Uno de los puntos más visibles en la ley de turismo es la reducción del IVA a los tiquetes aéreos, desde la tarifa general, que es del 19 por ciento, hasta el 5 por ciento, y las comisiones sextas de Senado y Cámara –en sesiones conjuntas– le dieron el visto bueno a esa medida, dentro del trámite del proyecto de ley que este lunes recibió el primero de los dos vistos buenos que necesita para ser ley de la República.

El congresista ponente del proyecto, Horacio José Serpa, llevó al debate las cifras del sector para el cual, con la iniciativa, están buscando un salvavidas, teniendo en cuenta que incluye muchos eslabones de la cadena del turismo y todos fueron afectados por la emergencia sanitaria y económica en la pandemia.

Por ejemplo, en el segmento de los hoteles, en el país hay alrededor de 26.000 y el 82 por ciento son pequeños, es decir, con menos de 20 habitaciones. Durante el segundo trimestre, según las cifras suministradas por Cotelco, gremio de los hoteleros, la ocupación fue del 3,2 por ciento, en comparación con el 53 por ciento que traían antes del coronavirus.

En este punto hay que tener en cuenta que no todo el sector hotelero ha entrado en la reactivación, pues muchos de sus administradores estiman que es más costoso entrar a operar en las condiciones que plantean los protocolos de bioseguridad, con reducción de aforo y limitaciones para la socialización, que seguir en la quietud.

De hecho, otra de las cifras que salieron a relucir en el debate es que 174 hoteles han cerrado puertas definitivamente y se han perdido 34.000 empleos de los 110.000 que aportaban al mercado laboral.

Si se mira por el lado de las agencias de viaje, que son las que ofrecen paquetes turísticos o tiquetes aéreos para el viajero, reportaron una disminución del 70 por ciento en sus ventas brutas, de acuerdo con las estadísticas presentadas por Serpa en el debate.

A ello se le agrega lo que está sucediendo en los restaurantes, segmento que también depende del turismo. Acodrés, el gremio que los agrupa, mostró números en rojo, según los cuales de 90.000 restaurantes a la fecha, unos 41.000 habrían bajado el telón como consecuencia de la crisis que trajo consigo la pandemia.

Entre tanto, los bares, que son otro eslabón de la cadena, reportaron su situación crítica, pues son alrededor de 50.000, de los cuales dependen 250.000 familias que llevan 8 meses sin los ingresos que tenían antes de la actual coyuntura.

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De ahí que el proyecto de ley, en cuyo primer debate tuvo un tropiezo más de forma que de fondo, tuviera un apoyo generalizado. En la sesión de este lunes se presentó un altercado debido a que parte del equipo de ponentes de la propuesta, quienes fueron convocados a sesiones virtuales, se encontraban en un desayuno en un club, desde el cual realizaron la sesión. Algunos parlamentarios, como Antonio Zabaraín, sentaron su voz de protesta ante el hecho y anunciaron su retiro del debate.

La situación se solucionó posteriormente y la iniciativa fue aprobada. Ahora tendrá que pasar a su segundo y último debate en plenarias, con la expectativa de que las rebajas en impuestos también se le trasladen al consumidor, que está igualmente golpeado por la pandemia.