Hasta con 5.000 salarios mínimos podrá ser sancionado un empleador que no acate la reducción de la jornada laboral, medida que se está introduciendo en el mercado laboral colombiano, de manera gradual, y alrededor de la cual, este 16 de julio, entra en vigencia la segunda tanda. Con ello, la jornada semanal, que había pasado de 48 a 47 horas, ahora queda en 46.
Para Palma, es clave que los empleadores acojan la medida, la cual, sin embargo, no implica que la gente trabaje menos, sino que le paguen por un trabajo complementario (con reconocimiento de horas extras y recargo nocturno -si es en la noche).
Según las declaraciones entregadas por Palma, la aplicación de la medida, que proviene de una ley que fue tramitada por el Centro Democrático, tiene un resultado agridulce, dice el funcionario.
Esto, debido a que, mientras muchos empleadores no reconocen la jornada reducida, hay otros que se fueron al extremo y de una sola vez redujeron a 42 horas, lo que en el país está previsto que se logre en 2026 (bajará a 44 en 2025 y a 42 en 2026). “Eso llevó a la reducción de la productividad de muchas empresas”, indicó el viceministro.
En ese contexto, Palma señaló que ya hay una dificultad en Colombia por la manera en que se maneja el trabajo complementario en los sitios de empleabilidad, pues, según dijo Palma, citando a la Gran Encuesta integrada de Hogares, el 90 % del trabajo complementario no se paga.
La situación se complicó más cuando se implementó el trabajo en casa, modalidad a través de la cual, si el trabajador extiende la jornada, es más difícil de demostrar.
La productividad no depende de la cantidad de horas trabajadas, recordó el viceministro, quien puso sobre el tapete las cifras de otras geografías que están marcando tendencia en el mundo, como es el caso de España, que tiene en estudio pasar la jornada semanal a 32 horas. En el caso de Colombia, de acuerdo con los estimativos de Palma, debería ser de 40 horas a la semana, teniendo en cuenta que esta nación, desde hace muchos años, se mantiene atrás en ese camino.
Hay que recordar que esta medida vendrá acompañada de la eliminación de un beneficio que tienen los trabajadores formales: la jornada semestral del Día de la Familia, que se acabará en 2026 con el argumento de que, al tener más tiempo para la vida personal, ya no serán necesarias esas gabelas.