La realidad es tozuda. El desplome en los precios del petróleo no sólo tendrá un impacto negativo este año en las finanzas públicas, sino que en el mediano plazo sus efectos serán más dramáticos. De acuerdo con proyecciones de la Cámara Colombiana de Bienes y Servicios Petroleros (Campetrol), con los actuales precios del crudo, que están en niveles promedio de 30 dólares el barril, el país dejará de ser autosuficiente ya que las reservas se agotarán más rápido de lo previsto. El gremio estima que el petróleo que se extrae actualmente en el territorio nacional alcanzará para 4,9 años, una cifra por debajo de las proyecciones oficiales, que lo calculan en 6,8 años. Es decir, en menos de cinco años Colombia se convertiría en un importador de petróleo, con graves consecuencias para las finanzas y para las regiones productoras, que han visto en el oro negro su mayor fuente de ingresos. Según la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), las reservas de petróleo del país son de 2.300 millones de barriles, que fueron calculadas bajo un escenario de entre 50 y 60 dólares. Sin embargo, Campetrol sostiene que las reservas económicamente viables, es decir, las que verdaderamente se pueden extraer, son sólo de 1.673 millones de barriles. Este descenso se daría porque a las petroleras les resultaría más costoso extraer el petróleo frente a los ingresos que recibirían, razón por la cual preferirían dejar el crudo en el subsuelo. De hecho, algunas compañías ya lo están haciendo y están frenando sus procesos de exploración, es decir, la búsqueda de nuevos pozos petroleros. La perforación de pozos registró un descenso dramático al pasar de 113 en el 2015 a tan solo 25 el año pasado. Y para este año el panorama es aún más desalentador si siguen las actuales cotizaciones de crudo. A ello se suma el malestar de algunas compañías en las regiones productoras como consecuencia de la presión que están sintiendo por parte de las comunidades. Varias han tenido que salir porque no les resulta rentable seguir operando. Para Campetrol es indispensable que el Gobierno apoye los procesos de exploración, para lo cual deberá inyectarle millonarios recursos a Ecopetrol, compañía que responde por más del 80 % de la producción petrolera del país. Ecopetrol fue por años la vaca lechera de las finanzas públicas y ahora cuando la situación está complicada, se necesita el apoyo decidido del Ejecutivo para que pueda cumplir su labor principal. Por lo pronto, la estatal petrolera ha señalado que en las actuales circunstancias es poco probable que gire dividendos a los miles de accionistas que tiene la compañía.