Gasolina cara, víveres con precios altos, encarecimiento de servicios. Eso es lo que están viviendo los estadounidenses y lo que se refleja en el resultado del Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos en el segundo trimestre del año, el cual tuvo una contracción de 0,9 % en proyección anual.
Si hay o no una recesión de la primera economía mundial es motivo de debate entre los expertos en el tema, pues desde el punto de vista técnico, según expresa Juan David Ballén, líder de investigaciones económicas de Casa de Bolsa, “la definición de una recesión técnica es cuando el PIB se contrae por dos trimestres consecutivos”.
Desde la perspectiva de Ballén, “es posible que el tercer trimestre continúe débil, ya que Europa sigue enfrentando las complejidades de la guerra entre Rusia y Ucrania. Si sucede así para los siguientes tres meses ahí sí entraría el país en una recesión como tal”.
Las posibilidades de que continúe el freno están dadas, puesto que, según agrega el director de investigaciones económicas de Casa de Bolsa, el resultado negativo consecutivo se junta además con la ruta que ha tomado la FED (Reserva Federal), “de continuar elevando la tasa de interés, lo que debe contribuir a seguir frenando la economía”.
En Estados Unidos, desde el primer trimestre, la economía ha estado fuertemente desacelerada. En ese periodo, el PIB se contrajo 1,6 %, según las cifras confirmadas este jueves por el departamento de Comercio, teniendo en cuenta que en ese país se entregan estadísticas preliminares que luego se corroboran.
La definición comúnmente aceptada de recesión corresponde a dos trimestres consecutivos de disminución del PIB, pero muchos economistas, así como la administración del propio presidente Joe Biden, afirman que la economía no está necesariamente en recesión pues muestra otros indicadores más favorables. De hecho, en Colombia, el economista Felipe Campos, experto de Alianza Valores, enfatiza en el tema del empleo, por lo que “algunos dirán que si hay recesión técnica. Posiblemente el NBER (Buró Nacional de Investigación Económica en ese país) que es el que lo define, diga que no, al menos no por el primer semestre (los dos trimestres de los cuales se tiene información), debido a que hay otras variables como el empleo que está fuerte. Eso no quita el riesgo que la recesión sea definida más para el segundo semestre de este año o primero del 2023″, argumentó.
Ni la inversión pública se mueve
La caída del PIB en Estados Unidos es el reflejo de una fuerte contracción en las inversiones de las empresas y la de las compras de viviendas por parte de las familias, según dijo el departamento de Comercio al presentar sus cifras.
Otro elemento que ha llevado a que se contraiga la economía estadounidense es la inversión pública, pues tanto el gobierno federal, como los de los estados y las administraciones locales contuvieron sus gastos, justamente a la espera de que la inflación descanse y de nuevo, los precios confluyan a un nivel más sostenible.
Los hogares siguen apuntalando el consumo, pero a punta de créditos. Mantuvieron compras y utilización de servicios, lo que probablemente no podrá continuar, ya que la FED está apretando las tuercas para contener la inflación, lo que inevitablemente frenará el crecimiento de la economía, que se basa en el consumo.
Diversos puntos de vista
José Ignacio López, jefe de investigaciones económicas de Corficolombiana, es otro de los expertos que expresa su opinión sobre la recesión en Estados Unidos. “La definición de recesión es como la de la belleza. No hay una manera única de decir qué es bello, no hay una definición única de qué es recesión”.
En el mismo sentido que sus homólogos, López señala que, teniendo en cuenta que el mercado laboral está muy fuerte, si a esto se le considera recesión, sería algo muy atípico. “La definición no es muy precisa”.
Si bien, en Estados Unidos ha sido una ‘regla a dedo’ que se llame recesión técnica a dos trimestres consecutivos con tasas de crecimiento negativos, López no es partidario de que ahora se le considere como tal. “En la literatura académica no hay un consenso. El comité de NBER maneja otro concepto y no es tan sencillo para definir recesión con dos trimestres”.
López agrega que entre la mayoría de analistas el consenso es que “este panorama todavía no tiene pinta de recesión. La tasa de desempleo es baja, la creación de empleo sigue bien. Es probable que venga un fuerte debate sobre si hay o no recesión técnica, pero a mi juicio, el primer trimestre fue negativo por unas correcciones estacionales. Yo no creo que a esto le podamos llamar recesión”.