta las 12 de la noche, se podrán pedir bebidas alcohólicas acompañantes de la comida (como unas cervezas o vino) y para entrar no se tendrá en cuenta el pico y cédula. Eso sí, es necesario hacer reservas.