El inicio de las sesiones legislativas en el Congreso, el próximo 20 de julio, vendrá acompañado de una serie de proyectos de ley de origen gubernamental, los cuales fueron explicados por el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, en una rueda de prensa. Señaló que son iniciativas que buscan, principalmente, la reactivación económica.
Específicamente se refirió a la nueva reforma tributaria, la cual tendrá como objetivo reducir la tasa nominal del impuesto de renta corporativo. Pero, dijo que simultáneamente están construyendo el Presupuesto de 2025, proceso en el que van a revisar dónde están los recursos para garantizar un nivel de inversión, cumpliendo con el pago de la deuda. “Ya estamos pensando seriamente en una ley de financiamiento que implique que tenemos que ir a buscar recursos adicionales. Eso iría en una sola propuesta, donde van estímulos y recursos adicionales”, aseguró Bonilla.
Esa nueva ley de financiamiento dependerá, a su vez, de dos temas: cómo adelantar la aplicación de la regla fiscal de 2026 a 2025, lo cual no se puede hacer por decreto, sino que lo tiene que aprobar el Congreso y hay que definir si puede ir dentro de la misma ley o debe ir aparte –es un tema de unidad de materia–, así como desarrollar el compromiso que adquirió el Gobierno de asumir los costos de la opción tarifaria para los estratos 1, 2 y 3, porque hasta ahora la ley de servicios públicos no le permite al Ejecutivo asumir esos costos.
“La ley de servicios públicos nos permite asumir los subsidios, pero este tipo de costos no. Ya está avanzando el proceso de que tanto Findeter como la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN) están otorgando recursos de crédito a las comercializadoras, pero lo que sigue es el proceso en el cual el Gobierno asume la deuda que se adquiere con Findeter y con la FDN. Sin embargo, hoy no tenemos el instrumento legal para hacerlo, entonces debemos incorporarlo”, señaló el ministro de Hacienda y dijo que igualmente están examinando si eso es un proyecto aparte o lo pueden incluir en un solo gran proyecto.
En lo que respecta a las medidas de reactivación que se están acordando con los sectores empresariales, Bonilla dijo que ya se está materializando con los bancos, los cuales han anunciado reducciones importantes de las tasas de interés de sus créditos hipotecarios. “No es una guerra de tasas, es un proceso de acompañamiento a la reactivación y mientras el Banco de la República va a seguir bajando sus tasas a velocidad moderada, ellos lo van a hacer más rápido y eso evidencia un proceso de concertación con los sectores empresariales”, reiteró.
También pidió que los demás sectores empresariales aprovechen los créditos más baratos para darle tracción a la reactivación, en particular a la construcción, las actividades agropecuarias y la confección.
En cuanto al recorte presupuestal que se anunció para lo que resta del año, Bonilla dijo que se identificaron recursos dirigidos a obras civiles y a otras obras públicas que el Gobierno había venido entregando, pero estas no avanzaban y, por ende, la pregunta era: ¿dónde quedó esa plata?
Tras una evaluación, detectaron las obras en las cuales el avance es intermedio y en las que no había avances y en estas últimas estudian liquidar los contratos, para así poder liberar recursos que se encuentran en fiducias. “Ahí hay mucha plata encerrada. Un ejemplo es el de Mulaló-Loboguerrero, el cual tiene cerca de 2 billones de pesos encerrados en una fiducia y serias dificultades para hacerse. Lo más seguro es que se va a llegar a una negociación para liquidarlo y eso significa que la plata que teníamos que girar este año a esa obra se la podemos destinar a otra como la vía Medellín-Quibdó”, puntualizó.