Colombia amanece este martes con una buena noticia para la economía: los restaurantes sacudirán los manteles, de cara a la reapertura de sus puertas, lo que se concretará a partir de la próxima semana. El reinicio de actividades se da luego de cinco meses de cierre casi total, durante los cuales, los negocios que sobrevivieron -cerca de 20.000 no lo lograron- lo hicieron con las uñas y manteniendo buena parte de los empleos. Ahora, con los anuncios de reaperturas en Medellín y Bogotá, la industria ve una luz al final del túnel, incluso sabiendo que no tendrán ganancias en el corto plazo, pero sí podrán sostenerse más fácilmente. En diálogo con SEMANA, Guillermo Henrique Gómez, presidente de Acodres -gremio del sector- celebró la noticia anunciada por el presidente Iván Duque, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, y el alcalde de Medellín, Daniel Quintero. Ambas ciudades se sumarán a Pereira, Cali, Barranquilla, Manizales y otros municipios, donde los comensales ya volvieron a las mesas.

Sin duda, el proceso para volver a la normalidad será escalonado y comenzará con aforos limitados y estrictos protocolos de bioseguridad. Por lo pronto, desde el sector, están a la expectativa del decreto de aislamiento selectivo del Gobierno, que podría definir una reapertura a nivel nacional. "Confiamos en que se pueda permitir una apertura en todo el país, pero, de no darse eso, esperamos que los diferentes municipios donde están cerrados los establecimientos puedan apoyar la reapertura", explicó el directivo. Por lo pronto, la experiencia ganada en las ciudades que ya se reactivaron ha sido positiva y da señales de poder escalonar el reinicio de labores en las grandes capitales. "Ni en Colombia, ni el mundo se ha verificado que la apertura de los restaurantes haya generado un impacto en el aumento de casos. En la industria, desde antes, tenemos una cultura de disciplian muy alta", añadió Gómez. Medellín y Bogotá alistan motores  En el caso de Medellín, desde Acodres celebraron que el reinicio de labores se dará el próximo 31 de agosto, según informó el alcalde Quintero. Esto es justo, antes de que el país se prepare para las actividades de septiembre relacionadas con la celebración del Amor y la Amistad. "Después de Bogotá, la capital antioqueña es la ciudad más importante para nuestro sector y el hecho de contar con ese respaldo es muy valioso. Allí hay 18.000 restaurantes registrados, de los cuales se perdieron 3.000", indicó el directivo gremial. En su concepto, Medellín fue la ciudad que más aguantó en el país esta cuarentena, con lo cual la reapertura permitirá que se reactiven algunos empleos que se habían perdido, teniendo en cuenta que, además del aforo, no tendrá limitaciones de horarios. Sobre esto, Gómez indicó que "la apertura es plena y esperamos que no vaya a tener restricciones de otra índole, porque lo que nos pasó en estos meses fue que acumulamos muchas deudas, es decir, necesitamos es reabrir para sobrevivir". De otro lado, Bogotá también sonríe este martes, luego de que la alcaldesa López confirmara que, además del programa de Cielos Abiertos (que permitía servicio en calles y andenes), los restaurantes podrán operar al interior, eso sí con un aforo determinado. En ambos casos, dichos negocios podrán ofrecer sus platos entre jueves y domingo, sin restricción horaria. Si bien Acodres hubiera preferido que les permitieran operar todos los días, saben que esta medida es por el bien de la salud de los ciudadanos. "Esto es un comienzo y nuestra visión es llegar a abrir todos los días, pero todo depende de que la apertura se haga con el autocuidado de parte de todos. Sin duda, este es un avance que recibimos con mucho optimismo", añadió Gómez. Ahora, aunque la alcaldesa dijo que desde este jueves podrían operar los restaurantes, el directivo señala que en la capital existe una circular que señala que el reinicio solo podrá darse desde el próximo 3 de septiembre, que coincide precisamente con el inicio de Bogotá Cielos Abiertos.

De hecho, señala que lo ideal sería que, desde ya, los interesados busquen su restaurante favorito y hagan sus reservas para la próxima semana. Los empresarios están listos para recibirlos y para darles un mejor servicio al cliente; según Acodres, esta coyuntura mejoró y mejorará la atención de los comensales.

Los empresarios esperan que se permita el servicio en plazoletas de comidas de centros comerciales. Aseguran que los aforos de estos sitios ya permiten controlar el número de personas. La idea, en últimas, es que la quiebra sistemática de estos establecimientos pare cuanto antes. De los 40.000 negocios gastronómicos que hay en la capital, se estima que 18.000 no volverán a abrir sus puertas, con lo cual los otros más de 20.000 estarán a disposición. ¿Qué van a encontrar los ciudadanos? En el caso de las plazoletas de comidas, Gómez afirma que deberían estar incluidas, pues, estando dentro de centros comerciales, cumplirían de antemano con los aforos permitidos en estos espacios, sumado a que funcionan casi al 100 por ciento con autoservicio, lo cual limita el contacto social. Esto, por supuesto, dependerá de lo que definan las alcaldías de cada municipio, en conjunto con el Ministerio de Comercio. De otro lado, la alcaldesa de Bogotá anunció este lunes que se permitirá la venta de bebidas alcohólicas durante el piloto de Cielos Abiertos y el reinicio de labores al interior de estos negocios. "Que se puedan tomar una cerveza o disfrutar de una copa de vino al almuerzo o a la comida, está perfecto, pero no se trata de perder la cabeza. No habrá restricción por parte de la Alcaldía. Confiamos en la sensatez y en la cultura ciudadana”, señaló. Y anotó que, para el caso puntual de los restaurantes, no aplicará el pico y cédula de la capital, que seguirá vigente para entrar a otros comercios y notarías.

Por su parte, desde Acodres indicaron que la venta de licores estará sujeta a la de comidas, es decir, no se permitirá que las personas pidan solo trago. En su concepto, esta es una oportunidad de oro para afianzar esa parte de la cultura gastronónica en Colombia. Y así, con diferentes aspectos, los ciudadanos se encontrarán con sus restaurantes favoritos de nuevo, que operarán con diferentes restricciones, relacionadas con distanciamiento social y protocolos de cuidado. Estos son algunos de los aspectos que verán los usuarios: Se revisará la temperatura Habrá lavamanos en la entrada Se promoverá el autoservicio en la medida de lo posible Se van a suprimir elementos de uso frecuente como saleros y servilleteros Los menús van a ser digitales en la medida de lo posible. Si son físicos, podrán estar pegados a la mesa Las personas contarán con bolsas para guardar el tapabocas, de tal modo que no se ubique en la mesa En algunos negocios, los meseros tendrá trajes antifluido Los cubiertos estarán empacados en bolsas de papel En los baños, habrá accesorios que impidan la manipulación con manos. Por ejemplo, lavamanos con pedal Se van a solicitar datos de los visitantes, con el fin de ayudarles a autoridades de salud, si se presentan contagios En los pagos, se promoverá el uso de canales digitales, pero habrá protocolos para el pago de efectivo Los tapabocas preferiblemente deben quitarse solo cuando llegue la comida y volver a ponérselo al terminar En cuanto a tiempo de permanencia, se recomienda usar el necesario para comer y no socializar después de haberlo hecho. En el caso del programa Cielos Abiertos de Bogotá, el Distrito dijo que el tiempo en el lugar no debe superar las 2 horas

"Así como los restaurantes pedimos que nos abrieran, vamos a controlar todo al detalles para no tener que cerrar de nuevo. El sector ofrece una gran seguridad a los usuarios", concluyó el presidente de Acodres.