Colombia enfrentará el rezago histórico en infraestructura con inversiones sin precedentes. En primera línea están los proyectos viales de cuarta generación (4G) con una inversión estimada de 47 billones de pesos y en segunda, obras que abarcan desde aeropuertos, ferrocarriles y rehabilitación de los modos fluviales, cuyas inversiones exceden 6 billones de pesos. Todo promete mejorar la competitividad del país. Las carreteras de 4G cubrirán más de 8.000 kilómetros de autopistas, 159 túneles y 1.335 viaductos. El gobierno inició este año la adjudicación de nueve proyectos de la primera ola de concesiones, cuyas obras comenzarán a materializarse a finales del 2015 cuando se termine el cierre financiero. El año entrante iniciará el proceso de licitación para otros nueve proyectos, que tardarán un poco más en construirse y para los cuales se están estudiando fuentes de financiación. Sin duda se trata de un plan ambicioso que deberá enfrentar muchos obstáculos que incluyen la adquisición de tierras, trámites de licenciamiento ambiental, consultas con comunidades y riesgos geológicos, entre otros. Pero dentro de todos los riesgos, solo uno podría frenar por completo la ejecución del necesario programa nacional: su financiación. ¿Cómo se hará? Dado que se pospuso la venta de Isagén que daría recursos por 6,5 billones de pesos para capitalizar a la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN) encargada de gestionar e incentivar la financiación y estructuración de proyectos de infraestructura, habrá que buscar mecanismos alternativos para fondear esta entidad.  Hasta el momento el gobierno no se ha pronunciado de manera clara sobre otras opciones, pero deberá resolverlo pronto, para que este plan de obras no se quede sin oxígeno. La estrategia del gobierno es fundamental pues sería un alivio para los inversionistas interesados en el programa gubernamental. La ejecución del ambicioso plan de infraestructura vial 4G de Colombia enfrenta muchos riesgos y complejidades. No es necesario ni conveniente adicionarle incertidumbre del lado financiero, siendo que hay más de una opción viable para lograrlo. Un análisis de Business Intelligence BI* plantea algunas de las opciones para asegurar la financiación. Entre ellas,  la venta de activos.  Por ejemplo, la enajenación de un poco menos del 6 por ciento de las acciones de Ecopetrol. Sin embargo, dados los bajos precios del petróleo y la caída en la valoración de la empresa en los últimos 12 meses, el 2015 no sería un buen momento para vender. Otra opción es la venta de Isagén que se podría ejecutar en agosto o septiembre de 2015, lo que conllevaría a posponer un año la obtención de los recursos adicionales para la Financiera de Desarrollo Nacional  (FDN). Dadas las dificultades del gobierno para materializar dicha transacción en el 2014, no es claro si el 2015 sea una año más favorable para concretar este negocio. Entre las alternativas están también préstamos de multilaterales para capitalizar la FDN y la emisión de bonos de esta entidad. Cabe anotar que los recursos de la FDN no son para financiar directamente los proyectos viales sino como mecanismo de absorción y mitigación de los riesgos asociados a la construcción de dichas vías.