Venezuela fue durante muchos años un país exportador de gasolina, pero ahora importa el combustible de lugares como Irán y pese al confinamiento decretado desde marzo, el desabastecimiento se ha empeorado. El Gobierno del presidente Nicolás Maduro aplicó desde junio nuevas tarifas a la gasolina, que antes era prácticamente gratuita, y como consecuencia el litro del combustible subió US$0,50 centavos. Sin embargo, el aumento no ha sido impedimento para tanquear y los conductores esperan horas para poder hacerlo por lo que días atrás se conoció que el contrabando de gasolina de Colombia es una "salvación" para Venezuela. Lea también: Casa de Bolsa: Canacol y Promigas tendrían que negociar "La gasolina colombiana es una salvación; de no ser por eso aquí nadie rodaría", dijo a la AFP Roger, un vendedor de frutas de 37 años, residente en Santa Cruz de Mara, población cercana a Maracaibo, capital del petrolero estado venezolano de Zulia (oeste). Existen pasos ilegales por donde ingresa la gasolina de Colombia hacia Venezuela, bien sea por tierra o por ríos binacionales. Entre mayo y junio llegaron a Venezuela cinco buques con 1,5 millones de barriles de gasolina iraní el cual generó un respiro al país. Sin embargo, el combustible se está terminando y la escases está regresando. Hace unas semanas, el presidente de Venezuela, Nicolas Maduro, anunció un "plan de contingencia" para reglamentar el suministro de combustible frente a la grave escasez de gasolina que enfrenta el país y aunque no detalló en que consiste el plan, dijo que se regulará y normalizará la distribución del combustible. Lea también: Canacol mantuvo meta de venta de gas para 2020, pese a pleito Venezuela tiene las mayores reservas petroleras del mundo, pero su producción viene en caída libre: de 3,2 millones de barriles que producía diariamente hace dos años pasó a 400.000 barriles por día en julio, señala AFP. Varios expertos atribuyen el colapso a políticas fallidas, falta de inversión y millonarios casos de corrupción mientras que Maduro asegura es consecuencia de sanciones económicas impuestas por Washington, que lo llama "dictador" y busca impulsar su salida del poder.  "Es una guerra de venganza del imperio gringo contra Venezuela para impedir que Venezuela produzca todos los derivados del petróleo", expresó el mandatario.