Por lo aprobado hasta ahora en la reforma pensional, es un hecho que el país pasaría de dos sistemas que compiten entre sí (prima media y ahorro individual) a uno en el que se complementan, pero la forma de esa complementariedad es una de las grandes trabas de esa iniciativa. La idea es limitar los subsidios estatales que se dan a los pensionados, que hoy cubren mesadas hasta los 25 salarios mínimos y que funcionan de forma inequitativa, pues les dan más dinero a quienes tienen ingresos más altos.

Para concretar ese objetivo se busca que todos los cotizantes se pasen a Colpensiones y que reciban el mismo subsidio del Estado, aunque aquellos con ingresos superiores a ese subsidio deberían cotizar el valor adicional en los fondos privados de pensiones. El lío ha estado en definir el monto máximo de esa ayuda estatal.

En medio del debate, muchos se han preguntado cuál será el papel en el que quedan los fondos privados de pensiones. SEMANA habló con Juan David Correa, presidente de Protección.

SEMANA: Con la reforma, ¿cuál será la labor de los fondos, si la mayoría de los afiliados van a estar solo en Colpensiones?

Juan David Correa (J. D. C.): Tendremos la responsabilidad de administrar los 400 billones de pesos que hasta ahora han ahorrado nuestros afiliados. Esa tarea implica que tendremos que seguir generando valor sobre esos recursos, que son resultado en 30 %, aproximadamente, del aporte de capital por parte de los cotizantes y los empleadores, y en 70 % de rendimientos. Además, tendremos que administrar todos aquellos recursos que superen el umbral que defina el Congreso.

Tras un duro pulso en el Senado, el Gobierno logró que la reforma pensional surtiera dos de los cuatro debates que necesita para ser ley. Hubo cambios en el régimen de transición, en el umbral para cotizar en Colpensiones y en los fondos privados, así como en el fondo de ahorro.

SEMANA: Se habla de un mico que se habría metido en el proyecto de ley en el Senado, en el que les darían una comisión del 0,7 % por administrar esos 400 billones. ¿Eso de dónde salió?

J. D. C.: Creo que ahí hay una muy mala interpretación. Lo primero es que no es un mico. En el proyecto original se establecía la posibilidad de redefinir el modelo de ingreso a futuro para los fondos de pensiones, teniendo en cuenta que se reducen los aportes que administramos, aunque vamos a seguir a cargo de los recursos de los clientes en transición y de una parte del aporte de aquellos que coticen por encima del umbral que finalmente se defina. Esta sería la transición de los fondos privados y es natural que se dé en procesos de cambio en el sistema de pensiones.

SEMANA: ¿Pero no es un doble cobro teniendo en cuenta que por esos 400 billones ya se pagó una comisión?

J. D. C.: No, porque hay unas tareas de administración que continúan y hay un modelo de transición necesario.

SEMANA: La reforma crea un fondo de ahorro, que estaría a cargo del Banco de la República y que va a tener administradores profesionales. ¿Sería un nuevo negocio para los fondos?

J. D. C.: Claro, y lo digo con humildad, tras lograr acumular esos 400 billones de pesos que hoy están ahorrados. Ha sido una construcción de 30 años, haciendo rendir esos recursos mediante gestión de inversiones. Tenemos un know-how y una historia, que nos vuelven los primeros candidatos a ser los administradores de parte de ese fondo, y esas capacidades para ofrecerle al país.