Las plataformas de transporte tipo Uber, Beat o DiDi tienen ocupados a los congresistas. A la sonada primera propuesta de Mauricio Toro, representante a la Cámara por el partido Alianza Verde, que fue presentada de nuevo tan pronto como empezó esta legislatura, luego de haber sido hundida en el primer semestre de este año, se vienen sumando otras iniciativas, incluso de parlamentarios de una misma filiación política. Hasta el momento se han radicado cinco y está en camino una más, aparte de la que prepara el ministro del Trabajo, Ángel Custodio Cabrera, para que las plataformas digitales coticen a la seguridad social por sus colaboradores, lo que también fue incluido en algunos de los proyectos destapados hasta ahora. La proliferación de proyectos de ley sobre las plataformas muestra el desacuerdo político en torno a lo que hay que hacer para regular este servicio de transporte, que ha desatado fuertes controversias en el país e incluso protestas sociales y decisiones, como la de la Superintendencia de Industria y Comercio, que retiró el servicio de Uber en el país en diciembre de 2019.
De hecho, luego de que el proyecto de ley de Mauricio Toro se hundiera en el Legislativo, en junio, se anunció que el también representante a la Cámara, Edwin Ballesteros, lo acompañaría en un nuevo intento. Sin embargo, Ballesteros, que pertenece a las filas del Centro Democrático, se abrió y presentó su propia propuesta, firmada por 9 parlamentrios más. Una tercera iniciativa legislativa es del senador Jorge Robledo, del Polo Democrático, que va de la mano con el representante Jorge Alberto Gómez, a la que se sumó una cuarta propuesta hecha por el senador Álvaro Uribe. Además, está en el abanico de ideas legisladoras la iniciativa que lleva la firma de Buenventura León, Martha Villalba, John Arley Murillo, entre otros. Pero en el camino está también la que radicará próximamente el representante a la Cámara Gabriel Santos, quien realizó una audiencia pública este martes para escuchar ideas y ajustar el documento. El ambiente inicial que hubo en el Legislativo, que parecía favorable para aprobar la propuesta de Toro, se deshizo. A medida que pasa el tiempo se han ido ahondando las diferencias entre las iniciativas regulatorias del transporte intermediado por plataformas digitales. He aquí ocho de los tantos puntos que las unen o las separan:
1. Un solo punto en común. Casi podría decirse que en lo único en lo que hay consenso entre todos los legisladores es que se trata de un servicio público. Solo en una de las iniciativas, la que es apoyada por Buenaventura León, está un agregado más: ‘Servicio en el nivel de lujo’. 2. El único totalmente distinto. Claramente, el proyecto de ley que difiere totalmente de los demás es el del senador Robledo, que aboga para que las empresas habilitadas por la autoridad competente, para prestar el servicio público de transporte terrestre automotor individual de pasajeros, sea tipo taxi, y puedan usar plataformas de internet para su operación. El parlamentario del Polo considera que, por tratarse de un servicio público, no podrá haber cobro de IVA. 3. Para pagar el servicio. Mientras la propuesta de Toro estima que el pago del servicio debe hacerse a través de cualquier medio, la de Ballesteros considera que solo hay que permitir los medios electrónicos. 4. Y de los impuestos. En términos de impuestos, el representante de Alianza Verde propone que el operador del servicio debe pagar todos los impuestos, incluido el de renta; Ballesteros indica que el impuesto que especialmente debe primar es el IVA. 5. Reglas para el vehículo. Los requisitos del vehículo son otro de los puntos en los que hay divergencia. Mientras Toro aboga por que se les exijan reglas igualitarias a las de los taxis y que el Ministerio de Transporte fije los tiempos de antigüedad permitidos, Ballesteros se va por una antigüedad de 7 años; en la propuesta de Uribe se habla de 5 años y, en la de León, de 7 años.
6. ¿Cómo regular al conductor? Frente a los requisitos para el conductor, Toro los simplifica en licencia de transporte público, al igual que en los taxis, pero Ballesteros expresa que se requiere el RUT ante la Dian, el pasado judicial y el paz y salvo de infracciones, entre otros. Dos de las propuestas del Centro Democrático (Uribe y Ballesteros) coinciden en que es necesario que el conductor se constituya como empresa unipersonal. 7. Los cupos. Otro punto de alegato entre los que lideran las propuestas de las plataformas de transporte digitales es la capacidad de cupos que soporta cada municipio. Toro defiende la idea de que no hay necesidad de fijar una regla en este sentido, mientras que Ballesteros es partidario de que esa decisión la tome cada alcaldía. Uribe, por su parte, le pone un tope a la capacidad que fijen los mandatarios locales: no podrá ser superior al 10 por ciento de taxis. Y la propuesta de León coincide con la de Toro en dejar libertad de operación. 8. ¿En qué zonas? El área de servicio es otro punto diferencial. Mientras que Toro defiende la no restricción de municipios en los que se pueda prestar el servicio, es decir, un transporte puede ir de Bogotá a las poblaciones cercanas, la propuesta de Ballesteros restringe el área del servicio a un solo municipio. Hay que señalar que la propuesta de Toro es la que contiene el paquete más completo de reglas, pero, sin duda, las diferencias con las otras iniciativas serán las que calentarán el debate en el Congreso, en donde se tendrá que decidir qué camino seguirán con la lluvia de proyectos de ley para reglamentar el servicio de plataformas digitales.