Apenas un tímido asomo ha tenido en el Congreso de la República la ley de financiamiento o reforma tributaria desde que fue radicada en la Cámara de Representantes, lo que sucedió hace casi dos meses (el 10 de septiembre de 2024). Fue solo una presentación informal ante la Comisión IV de Senado. Después de allí, no ha pasado nada más y el tiempo corre de manera inexorable, dentro del cronograma de sesiones ordinarias del Parlamento, que cierra el telón en la segunda semana de diciembre.

Entre la atención a los temas gruesos que están en curso en el Legislativo (Sistema General de Participaciones, reforma a la salud, reforma a la justicia y hasta el presupuesto de regalías) y el tropiezo que implicó que el Presupuesto General para 2025 se tenga que ir por decreto y no por aprobación del Congreso, se han ido caldeando los ánimos. Ahora todo luce incierto con esta iniciativa que tramita el gobierno, con la perspectiva de obtener 12 billones de pesos para completar los recursos previstos para financiar la carta financiera del próximo año.

Proposición radicada para pedir la devolución del Presupuesto 2025 al gobierno. | Foto: Cortesía

El panorama cambió para el proyecto de ley de financiamiento o reforma tributaria con el revés que tuvo el proyecto de presupuesto. Ya el Congreso venía criticando la decisión del gobierno de amarrar las dos propuestas legislativas. Algunos pedían que las separaran y se bajara el monto de recursos necesarios para la vigencia 2025, pero no hubo punto medio entre el Ejecutivo y el Legislativo.

En las cabezas de las dos células que conforman el Congreso, ha habido posiciones que parecen no abonar terreno para una eventual tramitación y aprobación de la ley de financiamiento. El presidente del Senado, Efraín Cepeda, tuvo sus roces con el presidente Gustavo Petro, luego de haber manifestado que tendría votos suficientes para hundir ese proyecto de ley si no se modificaba el monto del presupuesto.

Luego, cuando ya el proyecto de presupuesto se fue por decreto, el presidente de la Cámara, Jaime Raúl Salamanca, expuso su preocupación y enfatizó en que el mensaje que se enviaba con ello no era el mejor en términos de un “acuerdo nacional”.

Se demora y falta poco tiempo para el cierre del Congreso

En Colombia, donde tanto el Ejecutivo como el Legislativo ya son expertos en trámites de reformas tributarias, pues se debate una cada dos años y hasta con menor intervalo entre una y otra, se sabe que se requieren al menos unos 3 meses para que salga adelante un proyecto tan complejo de aprobar en los estrados donde se avalan las leyes.

Radicación de la ley de financiamiento, el martes 10 de septiembre de 2024, en la secretaría de la Cámara de Representantes. | Foto: Ministerio de Hacienda

Hasta el momento, según recordó Javier Hoyos, de la firma Gestión Legislativa, aún no están nombrados todos los ponentes y, por supuesto, por esa vía, la construcción de la ponencia para primer debate estaría demorada.

La ley, ya que está en línea con la manera de aprobar un Presupuesto de la Nación, pues se tramitó de esa manera, tendría dos debates, pues las comisiones económicas (tanto terceras y cuartas de Senado y Cámara) sesionarían de manera conjunta. El siguiente paso sería en las plenarias de ambas células legislativas y, si hay diferencias entre lo aprobado en un lado y otro —que es lo más probable, sería necesaria una conciliación.

Además, hay que tener en cuenta que, una vez que se inicie el primer debate en comisiones conjuntas, y al suponer que sea aprobada allí, se requieren 8 días de intervalo entre el primer y segundo debate.

La cuña que más aprieta

Pero lo más difícil de sobrepasar es que, hasta el momento, no parece haber ambiente suficiente para que la ley de financiamiento evolucione en su trámite. El gobierno, al ligar los dos proyectos de ley, esperaba el aval porque se necesitaba para el presupuesto. No obstante, ahora, esa circunstancia puede jugar en contra, pues podría pasar lo mismo que con la carta financiera: una sola comisión —de cuatro— niegue la propuesta legislativa y ahí acaba todo.

Así lo confirmó el representante a la Cámara, Óscar Darío Pérez, quien ha participado en la aprobación de varias reformas a los impuestos, dice que, desde su perspectiva, “tiempo si hay, lo que falta es voluntad en el Congreso. Se requiere que las cuatro comisiones aprueben la reforma. Una sola que lo niegue no hay ley”.

Óscar Darío Pérez, representante a la Cámara. | Foto: GUILLERMO TORRES