Con excepción de los municipios donde existe moderada o alta afectación de coronavirus, los demás pueden solicitar el levantamiento del aislamiento preventivo obligatorio en su jurisdicción, pues desde este 16 de julio entró a regir el decreto 990, que permite la operación de 44 actividades y deja en libertad a los mandatarios locales para solicitar permiso al Ministerio del Interior, con los debidos protocolos, para abrir iglesias, museos, bibliotecas, restaurantes, hoteles, entre otros lugares en los que tradicionalmente hay aglomeraciones. La medida implica que 900 municipios de 1.123 que tiene el país, lo que corresponde al 80,1 por ciento, tendrán vía libre para hacer una apertura total. En los demás, la actividad económica continúa a media marcha. Pero entre una suma y otra, la reapertura, si bien se está dando de manera gradual, ya está bastante avanzada, mientras los colombianos tienen la sensación de que hay un alto riesgo al salir y hacer uso de los servicios que se están activando.
En Estados Unidos, que -valga la aclaración- no es el mejor modelo en el manejo de la pandemia, hace un par de días se completaron 27 estados que echaron reversa con la reapertura. La situación en Colombia es distinta, pues las altas cifras de contagio se concentran en algunos municipios. El problema es que, las zonas sin covid-19 o con moderada afectación, en algún momento deben relacionarse con los que tienen mayores casos. Lo ocurrido con la suspensión del Día sin IVA evidencia que fraccionar al país para aplicar unas medidas en unas regiones y en otras no, es algo complejo. Esto, sin contar con que la pandemia ha evidenciado serias falencias en el país, como la del comercio electrónico, el cual solo es de dominio del 10 por ciento de los establecimientos. De todas estas temáticas habló con SEMANA el ministro de Comercio, José Manuel Restrepo. Hay una nueva fase de la reapertura económica con más sectores que tienen posibilidad de presentar pilotos para arrancar. Qué tanto está funcionando la reapertura en términos económicos, teniendo en cuenta que la situación sanitaria está compleja. ¿Vale la pena el costo beneficio? Nunca hemos visto esto como una relación costo beneficio. La prioridad siempre ha sido la protección de la vida de los colombianos. En ese contexto, también hay que hacer esfuerzos para proteger sus empleos, sus ingresos, logrando reactivación de la vida productiva. La reactivación viene avanzando a buen ritmo. Hoy podemos decir que de las 250.000 empresas que han solicitado validación de protocolos de bioseguridad, el 87 por ciento ha obtenido el sí por parte de las autoridades locales. Más del 80 por ciento de los potenciales empleados del sector productivo están de vuelta en los distintos sectores de la economía. En consecuencia, los resultados son comprobables con indicadores líderes y con el gasto de los hogares. Por ejemplo, el índice de confianza de los consumidores, el de la industria y el comercio vienen creciendo. Los índices de gestión de compra (PMI) del sector industrial se aceleran rápidamente. Lo mismo sucede con la variación positiva que ha tenido la demanda de energía, o la subida en los registros de compra de vehículos. Todos estos indicadores anticipan para dónde se está moviendo la economía. Demuestran que viene en un proceso de reactivación económica. El Decreto 990 que arranca el 16 de julio va a ser un instrumento para continuar este proceso de reactivación de la vida productiva del país. En Estados Unidos ya se completan 27 estados que han suspendido la reapertura del comercio, por rebrotes. ¿Cree que en Colombia también podríamos llegar a algo similar? El proceso de apertura de sectores productivos en Colombia ha sido ordenado, gradual, progresivo y sobre todo con criterio de regionalización. Esa es la clave de su éxito. Hemos sido capaces de identificar que hay municipios de baja aceptación covid o sin covid, que son cerca de 900, la mayoría. En ellos se puede lograr un proceso de apertura de buena parte de los sectores, sino casi todos, con algunas restricciones. Obviamente, con cumplimiento de protocolos de bioseguridad. En Colombia hemos venido con un proceso ordenando, entonces yo creo que vamos por el camino correcto. Los municipios podrán tomar decisiones frente a situaciones específicas que se presenten y con un acompañamiento directo por parte del Ministerio de Salud. Al final, la clave del éxito de nuestra reapertura depende de esa responsabilidad que han venido asumiendo los empresarios y también de la exigencia de una disciplina ciudadana. Algunos expertos piensan que la suspensión del Día sin IVA es señal de que el retorno de actividades, un tanto más arriesgadas, como piscinas, restaurantes, iglesias, cines, podría ser inconveniente. ¿Usted que cree? La suspensión del Día sin IVA se da en el contexto del objetivo de la medida, que es la recuperación de la vida productiva, la reactivación económica. Durante la primera y la segunda jornada sin IVA se lograron resultados positivos, pero éramos conscientes de que, el 19 de julio es parte de un fin de semana en el que se aplicarán medidas restrictivas por parte de los alcaldes, y que algunas ciudades han tenido que acudir a toques de queda. Solo con el comercio electrónico era imposible lograr que el restablecimiento del comercio se diera, pues el 90 por ciento de los establecimientos no tienen esa capacidad. Por eso se toma la decisión de suspender el Día sin IVA, porque no contribuiría a la reactivación económica. Quiero destacar que la reapertura de los sectores responde a un análisis serio y cuidadoso. Hay un equipo de científicos, epidemiólogos nacionales e internacionales que, junto con el Ministerio de Salud, evalúan sector por sector; subsector por subsector, para ver sus condiciones, sus niveles de riesgos, sus niveles de contagio. Lo que se ha venido abriendo responde a un rigor técnico. ¿Qué alternativas hay para una nueva fecha del día sin Iva? La definición precisa de la nueva fecha del Día sin IVA es un tema que se está evaluando. Desde la perspectiva del sector industria y comercio lo óptimo sería que se hiciera en el último trimestre del año, cuando se supere buena parte de los impactos de la pandemia y se pueda garantizar que el consumidor tenga la opción de elegir entre un comercio virtual o uno presencial. ¿Qué más están pensando hacer para que caminen de la mano la reapertura y la protección de las personas ante el contagio? El camino que ha adoptado el Gobierno nacional se condensa en el Decreto 990. En primer lugar, establece categorías de municipios. Los de baja afectación o no covid podrán solicitar al Ministerio del Interior el levantamiento de la medida de aislamiento preventivo y, por lo tanto, abrir prácticamente todo los sectores económicos, salvo algunos relacionados con grandes eventos que tienen riesgo de aglomeraciones, relacionadas especialmente con esparcimiento. En los otros municipios se tendrá que ir siempre acompasando, según el comportamiento de la pandemia, las medidas para proteger la vida que siempre es la prioridad, con la posibilidad de apertura.