En Colombia prácticamente se aceptó ya que no habrá posibilidad para que el incremento del salario mínimo se logre por conciliación. Sin embargo, aún hay margen para llegar a un acuerdo, lo que daría una mejor imagen a la capacidad de diálogo social en un país en el cual, durante los últimos 20 años, solo en 6 ocasiones se ha logrado llegar a un entendimiento.

Una última oportunidad se dará este lunes, en una nueva reunión de la comisión tripartita, integrada por empresarios, sindicatos y el Gobierno como mediador. La palabra del Gobierno aún no se ha escuchado. La suma que piden los sindicatos implica un incremento del 14,2 %, mientras que la propuesta de los empresarios solo fue de 2 %, algo que ha sido criticado hasta por integrantes del propio tejido empresarial, como lo hizo el presidente de Tecnoglass, Christian Daes, quien alrededor de la cifra, lanzó una expresión de molestia: ‘Mandan huevo’.

La fecha límite para una negociación será este martes 15 de diciembre, luego de lo cual, aunque habrá convocatorias a reuniones, ya el diálogo estará por fuera del cronograma que establece la ley. Antes del 30 de diciembre, el Gobierno tendrá que expedir, de manera unilateral, el decreto del salario mínimo, con una cifra de incremento que deberá tener en cuenta todos los números que han surgido, tanto como variables para definir el incremento (todos, inconvenientes para mantener el poder adquisitivo de los trabajadores y para la meta de reactivación de la economía), como las propuestas que se han lanzado (sindicatos, gremios económicos, analistas).

En medio de ese panorama poco despejado, el presidente de la CGT (Confederación General de Trabajadores), Julio Roberto Gómez, sostuvo un diálogo con SEMANA.

SEMANA. Otro año más en el que parece que no se logrará conciliación con el incremento del salario mínimo. Es muestra eso del agotamiento de los sindicatos, que, además, están siendo criticados porque reclaman por los trabajadores formales, pero la mayoría de colombianos son independientes informales, cuenta propia, tienen trabajos precarios...

JULIO ROBERTO GÓMEZ. En este país se dicen las verdades a medias. La CGT puede mostrar un trabajo por las grandes organizaciones campesinas, en la lucha por la tierra, en batallas por los desempleados. Hay datos que no se recuerdan, por ejemplo: que hay salario mínimo en Colombia, aún siendo insuficiente, porque hay sindicalismo. Las prestaciones sociales que recibe el trabajador existen porque hay sindicalismo, lo mismo la licencia de maternidad. Así podría mencionar muchos logros.

SEMANA. A usted se le tiene como uno de los sindicalistas sensatos. Los empresarios propusieron un incremento de 2 % en el salario mínimo y sustentan que si se incrementan los costos de emplear, no podrán generar empleo. ¿Cómo reciben esa propuesta?

JRG. Hay una frase del pensador George Bernanos que quiero aplicar a esta situación: “Si no podemos ser castos, al menos seamos cautos”. Creo que hay tiendas, centros comerciales en dificultades. La gente no tiene capacidad de compra. Con lo poco que pueden van a comprar contrabando a San Victorino. La industria nacional está agonizando. Hemos dicho en muchas ocasiones que la única manera de reactivar la economía es poniendo plata en el bolsillo de los colombianos.

SEMANA. Esas palabras suenan a que no habrá conciliación este año para un incremento.

JRG. Lo veo muy complicado. Si los empresarios se desprendieran de las variables y el Gobierno se ubicara en una posición favorable a los trabajadores, tal vez. Pero solo quedan 48 horas para buscar un punto de equilibro. El Gobierno aún no fija su posición. Y lo clave es que se tenga en cuenta que, así como el 2020 es un año atípico, también lo debe ser para la negociación del salario mínimo. Lo que menos hay que tener en consideración es la productividad. Hay es que ir al alma del asunto.

SEMANA. Por qué metieron ustedes otros puntos en la negociación de un incremento del salario. Eso es parte de las exigencias para negociar o no.

JRG. No. Eso se puso en la palestra pública porque el Gobierno no ha negociado el pliego de emergencia, que incluye una renta básica y que asuman la nómina de las pymes.

SEMANA. Con el punto específico del incremento, hasta dónde están dispuestos a ceder.

JRG. Te doy un ejemplo. Si el sector privado dice, ofrecemos un 10 % de incremento lo analizamos, pero que haya una negociación.

SEMANA. Entonces el 2021, que será uno de los años difíciles traídos por la pandemia, podría ser complejo también en materia de paros.

JRG. En el 2021 vienen protestas sociales. Se van a levantar las banderas de la protesta social.

SEMANA. Cómo están las estadísticas sobre logros de conciliaciones con el salario mínimo.

JRG. En 20 años, solo se han logrado acuerdos en 6 oportunidades. Una de ellas fue en el primer año del Gobierno de Duque. En las restantes 14 oportunidades, el Gobierno ha expedido el decreto para el incremento del salario mínimo, de manera unilateral.